La Provincia desvinculÃģ a un represor de una escuela de Avellaneda

Se trata de  Luis Horacio Castillo, quien ya no podrÃĄ gestionar el colegio que fundÃģ en Wilde por una resoluciÃģn de la DirecciÃģn General de Cultura y EducaciÃģn.

El represor Luis Horacio Castillo, condenado por crímenes cometidos durante la Última dictadura, ya no podrÃĄ realizar tareas educativas, así lo asegurÃģ la DirecciÃģn General de Cultura y EducaciÃģn de la provincia (DGCyE).

Desde la cartera dirigida por Alberto Sileoni informaron que se tomaron “las medidas legales y administrativas necesarias para impedir” que Luis Horacio Castillo, dueÃąo de una escuela de Wilde, “pueda desempeÃąar tareas en una instituciÃģn educativa”.

En el mes de marzo, Castillo fue encontrado culpable de los delitos de secuestros, torturas, abuso sexual y apropiaciÃģn de niÃąos cometidos en los centros clandestinos de detenciÃģn de Banfield y LanÚs.

Castillo fue parte de la Policía bonaerense hasta el aÃąo 1986 en el que se retirÃģ con el rango de comisario. Ahora, tras el fallo que lo condenÃģ, se encuentra cumpliendo la pena de prisiÃģn domiciliaria.

En el aÃąo 1979, junto a su esposa fundaron el Colegio San Diego de Wilde, que cuenta con los niveles inicial, primario y secundario, informÃģ PÃĄgina 12. En ese marco, al conocer la situaciÃģn, desde la cartera de educaciÃģn de la provincia manifestaron su “mÃĄs profundo repudio y preocupaciÃģn”.

AdemÃĄs seÃąalaron que la “ley de EducaciÃģn Nacional en su artículo 92 prescribe que la educaciÃģn tiene la tarea de construir la ‘memoria colectiva sobre los procesos histÃģricos y políticos que quebraron el orden constitucional y terminaron instaurando el terrorismo de Estado'”.

Por Último aseguraron que continÚan trabajando para “construir una educaciÃģn fundada en los valores del respeto a la diversidad y la pluralidad, por la defensa de la democracia y por la Memoria, la Verdad y la Justicia”

El accionar de Castillo en la Última dictadura

Entre el 10 de agosto de 1976 y el 7 de marzo de 1977 Castillo actuÃģ como oficial inspector de la Policía bonaerense hasta que fue ascendido a oficial principal de seguridad de la DivisiÃģn Delitos contra la propiedad de la Bonaerense que funcionaba Banfield. Esa dependencia pasÃģ a ser sede de la Brigada de Investigaciones conducida por RamÃģn Camps y funcionÃģ como centro clandestino de detenciÃģn.

En marzo de 1977 fue trasladado a la Brigada de Investigaciones de LanÚs que funcionaba en Avellaneda y fue conocido como “El Infierno”, donde fue visto e identificado por los testigos sobrevivientes de dicho centro, Mercedes AlvariÃąo Blanco y HÃĐctor Oscar Callejas.

Callejas lo identificÃģ como la persona que estaba a cargo, mientras que AlvariÃąo Blanco lo acusÃģ de ser quien la obligÃģ bajo amenaza de muerte a firmar una declaraciÃģn falsa sobre su detenciÃģn.

Read More