A pesar del silencio de la mandataría bonaerense acerca del desembarco de Farmacity en la provincia de Buenos Aires, varios municipios respaldaron el reclamo de los farmacéuticos, quienes denuncian que esta cadena tendría una posición dominante en el mercado.

La avanzada de Farmacity para lograr instalarse en la provincia de Buenos Aires sigue cosechando rechazos en varios Concejos Deliberantes bonaerenses. Los primeros en aprobar iniciativas a favor de la actual ley que regula la actividad fueron Avellaneda, San Nicolás, Rivadavia, Trenque Lauquen, Guaminí y Mercedes, a los que luego se sumaron otros en el resto de la Provincia.

También, se produjeron votaciones en contra del desembarco de la empresa en ciudades como Zárate, Pilar, Tandil, Almirante Brown, Rauch, Luján y Pergamino. Estas dos últimas son las primeras en cerrar las puertas a Farmacity con un decreto municipal.

Por su parte, Famarcity logró un respaldo a sus intenciones de penetrar en la Provincia luego del dictamen -no vinculante- de la Procuración General de la Nación, declarando inconstitucional uno de los artículos de la ley que regula la actividad farmacéutica en el territorio bonaerense y dejando ahora la decisión en manos de la Corte Suprema de Justicia.

Otra medida de defensa que los farmacéuticos bonaerenses esperan con ansias es el tratamiento del Proyecto del Dip. Lisandro Bonelli que plantea declarar el carácter taxativo del artículo 14 de la Ley 10.606, que reglamenta la actividad y que se trataría en la legislatura provincial el jueves 26 próximo.

El Ministerio de Trabajo de La Nación, encabezado por el ministro Jorge Triaca, formalizó el cierre de la química alemana Lanxess.

La química Lanxess, cuya central se encuentra en Leverkusen, Alemania, oficializó el cierre de su planta de Zarate frente al Ministerio de Trabajo. La decisión ya había sido adelantada a mediados de año por la firma, que justificó esta “medida estratégica” en el hecho de centralizar el curtido de cromo en sus instalaciones de Sudáfrica.

De esta manera, 170 empleados de la planta recibieron el correspondiente telegrama de despido y terminan en la calle. Con quienes estén cerca de jubilarse la empresa intentará arreglar de alguna otra manera. A su vez, la empresa confirmo que el resto de los 400 empleados que trabajan en las plantas de Burzaco, florida y Merlo, provincia de San Luís, seguirán haciéndolo normalmente.

Desde el Sindicato Químico detallaron: “Buscaremos que los compañeros reciban lo que les corresponde de indemnización. Sabemos además, que una parte reducida del personal permanecerá trabajando en la planta durante todo el 2018 y parte del 2019 en la etapa de desguace y remediación del predio industrial. Entonces también estaremos acompañándolos”.

Lanxess trabaja con producción de sales de bicromato de sodio y de curtido de cromo, y se ubica como una de las empresas más importantes que produce químicos para el cuero. La planta de producción en Zárate es de gran importancia para la unidad de negocios de cuero, ya que está equipada con la más moderna tecnología que brinda soluciones premium para todas las etapas y fases de la industria del cuero, según señala en su sitio web. Por otra parte, desde Lanxess explicaron que el cierre de la planta es a raíz de la crisis económica que sufre Brasil, país al que le exportaban alrededor del 70% de sus productos.

Son empleados de la empresa contratista Sadia. El nuevo recorte fue ordenado por directorio de la empresa estatal NASA, integrado por Julián Guelvenzú, uno de los candidatos a concejales de Maria Eugenia Vidal en Zárate.

El partido de Zárate, declarado meses atrás en “emergencia laboral”, vuelve a ser golpeado por una nueva ola de despidos. Se trata de 160 trabajadores de la empresa Sadia, que desempeñaban tareas de apoyo a la operación y mantenimiento de la central nuclear de Aucha.

La decisión, comunicada hoy mismo, fue tomada por el directorio de la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), del cual forma parte el candidato a concejal por Cambiemos y hombre cercano a Maria Eugenia Vidal en Zárate, Julián Guelvenzú, según informó La Izquierda Diario.

Los despidos en Atucha se registran desde el año pasado. A principios de 2017, más de mil trabajadores quedaron en la calle.

La situación es alarmante en todo el sector industrial del distrito, donde más de cinco mil trabajadores se quedaron sin empleo desde que asumió el Gobierno de Mauricio Macri, y a estos deben sumarse miles de cesanteados en otros municipios de la región, como Campana y Baradero.

Osvaldo Cáffaro visitó a los trabajadores de la construcción y sectores industriales que sufrieron cerca de 1500 despidos "Esto no es un problema de un gremio ni de mil trabajadores, esto es un problema que impacta directamente en toda la economía local”

Acompañado por el Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky; Roberto Baradel, Secretario General del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, la precandidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, Fernanda Vallejos, entre otros; Osvaldo Cáffaro, intendente de Zárate, fue hasta la rotonda de la ciudad y defendió los cerca de 1500 puestos de trabajo de las centrales ATUCHA, "hay que hacerle entender a la ciudadanía de Zárate y Campana que no estamos molestando encapuchados acá, estamos defendiendo una fuente de trabajo. Son obreros que se han preparado para trabajar, hemos traído obreros de afuera del país que hacía años que no vivían en este país para poder trabajar y poner en marcha la central nuclear, ¿y vamos a dejar nuevamente que se vayan?"

Eufórico, Cáffaro apuntó contra la gestión del gobierno de Macri, “están desmantelando el Plan Nuclear Argentino, aquella ley que Néstor y Cristina aprobaron, hoy la están desmantelando” y convocó a todos los trabajadores y vecinos de Zárate, a vestirse de celeste y blanco en la rotonda para visibilizar el conflicto en el Día de la Independencia.

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Fotos del día de hoy en la rotonda de Zárate, donde vecinos de la ciudad y trabajadores de Atucha se juntaron en defensa de los casi 1500 despidos.

Operarios de esa central nuclear se movilizaron ese lunes por el municipio ubicado al norte de la provincia de Buenos Aires, para repudiar la negativa de las autoridades de firmar contratos laborales que vencen a fin de mes.

Cerca de cien trabajadores protestaron hoy en Zárate contra esos despidos, mayoritariamente pertenecientes al sector de la construcción y afiliados a la Unión de la Construcción de la República Argentina (Uocra)

La movilización de los trabajadores de Atucha ocurre, tas conocerse la semana pasada que unos 800 operarios (600 nucleados en la Uocra y 200 en Uecara) del complejo nuclear Atucha no se les renovará los contratos que se vencen a fin de mes

Los manifestantes marcharon por la ciudad y luego se concentraron en la rotonda de acceso a Zárate, por la avenida Lavalle, portando banderas de la Unión Obrera de la Construcción y quemando neumáticos en la rotonda.

La marcha surgió de una asamblea realizada por unos 1.500 trabajadores, en medio de un fuerte malestar porque el Ministerio de Trabajo bonaerense no dictó la conciliación obligatoria que habían reclamado el viernes.

Los gremios piden la continuidad de los contratos hasta tanto se avance con la firma del contrato con China para la construcción de la cuarta central nuclear en Zárate.

Dentro de una semana 600 operarios vinculados a la Uocra y otros 200 a la Uecara  serán expulsados de sus centros laborales al no renovarles sus contratos, informó hoy el director del complejo nuclear Atucha, en Zárate.

El secretario adjunto de Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) de Zárate, Ariel Puebla, dijo que el anticipo de las cesantías fue transmitido a esa seccional en las últimas horas por el presidente de la operadora estatal Nucleoeléctrica Argentina, Omar Semoloni.

"Sin brindar argumento alguno, Semolini le comunicó a nuestro secretario general, Julio González, que el viernes próximo no serán renovados los contratos de 600 trabajadores representados por UOCRA y 200 supervisores agrupados el sindicato UECARA", indicó Puebla.

Por su parte, Facundo Ocampo, representante de la Uecara (Unión Empleados de la Construcción y Afines de la República Argentina) afirmó: “El brutal recorte presupuestario y la falta de decisión del gobierno nacional en avanzar con el plan energético argentino que derivó en la rescisión de contratos afecta directamente al personal de Atucha y el proyecto Carem 25”

Para finalizar, el dirigente puntualizó que seguramente a los despidos de los trabajadores de la Uocra y Uecara “le seguirán gastronómicos, maestranza y seguridad privada”.

Hoy a la mañana los trabajadores realizaron una asamblea en la que cual se informaron los despidos y se debatieron los pasos a seguir ante esta complicada situación.

Los despedidos son parte del plantel jerárquico de empresas contratadas por la Central Nuclear Atucha IV en Zárate. Fuertes críticas de los operarios al gobierno de Cambiemos.

A partir del 1 de julio, 137 trabajadores de la Central Nuclear Atucha IV de Zárate, perderán su empleo y, según denuncian, la medida podría alcanzar a otros 400 operarios.

Como consecuencia de esto, la semana que viene habrá movilizaciones de los trabajadores en repudio de los despidos que se multiplicaron en varias fábricas e industrias de la zona.

Según un artículo del portal LetraP, la notificación a los 137 trabajadores despedidos llegó a fines del mes de mayo, cuando el personal jerárquico que presta servicio en la Central Nuclear Atucha IV a través de las empresas Adecco S.A. y de Burreau Veritas Argentina S.A., recibió la noticia de que sus contratos no serían renovados.

“137 trabajadores recibimos telegramas de preaviso donde nos informaban que a partir del 30 de junio quedábamos cesantes”, aseguró a ese portal Juan Carlos González, representante de la Unión Empleados de la Construcción y Afines de la República Argentina (UECARA).

En esa línea, González explicó: “Es grave la situación en la zona, porque se están cerrando muchas fábricas. Es grave porque no hay salida laboral en la zona, no hay otra alternativa porque están cerrando varias fábrica”. La referencia a la situación general de la región tiene que ver con el impacto que produjeron el cierre de la química Atanor, los despidos en Ingredion y los recortes en Germaiz, Dontos y BRF de Baradero, y los despidos en Quipro y Carboclor de Campana, entre otras.

“Si nos despiden a nosotros, también corren riesgo de perder el trabajo otros 400 trabajadores de la UOCRA por efecto dominó”, agregó en ese sentido, comentando el riesgo de que la salida de trabajadores se extienda.

Asimismo, González apuntó contra el gobierno nacional y, específicamente, contra el acuerdo alcanzado por el presidente Mauricio Macri con su par chino en el que se selló un convenio para la construcción de Atucha III, a partir de enero del 2018, en localidad de Lima, partido de Zárate, justamente cerca de Atucha II: “Anunciaron hacer la III y ahora nos dejan afuera a nosotros cuando colaboramos en poner en marcha Atucha II, porque estamos en la Unidad de Gestión, prestando asistencia a la II y a la III y en el obrador de la IV”.

“Sabemos que el plan nuclear es un hecho, somos defensores del plan nuclear, pero no entendemos esta determinación”, sostuvo el trabajador, y agregó que están pidiendo la “intervención del Ministerio de Energía y de cualquier ente que tenga injerencia para que dialoguemos y podamos revertir esta situación”.

González además señaló que hicieron una presentación ante el Concejo Deliberante para “que tome cartas en el asunto" porque son "trabajadores de la zona”.

En esa línea, el diputado del FpV Marcelo Torres presentó un proyecto en la Legislatura bonaerense expresando su repudio a los despidos. “Es necesario visibilizar la problemática y transformarla en iniciativas para resistir la destrucción productiva de nuestra región", señaló el legislador mediante un comunicado.

Los trabajadores de Atucha junto a operarios de otras fábricas de la zona movilizarán el viernes 16 por las calles de Zárate en repudio al cierre de fábricas, despidos y suspensiones.

Se trata del Damián Straschenco, quien trabaja en la Planta Nuclear de Atucha: Al retirarse de su jornada laboral y pasar por los controles detectaron una importante dosis de radiación en su cuerpo.

Straschenco es secretario adjunto del gremio Luz y Fuerza de Zárate y trabaja en la central nuclear de Atucha. Desde un comienzo, su rutina el pasado 9 de mayo transcurrió como si fuera un día normal. Pero la conmoción se disparó cuando se retiró de la usina y cruzó los controles de seguridad. Fue entonces que el sistema detectó lo inconcebible: su cuerpo estaba contaminado por material radiactivo. La investigación interna reveló que alguien quiso envenenarlo al introducirle el tóxico en una botella de agua que tenía en sus oficinas.

Por fortuna, la radiación no llegó a dañar la salud de Straschenco, aunque regularmente debe realizarse estudios médicos. "Estoy bien. Se me hizo un tratamiento médico para eliminar la radiación que incorporé. Me hacen controles periódicos y mediciones para ver cómo evoluciona esto", contó el dirigente de Luz y Fuerza, quien presentó una denuncia penal en el juzgado de Zárate por "tentativa de homicidio".

De acuerdo con la investigación en el complejo, el elemento que ingirió Straschenco desde su botella personal se trató de "agua pesada", un material que modera la fisión adentro del reactor.

La pregunta de fondo es cómo llegó el tóxico a la oficina del sindicalista. Tanto para las autoridades de Atucha como para la víctima no hay dudas de que se trató de un hecho intencional.

Además, el dirigente gremial realiza sus tareas cotidianas dentro del complejo de Atucha I y II, pero está ubicado a 200 metros del reactor nuclear y de la denominada "zona radiológicamente controlada", a la cual no tiene acceso.

"Para ingresar a esos sectores necesitás una marca personal, una tarjeta y un código. Yo no estoy autorizado", señaló en declaraciones radiales.

El atentado reviste de suma gravedad internacional e institucional. Más allá del escalofriante ataque en sí, que publicó hoy el diario Ámbito Financiero, el hecho pone en riesgo a la actividad nuclear argentina, ya que supone la violación de los altos estándares y las estrictas medidas de seguridad que dispone la usina nucleoélectrica para evitar filtraciones.