La paja en el ojo ajeno
"En la Provincia hay 320 mil docentes y 120 mil de ellos están de licencia". De esta manera, el Diputado y precandidato a Gobernador por el Frente Renovador, Francisco De Narváez, se refirió condenatoriamente a la labor de los educadores de la Provincia de Buenos Aires.
En un discurso cargado de reminiscencias noventistas y frases despectivas, el legislador nacional se expresó con voluntad de reformar la legislación laboral y cercenar derechos históricos adquiridos por el sector.
Pero la cuestión se vuelve insólita si se rememora su propia labor legislativa durante los años 2012, 2013 y 2014.
Publicado por la revista Parlamentario, De Narváez apareció, en un registro de la asistencia de diputados nacionales a las sesiones del Congreso Nacional, junto a Michetti y Carrió, como uno de los diputados más faltadores.
El bonaerense no asistió a ocho de las 21 sesiones de 2013, misma cantidad de ausencias de la dirigente del PRO.
Es más, en 2014 la situación no mejoró, sino todo lo contrario. Detrás de su jefe político, Sergio Massa, que tiene la friolera cifra de 70% de inasistencia a las sesiones del año pasado, sin haber participado en una reunión de comisión, De Narváez faltó a 20 de las 36 votaciones. O sea un 55% de inasistencia en todo el año.
En ese marco, y con semanas caracterizadas por las luchas salariales de los docentes bonaerenses manifestó que "no va a permitir" eso (en el caso de los docentes) si llega a ser mandatario provincial y prometió controlar las carpetas médicas, el presentismo y el doble cargo. Las declaraciones se dan en el marco del paro que llevaron adelante los gremios docentes FEB y UDOCBA en la Provincia.
Pese a que su voluntad es gestionar la política del Estado provincial, el "colorado" desconoció derechos elementales adquiridos por el sector, y se preocupó por controlar condiciones de trabajo y apuntar al salario de los educadores.
Cabe recordar que en 2012, cuando De Narváez era diputado nacional, repercutió en los medios nacionales el aumento que votaron los diputados para sus bolsillos. De 15.000 pesos promedio que cobraban al momento, los 257 diputados y 72 senadores, comenzaron a cobrar un sueldo neto de entre 30.000 y 35.000 pesos. Hoy esa cifra esta por encima de los 50.000.
Si se considera que Francisco De Narváez no asistió al 40% de las sesiones, resulta que el Estado Nacional le pagó, en 2013, un salario de bolsillo cercano a los 168.000 pesos, por no ir a trabajar. Y, en 2014, ese monto asciende a 330.000 pesos.
Esas inasistencias del diputado al Congreso Nacional no fueron por pedido de licencia, contemplado dentro de la legislación, como si lo es en el caso de los docentes a los que el se refirió. Es decir que el precandidato massista no justificó sus constantes inasistencias.
A pesar de ello De Narváez se refirió duramente a algunos maestros y los tildó de "ñoquis".
El Diputado aseguró que de llegar a ser Gobernador, "el mismo día que asuma voy a convocar a la paritaria pero también voy a discutir el Estatuto del Docente", al tiempo que aclaró que "a los que no van, no les puedo pagar".
Pero no se quedó ahí: "Quiero volver a poner orden. No puede ser que la formación de nuestros jóvenes se restrinja a la discusión del salario docente. (…) Ahora no puedo pagarle a 320 mil maestros si solamente 200 mil dan clases y el resto solamente cobra". "Hay un montón de ñoquis", sentenció despectivamente.
Con respecto docentes que supuestamente no trabajan, prometió evaluar las carpetas médicas, el presentismo y el doble cargo.
Así marcó su voluntad de gestionar un Estado que recorte lo que considera "gastos", con la salvedad, por supuesto, del dinero que percibió de los contribuyentes del Estado Nacional por no asistir, los últimos tres años, a las sesiones del Congreso nacional.