En Ezeiza, el round que tuvo como protagonista a los hermanos Granados fue para Alejandro, ministro de Seguridad bonaerense. El “Sheriff”, tal como lo apodan en el seno del peronismo provincial, ganó su distrito con el 48.68% de los votos y quedó muy bien posicionado para renovar el cargo que ostenta desde hace dos décadas.
El ministro, conocido por su tendencia al discurso de mano dura, no tendrá que competir en octubre contra su hermana, Leonor Granados, quien perdió la interna de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) frente a Roberto Mosto. El massismo de Ezeiza quedó en segunda lugar con el 23,47% de los sufragios.
Ex kirchnerista, Leonor es senadora provincial, pertenece al bloque del Frente Renovador, y manifestó sus intenciones de seguir dando la pelea en su distrito. “Esta elección fue el comienzo de lo que a partir de ahora comenzamos a construir en Ezeiza junto a mi equipo, del cual siento profundo orgullo”, tuiteó tras la derrota.
“No van a poder robarnos nuestros sueños, Ezeiza quiere más, queremos transparencia! Basta de corruptos sin escrúpulos!”, agregó, sin rodeos contra su hermano.
En los papeles, Alejandro se tomó licencia de la intendencia de Ezeiza en 2013, cuando pasó a tomar las riendas del ministerio de Seguridad. Lo cierto es que jamás se alejó de su rol como caudillo en la política municipal. Lo acompaña en la gestión su esposa Dulce Granados, diputada nacional del kirchnerismo, elogiada por la presidenta Cristina Fernández y por Néstor Kirchner en varias ocasiones.
En 2013 el propio Granados alentó la candidatura comunal de su esposa en Ezeiza. “El rol de Dulce va a ser pintarse el bigote”, bromeaba ante los medios al referirse a su plan para posicionarla como su reemplazante, algo que finalmente no ocurrió.
Sumado al poderoso armado local, el ministro juega un papel fundamental en la gestión de Daniel Scioli, ya que es el mentor de las policías locales y su proyecto de expandirlo a todo el país en caso de que DOS llegue a la Casa Rosada. Si esto sucede, Granados quedará muy bien posicionado para ascender al ministerio de Seguridad de Nación.
Después de los comicios del domingo, el ministro no le dedicó ni un segundo a las peleas familiares y estuvo coordinando, junto a Sergio Berni, el Comando de Monitoreo de Crisis y la asistencia a los damnificados por el temporal y las inundaciones.
Sí tuvo tiempo para dejar su clásico sello: inaugurar la policía comunal de Tres de Febrero en el territorio de Hugo Curto y abrir la comisaría sexta de Ezeiza, ubicada en la localidad de Canning. Allí, como es costumbre, llamó a “reforzar la lucha contra el delito”.