Resurge el debate sobre la división de la provincia
La problemática no es nueva, pero en el marco del actual proceso electoral, fue el actual dirigente de Cambiemos, Lucas Llach, quien se animó a lanzar una propuesta audaz, aunque absurda para algunos. Propuso, lisa y llanamente, dividir la actual provincia de Buenos Aires, en tres nuevas provincias.
Juan Manuel Abal Medina, senador por el Frente para la Victoria, Santiago Montoya, director del Grupo Provincia Seguros, y el propio Llach, ex precandidato a vicepresidente de Cambiemos, se dieron un debate ayer en la Universidad Torcuato Di Tella.
En un orden establecido por el moderador a cargo, Carlos Gervasoni, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y doctor en Ciencias Políticas, cada orador tuvo unos veinte minutos para exponer su postura y justificar la misma. Llach dio inicio a este debate señalando los motivos por los cuales sostiene necesaria la división.
"No es buena, políticamente, una 'Primera Provincia'". "Representa el 39% de la población argentina. Su superficie es el triple de una provincia promedio de argentina. No tiene sentido y su gobernador representa una especie de eslabón perdido entre el presidente y el resto de los gobernadores. Compite en poder con el poder presidencial", sostuvo el economista. También argumentó "la sub-representación en el Congreso".
Concretamente, Llach planteó: "En nuestra propuesta habría dos provincias que contienen parte del conurbano: Chacras (rutas 7, 8 y 9), Atlántica (Ruta 2) y una tercera llamada Frontera, delimitada por el Río Salado".
Santiago Montoya fue el segundo orador de la tarde y comenzó de manera concisa: "Desechamos de entrada la alternativa de una división jurisdiccional política de la provincia pero analizamos otras variantes". Propuso, en vez, regionalizar la provincia al sostener que hay que respetar lo establecido en los artículos 124 y 75 inciso 19 de la Constitución Nacional. Gracias a la implementación de los artículos mencionados, Montoya alegó que se tendría un mecanismo para encontrar respuestas a la deficiencia del estado.
Regionalizar Buenos Aires implicaría establecer en cada región un vicegobernador y darle a cada entorno regional una autoridad legislativa. Es decir, seguiría habiendo un gobernador para toda la provincia pero un vicegobernador (electo por el Gobernador) en cada región.
Por último, Juan Manuel Abal Medina, aseguró que viene discutiendo la cuestión del federalismo hace ya muchos años y que la clara prueba de ello está en su primer libro publicado: El federalismo electoral argentino. "Los problemas reales de esta propuesta son tres: la hipertrofia, esta anomalía como la llama Lucas; los problemas de gestión/financiamiento y la sub-representación. Entonces, ¿por qué mi respuesta es no a la pregunta? Porque el problema es muchísimo más complejo de lo que estas soluciones presentan”.
En resumidas cuentas, Abal Medina sostiene que aunque se dividiera la provincia en otras dos más, este factor o "hipertrofia" se repetiría de la misma manera que sucede ahora. Pero amplió: "El problema central de la provincia de Buenos Aires tiene que ver básicamente con la ley de coparticipación", y la disminución, desde su sanción en 1988, del porcentaje que recibe la provincia. "Si a esto uno le suma, que el aporte que hace la provincia a los recursos coparticipables son del 38,54% y recibe el 19.55%. Esto es lo que más impacta, lo que más afecta y algo que tampoco se soluciona dividiendo la provincia de Buenos Aires", aseguró el senador.
Así, aunque rechazó la propuesta de Llach, abrió el debate de algún tipo de reforma. "Todos nuestros armados constitucionales son productos del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Pensados e ideados por politólogos, abogados, etc., que pensaban cuando caían las monarquías cómo salir de ahí. Entrando el siglo XXI, ¿no sería un buen momento para soñar e inventar nuevos diseños institucionales más capaces para afrontar las problemáticas del siglo que viene?", cerró Abal Medina.