Probados en el sur y promesas en el oeste
Con la victoria de María Eugenia Vidal (Cambiemos), los intendentes del Frente para la Victoria en el conurbano deberán demostrar que pueden gestionar sin la bancada política de la Gobernación, algo que al peronismo no le sucede desde hace 28 años. Para colmo, si los resultados del balotaje del próximo 22 de noviembre no son favorables a Daniel Scioli, la situación se les podría agravar por partida doble.
Es por ello que una serie de intendentes del FpV tendrán la oportunidad y a la vez la responsabilidad de perfilarse como faros de referencia en medio de las penumbras en la que cayó el PJ bonaerense, que hoy conduce Fernando Espinoza. A los mismos se los puede distinguir en dos grupos: por un lado, los jefes comunales del sur quienes fueron reelectos por amplio margen el domingo 25; y, por el otro, los que acaban de ganar municipios en el oeste y que pueden demostrar capacidad de gobierno.
Entre los del sur, se encuentra el intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, de elogiada labor comunal. En su momento intentó ir por la Gobernación, pero se dio el duchazo de humildad a tiempo y pudo con éxito revalidar el cargo en el distrito. Otro de los que quiso ir por el Sillón de Dardo Rocha y se quedó en el pago chico fue Martín Insaurralde. Resistido en el FPV por sus coqueteos con el massismo, el resultado que logró en Lomas muestra que está en condiciones de volver un referente en términos de gestión. Por último, el alcalde de Avelleneda, Jorge Ferrarsi, supo aprovechar la salida de Cacho Álvarez y ha sacado chapa a fuerza de contener a todas los espacios locales del PJ y de renovar con obras el distrito.
Por su parte, el oeste es la zona de promesas para el kirchnerismo. Si bien la derrota con Cambiemos opacó lo sucedido, el FpV logró un alto grado de renovación al limpiar a varios barones de la primera sección. En Merlo, Gustavo Menéndez destronó a Othacehé y hay una expectativa generalizada ya que prometió dejar atrás el legado del Vasco. Lo propio hizo el camporista Walter Festa en Moreno, al ganarle a Mariano West en las Primarias. Una situación similar atraviesa Leo Nardini, quien desplazó a Jesús Cariglino, que estaba en el cargo desde la creación del municipio, hace 20 años. En Hurlingham Juan Zabaleta barrió a Luis Acuña y, por su parte, Ariel Sujarchuk debuta en Escobar.
A estos puede sumarse Mariano Cascallares en Almirante Brown, quien desbancó al garrochista Darío Giustozzi en las Primarias. En tanto que en el norte está Gabriel Katopodis, el de San Martín es de los pocos retornados que no pagó el costo electoral de irse una temporada con Massa.
Todavía es prematuro afirmar quién o quiénes serán los intendentes que revitalicen al PJ bonaerense para el 2017 y el 2019. En cualquier caso, la reorganización de la estructura peronista en la Provincia dependerá más que nunca de la capacidad de gestión de sus dirigentes municipales. Los que sean eficientes en la tarea le darán aire renovador al espacio al mismo tiempo que ganarán un lugar central en la cúpula del pejota.