(por Ignacio Cantala) La reunificación de las dos CTA cada vez más cerca. La unidad contra el neoliberalismo eje de la confluencia de la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores.
Por estas horas en las CTA, la de los Trabajadores conducida por el docente Hugo Yasky y la Autónoma conducida por el estatal Pablo Michelli, la cuestión en torno a la posible reunificación se lleva la atención de todos sus dirigentes.
Durante el 2016 ambas Centrales coincidieron junto a otras organizaciones sindicales en importantes movilizaciones contra el gobierno de Macri, lo que fue configurando un escenario de unidad de acción.
La unidad de las CTA sería un duro golpe al esquema de fractura, cooptación y sometimiento que el gobierno establece con los sindicatos a través de la utilización de recursos, especialmente con el triunvirato de la actual CGT. Manejo de los fondos de las obras sociales, freno a las causas judiciales, son parte central de la relación amigable que l CGT mantiene con Macri a pesar de las declaraciones y comunicados que alertan de la crisis. Todos saben que los hechos valen más que mil declaraciones.
Por su parte, ambas CTA han mantenido un discurso crítico contra la política de ajuste neoliberal del gobierno nacional y se han expresado en diversos oportunidades contra los despidos de trabajadores, la represión, el endeudamiento, etc.
Esta actitud les valió sumar muchos nuevos afiliados, desencantados de algunos gremios que alineados a la CGT mantenían una posición "dialoguista" con el gobierno que despedía a sus compañeros y ajustaba el poder adquisitivo de sus salarios.
Quienes siguen de cerca el mundo gremial afirman que Michelli se encuentra en una posición de debilidad tras la derrota de ATE Capital a finales de 2015 a manos del kirchnerista Daniel “Tano” Catalano. La derrota no solo significó perder en su propia casa, sino sobre todo dejar de contar con los recursos provenientes de una de las filiales más nutridas del país. Por ello, algunos ironizan diciendo que ya “no tiene fierros ni para hacerse la planchita”.
A fin de cuentas, las ironías componen lo anecdótico y la efectiva unidad lo relevante.
Existe otro espacio, al que sólo los medios afines al gobierno le dan entidad de “tercera CTA”. Se trata de la fracción que a comienzos del 2016 se desprendió de la CTA Autónoma por diferencias con Michelli, acusándolo de tomar decisiones inconsultas y ser totalitario. Quien encabeza este sector es el ex secretario adjunto de la CTA Autónoma Ricardo Peidró, aunque su referente y líder es Víctor De Gennaro.
Esta fracción se autodenominó “CTA Perón” y si bien aclaran que el nombre no tiene motivaciones políticas sino catastrales debido a la ubicación de la sede, sus críticos afirman que deberían mudarse a la calle Trotsky. Su inexistencia sería una representación exacta de su peso y volumen en esta coyuntura.
La unidad de la CTA impondrá varios desafíos.
Por un lado, será algo más que una molestia para la práctica colaboracionista del triunvirato "obrero", próximo a caerse de la cornisa del diálogo y el abismo donde se ubicaron.
También, desafía a los sectores más combativos como la Corriente Federal de los Trabajadores, planteando escenarios de unidad y profundización de la agenda nacional y popular. Y por último, pondrá a prueba las aptitudes políticas de un gobierno nacional que se encuentra más cómodo ante una CGT "cordial" y una CTA dividida.