“Nadie tiene que enojarse por la interpelación, tiene que asumirla y representarla”
El diputado nacional Máximo Kirchner (FPV-PJ) se refirió hoy al acto realizado ayer por la CGT y la respuesta de los manifestantes ante la falta de precisión a la hora de poner fecha a un paro nacional, afirmando que los dirigentes de la central obrera "no tienen que enojarse por la interpelación" sino "asumirla y representarla".
Si bien el hijo mayor de Néstor y Cristina Kirchner se refirió a los incidentes de ayer, prefirió poner el foco en el origen y masividad de la marcha, asociándola al "descontento del pueblo trabajador que siente que, ante cada punto de inflexión, el gobierno está cerca de los sectores concentrados" de la economía.
En ese sentido, relacionó la marcha de docentes del lunes y la de ayer de la CGT, estimando que son el resultado "de un plan económico planificado en plena consciencia, que no es que está saliendo mal".
"No solo fueron a la marcha los sindicalizados: hubo mucha gente suelta para expresar su descontento con las políticas de trabajo, con la suba de tarifas, por los peajes, por la suba de alimentos", señaló el diputado y agregó a la lista la sensación de maltrato que generaron expresiones tales como "grasa militante" o las acusaciones contra los trabajadores por poner "palos en la rueda".
Sobre la actitud de la CGT, Máximo Kirchner dijo no dudar de la combatividad de Juan Carlos Schmid ya que, recordó, fue impulsor "de paros por Ganancias contra Cristina".
"Si hay un acto con 200 mil personas gritando paro general y vos pedís otra cosa, es evidente que hay algo en el medio que no se comprende", agregó.
Máximo Kirchner se encuentra imputado en la causa Los Sauces en la que esta semana debió presentarse a declaración indagatoria.
El legislador criticó además las expresiones de uno de los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, quién acusó a militantes kirchneristas por los desmanes del final del acto.
Respecto del plan económico y consultado sobre las denuncias de corrupción que se le adjudican al gobierno nacional, el legislador kirchnerista dijo: "Mauricio es Macri, ahí comienza y se termina todo lo que pensamos del presidente. Sabemos muy bien quién es. Era obvio que esto iba a pasar y a suceder".
Sobre la contienda electoral venidera, Máximo estimó que recrudecerán las críticas contra su madre, quién "más allá de 9 años de un bombardeo constante", sigue siendo "valorada por la sociedad".
Respecto de ex funcionarios que hoy cuestionan el liderazgo de la ex presidenta, recordó que "Cristina depositó una gran confianza en ellos, está el caso de quien fuera ministro de agricultura (por Julián Domínguez) que fue jefe de campaña de Chiche Duhalde en 2005 y lo convocó" para formar parte de su gobierno.
"Más allá de lo que puedan decir o del buen trato que puedan recibir en los grandes medios producto de las defecciones, la sociedad va a definir para no sentirse no representada otra vez".
Por último y de cara a las legislativas, dijo que "no alcanza con meter un salame o votar en blanco, sino que hay que construir opciones".