Todas las proyecciones de Inflación estan por encima del objetivo del Gobierno
Todas las proyecciones de inflación anual están por encima del objetivo del 17% anunciado por el gobierno de Macri,del relevamiento de los 17 principales institutos, centros y consultoras que miden evolución de precios, se desprende que en ningún caso la inflación anualizada –en función al acumulado del primer bimestre del año- se encuentra dentro del objetivo esperado por el BCRA.
A fines del año pasado, la economía argentina empezó a experimentar un proceso de moderada desinflación. No obstante, según el informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), este fenómeno no fue producto de una trayectoria virtuosa de la economía, sino que se verificó principalmente por dos causas, a saber:
El techo de inflación muy alta, con tasas de variación media de precios superiores al 40%. En un contexto donde no existen desbalances macroeconómicos severos, saltos cambiarios pronunciados, ni crisis externa, era difícil pensar que la inflación se podría sostener por mucho tiempo en esos niveles.
El contexto de recesión generalizado. Ocurre que, en los contextos económicos pujantes, donde la demanda agregada presiona a la oferta, como producto de más argentinos y argentinas incorporados al ciclo productivo, los formadores de precios tienen algo más de margen para remarcar. Por el contrario, en una economía que languidece, típicamente se verifica una atenuación en los procesos inflacionarios, porque los empresarios ven decrecer sus cantidades demandas de bienes y servicios y tienen que competir por medio de baja de precios para sostener su estructura operativa.
Según los economistas de la UNDAV, por tanto, el proceso de desinflación no fue acelerado y continuo, sino más bien tenue y con diferentes bemoles. No obstante, en los últimos meses del año pasado, distintos funcionarios del poder ejecutivo se encargaron de sobredimensionar la desaceleración en el ritmo de precios, por medio de ciertos abusos en algunos recursos técnicos. Por tanto, desde el plano retórico, buscaban enfatizar que las tasas de inflación “anualizadas” desde la segunda mitad de 2017 se encontraron dentro del rango deseado, acorde a la política de metas de inflación (i.e. tope del 25% para 2016 y tope del 17% para 2017). Así, por ejemplo, en el mes de diciembre pasado la inflación se posicionó en 1,2%. Por tanto, la retórica oficial argumentaba que la inflación “anualizada” de ese mes era del 15,4%, esto es, una proyección totalmente acorde a los objetivos trazados. Similar situación se verificó en enero, cuando el 1,3% de avance de precios implícita un 16,8% anualizado. En ese mes, en su Informe de Política Monetaria, el Banco Central llegó a argumentar sobre la inflación anualizada del último semestre de 2016 que:
En el segundo semestre de 2016 la inflación mostró una marcada desaceleración, en línea con el sendero previsto por la autoridad monetaria. El Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA) del INDEC promedió un aumento de 1,4% mensual en este período, ubicándose en términos anualizados por debajo de 19%, la menor suba semestral de los últimos seis años. Para el primer trimestre de 2017, la mediana de las expectativas de inflación de los analistas de mercado participantes del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) se ubicó en torno a 1,6% para el Nivel general y 1,5% para la inflación núcleo, por lo que implícitamente contemplarían actualizaciones de algunos ítems sujetos a regulación.
No obstante, de cara a 2017 y con las mediciones que ya acumulan el avance de precios del primer bimestre, los economistas de la UNDAV consideran que la trayectoria de la inflación anualizada no parece corresponderse con los niveles esperados por los hacedores de política económica. A los fines de analizar el desempeño inflacionario en lo que va del año, el estudio del Observatorio de Políticas Públicas consolida una variedad de indicadores producidos por diferentes institutos provinciales, centros de estudio, institutos y universidades de renombrada trayectoria y continuidad en el tiempo. El objetivo del informe recientemente publicado, es generar un relevamiento amplio, apropiado a los fines de indagar en las diferentes proyecciones de avance de precios para lo que resta del año, en función a los diferentes criterios metodológicos. En los números, luego de que en el primer mes del año la inflación mensual llegara al 1,6% promedio, el mes de febrero se volvió a presentar un salto sustancial, producto de los nuevos incrementos tarifarios en los servicios públicos de modo que las tasas anualizadas de la inflación del primer bimestre del año se ubican más cerca del 30% que de los 17% fijados por el BCRA.
Inflación anual (primer bimestre, anualizada)
(en % de variación anual)
Fuente: producción propia en base a institutos provinciales, centros y consultoras
Se destacan dentro de los diferentes índices presentados por el estudio de la UNDAV, los de la consultora Bein, de Elypsis y el IPC de Santa Fe, cuyas tasas anualizadas de la inflación bimestral superan en más de 10 puntos porcentuales a la banda superior del objetivo definido por el BCRA. En estos casos, las alzas se deben primordialmente a los nuevos esquemas tarifarios que se aplicaron para los servicios públicos. En el caso de la Provincia de Santa Fe por ejemplo los aumentos en los servicios públicos estuvieron congelados por un Amparo Judicial, implementándose finalmente los nuevos cuadros tarifarios a partir del 29 de enero del corriente año y aplicándose la totalidad del aumento a partir de febrero. Esto produjo que el rubro de Vivienda y Servicios del Índice de precios santafesino llegara al 6% en enero y se duplique (+12,4%) en febrero (variaciones intermensuales). Por su parte, las expectativas de inflación recogidas por el BCRA en su informe de Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) se mantienen pesimistas respeto del cumplimiento de la meta inflacionaria. Para el área metropolitana (CABA y GBA) la creencia de los distintos consultados acerca de la inflación anualizada a diciembre del corriente año llegan al 20,8%, casi 4 puntos porcentuales por encima del 17% prefijado.
En el último apartado, el informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda se encarga de examinar diferentes aspectos técnicos del actual índice de precios que publica el Indec. Como se sabe, este indicador partió de la base de validar la encuesta de gastos 2004 y 2005, realizando leves modificaciones y adaptaciones. Entre otros aspectos criticables, nos interesa centrar el análisis sobre ciertas distorsiones actuales del índice, producto de la notable alteración de precios relativos del último año. Es que, producto de los saltos tarifarios en una gran cantidad de bienes y servicios públicos, la canasta de las familias cambió su composición, y la relación entre el gasto en estos ítems y el resto de los productos también se vio modificada. La única respuesta de los técnicos que definieron el nuevo diseño del indicador oficial es que en todo índice de cantidades fijas las ponderaciones no son estrictamente inmutables, sino que se van adecuando de acuerdo a los ponderadores implícitos, que captan parte de las modificaciones de precios relativos. No obstante, no menos cierto es que en entornos de alteraciones muy pronunciadas, este efecto no responde con la velocidad suficiente como para garantizar que en los meses más cercanos a los saltos –por ejemplo, los fuertes incrementos tarifarios- el índice de inflación no subestime su efecto.
Como puede observarse en el siguiente gráfico, los economistas de la UNDAV exhibieron diferentes servicios de consumo general, junto al gasto mensual estimado en el servicio, implícito al índice de precios del Indec. El mismo, se obtiene a partir de la estimación de un nivel de factura media del servicio y el cálculo del nivel de gasto acorde a la ponderación de cada rubro de la canasta de consumo.
Niveles de gastos que subyacen a las ponderaciones del IPC
(en $ corrientes)
Fuente: producción propia en base a metodología IPC-Indec e información de mercado
Con todo lo anterior, del estudio de los investigadores del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV, se desprenden las siguientes conclusiones sintéticas sobre los índices de precios al consumidor y la coyuntura actual en materia inflacionaria:
El poder ejecutivo implementó desde finales de 2015 un sistema de metas de inflación, bajo la afirmación de que los desajustes de precios eran el principal problema macroeconómico.
Para medir los resultados en el combate a la inflación, modificó la metodología anterior del índice de precios que publica el Indec. Uno de los principales cambios fue el ajuste de las ponderaciones (peso relativo) de consumo de bienes y servicios, de acuerdo a la canasta de la encuesta nacional de gastos del año 2004/2005.
Dada la modificación en los hábitos de consumo y el importante cambio en precios y en cantidades a partir de los reajustes tarifarios desde 2016, las ponderaciones del índice IPC-Indec no parecen reflejar correctamente el consumo de los hogares.
Así, por ejemplo, una familia promedio, que pague una tarifa de gas, luz o agua de $200, debería tener ingresos de casi $22.000, $57.150 o $62.500, respectivamente.
Por su parte, un matrimonio que destine $6.000 totales al alquiler de un departamento, debería tener un ingreso de alrededor de $82.400, de acuerdo a la ponderación de 3,65% que da el índice de precios del Indec al alquiler de viviendas.
Independientemente de los aspectos técnicos, en la práctica el proceso de desinflación del corriente año no se viene desarrollando a la velocidad que enuncia el poder ejecutivo.
Del relevamiento de los 17 principales institutos, centros y consultoras que miden evolución de precios, se desprende que en ningún caso la inflación anualizada –en función al acumulado del primer bimestre del año- se encuentra dentro del objetivo esperado por el BCRA.