El macrismo, con Elisa Carrió a la cabeza, no quiere saber nada con Joanna Picetti, octava candidata del PRO en la Ciudad de Buenos Aires. El motivo: tiene dos denuncias judiciales por parte de su ex esposo por cuestiones vinculados con sus hijos. Sin embargo, Cambiemos nada dice sobre Gladys González, que acumula varias causas en diferentes juzgados.
La moral de Carrió es extraña, tiene pliegues. La diputada y actual candidata amarilla en suelo porteño dejó en claro que no quiere saber nada con Picetti entre a la Legislatura de la Ciudad por la lista que ella encabeza. No importa que la mujer tenga relación con el ministro de Obra Pública, Rogelio Frigerio.
Mientras tanto, la misma Carrió nada dice sobre la segunda candidata de Cambiemos en provincia de Buenos Aires, González, que acumula varias causas en diferentes juzgados por supuesto pedido de coimas y por su cuestionada intervención del gremio SOMU. En ese caso, dos investigaciones son llevadas adelante por los jueces Rodolfo Canicoba Corral y María Servini de Cubría. Entre otras cuestiones, se la investiga por "malversación, estafa y defraudación".