Más cínico que nunca, Macri dijo que “los jubilados no van a perder”, justificó la represión y minimizó el malestar popular
El presidente brindó una conferencia de prensa para defender la reforma previsional sancionada por el Congreso. A pesar del recorte de 100 mil millones de pesos sobre los que menos tienen, aseguró que su “prioridad” son los niños y los jubilados. Agradeció “la labor” de la policía, responsabilizó a la oposición por “la violencia” y hacia el final habló de los cacerolazos.
En la realidad paralela que construye Mauricio Macri, el saqueo a los jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo es para “defenderlos del peor mal que hayan sufrido que es la inflación”.
A pesar de que la reforma previsional sancionada por el Congreso le recortará a esos sectores unos 100 mil millones de pesos, el presidente dijo que “todo lo que estamos haciendo tiene que ver con abrirles la puerta a un mejor futuro”.
“Tengo dos ejes prioritarios: en primer lugar la niñez, los chicos de 0 a 5 años, que reciban todo lo que necesitan para que arranquen la vida teniendo las mismas oportunidades, hayan nacido donde hayan nacido. Y la segunda es cuidar a nuestros jubilados”, sostuvo y agregó que con la reforma “los jubilados no van a perder”, sino que “le ganarán a la inflación”.
Luego justificó la represión, acusó a “diputados de la oposición” de “incitado la violencia” y hasta le agradeció “a la policía la labor que llevó a cabo el día de ayer y el día jueves, defendiendo la institucionalidad de nuestro país y la democracia”.
“Lo que pasó ayer y el día jueves fueron claramente hechos orquestados y la justicia está investigando, el juez Claudio Bonadío lo que pasó el jueves, el juez Sergio Torres lo que pasó ayer, y la verdad que confío en lo que están haciendo ellos, contrariamente a lo que hizo la jueza porteña López Vergara invadiendo competencias que no le correspondían”, dijo al apuntar a la magistrada que había dictado una cautelar para limitar la represión de las fuerzas de seguridad.
Al ser consultado por los multitudinarios cacerolazos de anoche a lo largo de todo el país en contra de la reforma previsional, el presidente los redujo a protestas casi aisladas de personas que no llegan a comprender sus intenciones.
“Respeto que haya gente que piense que estas reformas que estamos planteando no son buenas, es lógico. Lo que les pido a ellos es que no duden por un instante de nuestra intencionalidad. Se las estamos proponiendo porque los va a ayudar”, señaló antes de cerrar la conferencia en la Casa Rosada.