La interna entre Dujovne y Sturzenegger, detrás de la crisis económica del gobierno nacional
Todos los especialistas coinciden: el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, le ganó una pulseada a Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central. El presidente Mauricio Macri fue el que terció entre las diferentes miradas económicas en el Gobierno. Lejos quedaron los días en los que Cambiemos se jactaba sobre una supuesta "independencia" del Central. Sturzenegger debió subordinarse a la estrategia de Casa Rosada.
¿Qué pasó? Era un secreto a voces que tanto Dujovne como Luis Caputo, ministro de Finanzas y responsable del fenomenal endeudamiento que el macrismo lleva adelante, querían que el Central relajará su meta de inflación. El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, también acompaña esa idea. El ala política le puso límites al ala más ortodoxa del oficialismo.
De fondo, el Gobierno enfrenta tres grandes problemas que tienen nombres propios. Por un lado, el Banco Central acumula un rojo descomunal vía las LEBACS y su política de tasas altas. Su explicación: mientras la inflación siga alta, las tasas no pueden bajar.
Después, aparece Dujovne que busca controlar el déficit fiscal que en parte heredó del kirchnerismo y que por propia responsabilidad agrandó (también Prat Gay hizo lo propio en 2016). El crecimiento del déficit se explica por dos motivos: por la baja de impuestos a los sectores más ricos y el peso de los intereses de la deuda externa. Dujovne ya encaró el ajuste sobre los jubilados, pensionados y beneficiarios de la AUH: ahora quiere que el Banco Central relaje las tasas para que no sigan teniendo impacto negativo sobre la actividad, que sigue parada, excepto por el dinamismo de la obra pública. Desde 2015 no se crean puestos de trabajo nuevo, excepto en el Estado o entre los monotributistas.
Por último, aparece Luis Caputo, responsable de la deuda. Tanto él como el resto de sus compañeros de Gabinete saben que el endeudamiento no será eterno. En dos años, el macrismo tomó más empréstitos que cualquier otro país en vías de desarrollo. Eso no es sustentable en el mediano tiempo. Si la economía no crece (en 2017 sólo recuperó lo perdido en 2016) tarde o temprano la deuda será un problema. La cuenta que hace parte del oficialismo es la siguiente: con tasas del 30%, ¿quién se animará a producir si puede ganar mucho más apostando a la Bolsa?
De fondo, está la pregunta por el modelo económico macrista. ¿Es sustentable en el medio plazo? ¿Es viable apostar todo a la "integración al mundo" y descartar al mercado interno y la producción local? ¿Dará resultados la estrategia de perdonar impuestos a los sectores más ricos como promotor del empleo?