"Yo soy memoriosa y he pasado por todos los gobiernos, dictaduras, gobiernos constitucionales, pero pocas veces he visto lo que que estoy viendo ahora, en el sentido de las necesidades de la gente", disparó Mirtha Legrand frente a la presencia del nuevo ministro de Energía y Minería, Javier Iguacel.
"Yo voté a este Gobierno y también aposté al cambio. La gente no puede tener ánimo cuando no llega a fin de mes, cuando una familia no tiene para pagar las cosas básicas", sumó una de las invitadas, Barbie Simmons.
Ante eso, la respuesta del funcionario dejó a todos bastante atónitos. "El cuento de los tres chanchitos es un buen ejemplo de cómo podemos hacer las cosas", explicó Iguacel.
"Podemos buscar nuevamente las soluciones mágicas y volver a construir la casita de palitos, como fue en el 2002 aplaudiendo el incumplimiento nuestro hacia el mundo o como fue en el 92, 93, que hicieron todos estos sistemas perversos que tuvimos, y al primer viento se va. La podemos hacer de barro; primera lluvia, se va. O la podemos hacer de concreto, con cimientos", intentó persuadir el titular de la cartera de Energía a sus interlocutores.
"Pero van casi tres años de gobierno y las cosas cada día están peor", constó Simons, y cosechó nuevos apoyos entre el resto de los presentes en la mesa.
"Estamos en un proceso de competencia. Acá había un sistema en el que no había muchas ganas de competir, y lo que les he dicho es: 'Señores, compitan'. Acá tienen que buscar que cada uno optimice sus inversiones, pero también cuide a sus clientes…", argumentó el funcionario.
Finalmente, ante los cuestionamientos de la conductora por la desregulación de los precios de los combustibles, Iguacel respondió: "Bueno, vos eras actriz, tenías tu caché y cobrabas en función… quiero decir: vivimos en una sociedad libre y la ley de hidrocarburos desde el 64 da esa libertad. Lo que pasa es que cada uno no cobra lo que quiere porque si cobra caro no vende, es decir, nuestra misión es asegurar que no haya cartelización", explicó.
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Fuente: El País Digital, Revolución Popular