Después de haber concretado su larga amenaza de presentar un pedido de juicio político contra el ministro Germán Garavano, la diputada Elisa Carrió volvió a desafiar al presidente Macri, esta vez para que la expulse de la alianza Cambiemos. “Me puede echar, no tengo problema en irme”, dijo y advirtió que si eso ocurre ella va a “seguir peleando por la verdad y la justicia”.
La referente y reconoció que el tenor de sus cuestionamientos tensa cada vez más su relación con el jefe de Estado. “Yo confío en que el Presidente va a recapacitar. Estoy de acuerdo con que no es el momento porque sería como que yo le ganara una disputa”, atizó.
No obstante insistió con que no tiene inconveniente en retirarse de la coalición Cambiemos pero dejó claro que no lo hará por voluntad propia. “Si (Macri) se cansa me puede echar, no tengo problema en irme. Pero voy a seguir peleando por la verdad y la justicia".
Así y todo, la diputada insistió con sus cuestionamientos. Dijo que existe "un acuerdo para lograr la impunidad de (el senador Carlos) Menem, entre el PJ y Cambiemos. Quieren limpiar eso y postergar lo más posible el tema de (la senadora) Cristina” Kirchner".
También defendió su pedido de juicio político para el titular de la cartera judicial al sostener que "para nosotros es una cuestión de principios, no importa que no prospere". "Alguien habrá entendido que yo discutí la autoridad pero no, yo ejercí una facultad que es el pedido de juicio político, en ningún momento pedí la renuncia", agregó.
Por cuestiones como esas, Carrió subrayó que “muchos dirigentes importantes, queribles, adorables, nos sentimos usados" en Cambiemos. "Quiero que la sociedad entienda que no quiero romper Cambiemos, pero tampoco puedo romper mi conciencia, a mi la gente no me vota para que mienta", expresó durante una entrevista por La Nación+.