Alberto Fernández participa del velorio a Diego Maradona
El presidente Alberto Fernández llegó a la Casa Rosada a las 10.50 de la mañana para participar del multitudinario velorio a Diego Armando Maradona, que falleció de manera repentina este miércoles 25 de octubre como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada”
El Presidente llegó en helicóptero acompañado por su pareja Fabiola Yáñez y su equipo de trabajo más cercano e ingreso a la Casa de Gobierno por una de las explanadas para darle el pésame a la familia del astro del fútbol. Mientras tanto se detuvo el ingreso de las miles de personas que esperan para darle el último adiós.
A media mañana habían llegado el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, y jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien esperó a Alberto Fernández al ingreso de la Casa Rosada. También se pudo ver al periodista Miguel Ángel “Titi” Fernández.
El Presidente suspendió dos reuniones que tenía en agenda y decretó el duelo nacional por tres días por la muerte de Diego Maradona, medida a la que también adhirió esta mañana el Gobierno de la provincia de Buenos Aires. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también se esperaba que participara.
El velatorio íntimo en el Salón de los Pueblos Originarios de la Casa Rosada se realizó a cajón abierto para sus familiares directos, su exesposa Claudia Villafañe, sus hijas Dalma y Gianinna, amigos y ex compañeros especialmente autorizados, entre ellos varios integrantes del plantel campeón del mundo en 1986.
Mientras tanto miles de personas aguardaban en una fila que se extendía a lo largo de varias cuadras desde la Plaza de Mayo hacia la avenida 9 de Julio poder ingresar a la Casa de Gobierno a dar el último adiós, de apenas unos segundos, al astro.
Las puertas de la Casa de Gobierno se abrieron pasadas las 6 de la mañana para el ingreso de los fieles adelantados, que hicieron vigilia desde anoche en la Plaza de Mayo con el objetivo de ingresar por la entrada de la calle Balcarce para despedir al ídolo mundial.