Martín Yeza salió a defender que el municipio persiguiera a churreros. De los cuatriciclos, que usan clases medias y altas, nada para decir.
El intendente de Pinamar, Martín Yeza (PRO), salió a defender que el municipio hostigara a los vendedores de churros y helados, porque “molestan en la playa”, aseguró el jefe comunal. Sin embargo, el descontrol es total en lo que hace a los cuatriciclos.
Pero claro, los vendedores ambulantes son pobres y los usuarios de los vehículos playeros son de clase media y alta. Ante estos últimos, el municipio de Pinamar deja hacer. No vaya a saber que alguien los moleste. El tema es que ese descontrol termina en heridos y muertes.
En los últimos días se registraron dos nuevos accidentes provocados por quienes utilizan los cuatriciclos y, para peor, una de las víctimas se encuentra en grave estado. Por la suma de casos el hospital municipal se encuentra colapsado por la atención a víctimas de este tipo de accidentes.
Según informó el diario Perfil, uno de los siniestros ocurrió cuando un conductor viajaba por los médanos y se llevó por delante un alambre que separaba a una propiedad privada.
El otro caso fue a raíz de que quien manejaba perdió el control del vehículo (algo bastante habitual con estas máquinas), volcó y el rodado cayó encima suyo, lo que le provocó un “politraumatismo interno sangrante”, según el parte médico, reseñó Infonews. Yeza no comentó nada sobre estos sucesos. ¿Nadie controla?