Procurador boliviano aseguró que la ayuda de Mauricio Macri en el golpe contra Evo “está probada”
Para el jefe de los fiscales de Bolivia, los rebeldes bolivianos que organizaron el levantamiento que condujo a la renuncia de Morales tenían apoyo directo de la Casa Rosada y de otros líderes regionales.
El Procurador general de Bolivia, Wilfredo Chávez, aseguró que la ayuda de Mauricio Macri en el golpe contra Evo Morales “está probada” y que el gobierno argentino efectivamente envió armamento para favorecer su derrocamiento en 2019.
El jefe de los fiscales reveló que los grupos rebeldes bolivianos “tenían apoyo directo de la Casa Rosada” e incluso de otros países vecinos que favorecieron la renuncia y destitución de Morales. El ingreso de armas se realizó de forma totalmente “irregular e ilegal”.
“No sólo fue Argentina, sino también Ecuador. La información que hemos obtenido es que, efectivamente, durante los días del golpe se realizaron gestiones para que los gobiernos se apoyaran en el suministros de armas”, explicó.
Si bien Macri negó cualquier implicación de Cambiemos en el envío de armamento, esto estaría revelado en pruebas escritas que se hallaron recientemente. Chávez fue tajante y agregó: “Creo que este proceso concluirá con una acusación” contra el ex jefe de Estado argentino.
“Estamos hablando de un golpe de estado… y también de acciones posteriores al golpe… ayudar a un gobierno asesino, criminal, que tomó el antiguo palacio de gobierno precisamente para reemplazar los cargos políticos que las urnas les habían negado por tanto tiempo”, continuó Chávez.
Chávez también se refirió a un supuesto encuentro entre la entonces presidenta en funciones de Bolivia, Jeanine Áñez, y el brasileño Jair Bolsonaro, cuando en teoría “Áñez nunca salió del país”, lo que agregaría a Brasil a la lista de colaboradores extranjeros. “El primer gobierno que reconoció (a Áñez como presidenta) fue el de Bolsonaro a las pocas horas de asumir”, señaló Chávez.
“Queremos llegar a la verdad histórica de lo que pasó en ese noviembre, antes y después de que esta gente tomara por la fuerza el gobierno de Bolivia”, explicó.
Chávez confiaba en que su investigación demostraría la existencia de ayuda extranjera, particularmente de Macri en Argentina y de Lenín Moreno en Ecuador.
Sobre Áñez, Chávez explicó que había que considerar dos temas: primero, cómo aceptó ser presidenta cuando no era la siguiente en la línea de sucesión tras las renuncias de Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera, por lo que debe ser juzgada “como ciudadano común” que tomó el poder. Y luego está el “terrorismo, la sedición, las masacres”, con una tercera causa en su contra a cargo del Ministerio de Justicia por “delitos cometidos en el ejercicio de las funciones de quien ejerce la presidencia de facto”.