Blaquier fue un cliente VIP de la secta conocida como Escuela Yoga Buenos Aires (explotaban sexualmente a mujeres)
Testimonios, documentos y hasta escrituras acreditan que el poderoso empresario Carlos Pedro Blaquier —dueño de la agroindustrial Ledesma— fue uno de los clientes de la secta conocida como Escuela Yoga Buenos Aires (EYBA), que tenía a mujeres jóvenes en situación de servidumbre y explotación sexual.
No es la primera vez que Blaquier, de 95 años, está relacionado con delitos muy grave. Durante muchos años estuvo acusado por su su responsabilidad en el secuestro y desaparición de personas ocurridos durante la dictadura. La Justicia nunca quiso investigarlo seriamente y siempre quedó al margen.
Desde los años 80, funcionó en Buenos Aires una secta que se dedicaba a captar a personas en situación de vulnerabilidad. Les ofrecían, por ejemplo, tratamientos médicos o mejores condiciones de vida. En algunos casos, las endeudaban para que no tuvieran otra escapatoria más que aceptar la situación de servidumbre y explotación. En el entramado también participaban médicos y abogados.
La organización reclutaba a distintos grupos de mujeres que eran obligadas a mantener encuentros sexuales a cambio de dinero. Dentro de la EYBA, eso se conocía como “geishado VIP”. En general, esos encuentros tenían lugar en distintos departamentos de la Ciudad de Buenos Aires.
Un testigo de cómo funcionó esa organización criminal se refirió a los encuentros entre el empresario azucarero y una de las chicas que eran sometidas por la secta, tal como lo recogen en un extenso dictamen el fiscal Carlos Stornelli y la fiscala Alejandra Mángano, titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex). “Entre las ‘personas de poder’ tuvo la oportunidad de conocer al director o presidente de la compañía ‘Azúcar Ledesma’, un hombre mayor que concurría asiduamente, a quien luego conoció como Carlos Pedro Blaquier”, dice el testimonio extractado.
“La escuchaba llorar previo a los encuentros con Blaquier por no querer estar con él, situación en la que siempre mediaba ‘Mendy’”, agrega la persona que brindó su testimonio. “Mendy”, en realidad, era Susana Mendelievich, la encargada del “Geishado VIP”. Como tal era quien se encargaba de la selección de las “alumnas” de la secta para los encuentros sexuales con personas de alto poder adquisitivo, reseñó Página 12.