Cristina recibió decididos apoyos internacionales en su lucha contra el lawfare y la proscripción
Acompañada por ex mandatarios hispanoamericanos, destacados juristas internacionales y militantes políticos, la vicepresidenta realizó un discurso donde dejó fuertes definiciones y desafíos del mundo, el continente y el país.
Por Ignacio Corradi y Santiago Masetti
En el marco de la cumbre del Grupo de Puebla celebrada ayer martes en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y del Foro Mundial de Derechos Humanos (FMDH2023), el discurso de la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, no sólo sirvió para abordar las catastróficas consecuencias del fenómeno del lawfare en América Latina, sino para repasar buena parte de la historia política, social y económica argentina y para leer, muy entre líneas, una potencial candidatura de la ex mandataria para las elecciones de octubre próximo que despierta la esperanza de muchos.
Antes de la intervención de la Vicepresidenta en la “Ballena Azul” del CCK, se realizó un panel que contó con la presencia de la abogada brasileña del Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD), Gisele Ribocom; la jurista hispanoecuatoriana Adoración Guamán; la historiadora Silvina Romano; el senador Oscar Parrilli el diputado español Enrique Santiago (Unidas Podemos); el hispano-argentino Gerardo Pisarello (Unidas Podemos-En Comú Podem) y el diputado Eduardo Valdés.
Esa mesa, que funcionó como una especie de banda soporte, fue la encargada de presentar el libro “Objetivo: Cristina. El lawfare contra la democracia en Argentina”, editado y producido por el Grupo Puebla. Allí también intervino el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien relató las diferentes peripecias del lafware en su país, que lo llevó a la proscripción y al exilio, tras 51 denuncias penales.
Una vez finalizadas las exposiciones de los destacados juristas, legisladores e intelectuales hispanoamericanos, desde todos los rincones de la Ballena Azul comenzaba a escucharse el fuerte cántico de “Cristina presidenta” que con atronadora rapidez inundó todos los rincones de la enorme sala del CCK.
Antes de que empezara la conferencia de Cristina titulada: “Voluntad popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia”, la Vicepresidenta recibió el apoyo de los ex mandatarios de Bolivia, Ecuador, Colombia, Uruguay y España, quienes en diferentes intervenciones cuestionaron las sentencias en las causas en su contra, destacando las contradicciones, inconsistencias técnicas y lo endeble de las argumentaciones plasmadas en las mismas. Luego recordaron muy especialmente la figura de Néstor Kirchner, destacando su activo rol en la política regional y hasta realizaron diferentes paralelismos históricos entre San Martín, Evita y la propia Cristina.
Al llegar el momento del discurso de la ex presidenta, una vez más los asistentes volvieron a entonar la canción de “Cristina Presidenta”, la cual funcionó como introducción para el comienzo del discurso de la figura central de la política en nuestro país.
Un poco de historia: partido militar y lawfare
Luego de la caracterización del concepto de lawfare hecha por los mandatarios y panelistas expertos en el tema, Cristina hizo un lúcido análisis del fenómeno en perspectiva histórica haciendo un paralelismo entre lo que fue el rol del partido militar durante buena parte del siglo XX y el que hoy cumplen de manera coordinada los medios de comunicación hegemónicos que mediante distintas teatralizaciones dictan sentencias, mientras que el poder judicial las convalida, siendo así el lawfare un instrumento de perturbación de la vida democrática y constitucional del país.
En tal sentido CFK destaco que “el lawfare es lo que el partido militar fue a los gobiernos populares del siglo XX y que hoy en día se aplica contra los gobiernos populares, nacionales y democráticos del siglo XXI”.
Por otro lado se reconoció como “hija de aquella Argentina de la movilidad social ascendente que tuvo su mejor representación en el peronismo”, este modelo pese al derrocamiento del peronismo por parte de la revolución fusiladora del 55´ mantuvo algunos de sus rasgos y resistió pese a las inestabilidades propias de aquellos años con ciclos pendulares de gobiernos civiles y militares endebles, sumado a la larga proscripción y el exilio forzado del principal y más legitimo líder político del país; por ello resalto que: “el punto de inflexión histórico se dio con el golpe de Estado de 1976 con consecuencias sociales, económicas y culturales, cortando con el modelo de producción, acumulación y trabajo. Constituyo el punto de inicio de la economía bimonetaria”.
La era de los gobiernos nacional populares
Por otra parte, Cristina recordó el legado de los doce años y medio de gobiernos nacionales y populares, periodo que coincidió con el de otros procesos similares en la región, que permitieron construir un rumbo distinto para América Latina luego de la debacle neoliberal. En ese sentid, recordó la situación heredada producto de la implosión del modelo neoliberal de los 90s que desembocó en la fatídica crisis del 2001 y en sus conocidas consecuencias: el drama social ,económico, y en especial al descrédito de la dirigencia política y de los poderes del Estado, sobre todo, los poderes legislativos y judiciales. “Hay algunos candidatos de la oposición que hoy opinan como si hubieran salido de un cráter marciano, pero que fueron parte de aquel gobierno de la Alianza”, destacó.
La vicemandataria caracterizó como logro “el haber reconstruido el estado democrático constitucional” desde el 2003, que incluyó en el plano institucional la reconstrucción de los poderes, mientras que en el plano social y económico el ganar autonomía como país, quitándose de encima el yugo del FMI, recuperando los sectores estratégicos entregados en los 90s: YPF, complejo científico tecnológico, AFJP etc., generándose así una “década virtuosa tanto en el plano nacional como regional donde se redujo la desigualdad económica y social”.
Restauración neoliberal, lawfare e impugnación de los gobiernos nacional populares
Más adelante, la vicepresidenta analizó el periodo macrista iniciado en 2015, destacando en primer lugar que la realidad del país que ella había dejado distaba notoriamente de ser la misma del relato difamatorio que se montó mediáticamente, donde la cuestión de la corrupción y los eslóganes como “se robaron un PBI” o “se robaron todo” estaban a la orden del día y sirvieron para justificar el astronómico y ruinoso crédito al FMI.
Cristina citó incluso las declaraciones hechas en su momento por el ex ministro macrista Nicolás Dujovne y del Jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta que contradicen el relato mediático oficial del macrismo y ratifican que el kirchnerismo dejó niveles de endeudamiento insignificantes y un banco central con reservas. “La persecución”, dijo Cristina, fue en definitiva “por haber impulsado un modelo político social y económico diferente, con distribución de la riqueza con importante participación de los trabajadores en el PBI”. La vicepresidenta concluyó el análisis del gobierno macrista preguntando: ¿Me quieren decir que hicieron en cuatro años que dejaron el país hecho percha?
En relación al lawfare destacó que sus objetivos son: La criminalización de una forma determinada de hacer política, esto es la de los proyectos nacionales que representan los intereses populares de movilidad social, de distribución del ingreso etc. Y por otro lado el disciplinamiento de la dirigencia política para disuadirla de emprender modelos y políticas similares en el futuro. Para finalizar cristina resaltó que hoy como ayer la pelea de fondo es por el modelo económico.
Los dramas de nuestro tiempo
Casi en el tramo final de su exposición, la vicepresidenta se refirió a los problemas de nuestro tiempo: narcotráfico y recursos naturales. En cuanto a este tema señaló que el mismo surge con el repliegue del estado alimentado por el modelo neoliberal, y que para combatirlo de verdad hace falta poner más el foco en el sistema financiero que en palabras de Cristina “es el que lava la guita al narco” permitiendo así el funcionamiento y blanqueo del negocio, y no tanto en el narcomenudeo. Esto claramente en contestación a las propuestas demagógicas y reaccionarias de ciertos candidatos que creen que imitando el modelo del presidente de El Salvador Nayib Bukeleo, sacando tropas a las calles podrán solucionar un problema estructural que requiere tomar medidas igualmente estructurales y no superficiales y de claro oportunismo electoral.
Los recursos naturales también fueron mencionados por CFK, en tal sentido dijo “vienen por ellos”, y si bien no señaló puntualmente a nadie, su advertencia se da en un contexto de competencia geopolítica por los mismo, hace pocos días la jefa del comando sur de EE.UU, Laura Richardson, se refirió a los recursos naturales de América Latina como si fueran los de Washington, lo que le valió el repudio de algunos funcionarios y gobiernos. Por todo ello dijo cristina es necesario contar con un poder judicial realmente democrático.
Sin duda alguna, la jornada dejó en claro que Cristina pasó a ser la referencia central de todo proyecto nacional, popular, democrático y progresista en América Latina, en tiempos donde el coraje y la valentía no abundan a la hora de hacer política para las grandes mayorías.