El gobierno de Milei va instalando la hipótesis del “enemigo interno”
A medida que la situación económica y social se va deteriorando, distintos funcionarios del gobierno libertario insinúan la existencia de planes de desestabilización con participación extranjera.
Por Ignacio Corradi
A medida que la situación económica y social del país se va deteriorando producto de las políticas de ajuste impulsadas por el gobierno de La Libertad Avanza (LLA), junto a la recesión económica y la creciente inflación que no dan tregua repercutiendo en un fuerte malestar social, desde el gobierno de Javier Milei se comienza a desplegar un llamativo y sospechoso discurso que remite a los tiempos más oscuros de la historia del país donde un supuesto “enemigo interno” estaría al acecho tratando de socavar al gobierno.
El primero en sostener esta teoría fue el propio Javier Milei, durante una reciente entrevista al Financial Times afirmo: “Hay cero posibilidades de que se produzca un levantamiento social, a menos que haya un evento con motivaciones políticas o ,uno que involucre a infiltrados extranjeros”, indicó, y aseguro: “Los gobiernos de izquierda trabajan juntos para intentar sabotear a aquellos que no son como ellos”.
Estas declaraciones y percepciones son compartidas por otros funcionarios del gobierno, en este sentido la canciller Mondino le dio cierto aval a la teoría del enemigo interno propiciada por Milei, así lo sostuvo en el canal de noticias TN durante una nota en que tiene su introducción con la afirmación del periodista Nicolas Wiñazki “Javier Milei dijo que le tiene miedo a alguna agitación social porque se detectó que en esas movilizaciones hubo venezolanos y cubanos infiltrados“, a lo que Mondino respondió “Lamentablemente es así , esta comprobado de varias maneras, algunos inclusive parecían periodistas…” a lo que Nicolas Wiñazky interrumpiendo a la canciller acotó “o sea hay inteligencia cubana y venezolana en argentina”. Mondino contestó a dicha afirmación recordando los sucesos del estallido social en Chile de 2019: “acordate que en los disturbios que hubo hace dos años en Chile también eran gente de otros países y que tienen aparentemente un grado de preparación importante… y en Ecuador me parece ,no estoy muy segura, no es una afirmación pero me parece que había gente de otros países”. , a lo que el periodista Jonatan Viale preguntó ¿pero son agrupaciones que vienen acá a voltear al gobierno de Milei? A lo que la canciller respondió: “Bueno son cuentapropistas, alguien les paga para que hagan lio” Además afirmó (siempre sin presentar pruebas concretas) que “durante el gobierno anterior estos grupos tenían libertad para entrar y salir”, y afirmo que “el premio por quitarlo a Javier debe ser muy grande supongo”… “hay unos videos preciosos de Maduro saludando a argentinos“, a lo que Wiñazqui volvió a agregar “la cuestión del avión iraní”, dando a entender o forzando de esta forma la existencia de algún tipo de red de complicidad o eje del mal imaginario aunque sin aportar la mas mínima prueba.
Otra de los funcionarios clave del gobierno que viene respaldando y difundiendo esta teoría es la ministra de seguridad Patricia Bullrich, la misma expuso sus ideas durante la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC) que reúne a espacios y referentes conservadores y de la extrema derecha estadounidense y europea. En dicho evento la ministra ensalzó su protocolo anti piquetes, elogió el modelo de seguridad del mandatario salvadoreño Nayib Bukele a quien le manifestó personalmente: “queremos seguir el modelo que ustedes están llevando adelante”.
Por otro lado destaco que “la seguridad es inescindible de la libertad económica” y en consonancia con las afirmaciones de Mondino y Milei destaco la existencia de un asociación o complot entre piases de la región (la ministra cito a Bolivia y Venezuela) con grupos terroristas como Hezbollah y Hamas que (siempre según la ministra) operarían en la denominada “triple frontera”, destacando además que las democracias “enfrentan métodos desestabilizadores directos y otros de extorsión e incluso fake news, para tensar instituciones democráticas”, Esto podría dejar la puerta abierta a algún tipo de censura o limitación a la libertad de expresión, ya que con el pretexto del terrorismo y la desestabilización se podría decidir a discreción que es una fake news de lo que no y que es periodismo “independiente” y que un “instrumento de desestabilización”, como diría el propio Milei “una policía del pensamiento” cuya manipulación de estas categorías o etiquetas le son de vital importancia para silenciar voces criticas al modelo económico que se pretende impulsar bajo algún extraño pretexto de seguridad pública.
En conclusión las declaraciones hechas tanto por Milei como por el resto de los funcionarios de LLA son un claro indicador de que el gobierno prevé un escenario de mayor volatilidad, crispación y conflictividad social al calor de las medidas económicas de ajuste a las cuales se pide “seguir aguantando” por dos o tres años. Esto ya fue advertido por el propio FMI, el cual en un informe del mes de febrero destacó: “Dada la delicada situación social y el hecho de que el plan de estabilización tardará en materializarse, no se pueden descartar los riesgos de malestar social, incluso con cierto refuerzo de la red de seguridad social”.
En este contexto se vislumbra un abordaje policial del conflicto social donde se mezclan por un lado la necesidad del gobierno de mantener “pacificada a la sociedad” mediante distintos mecanismos de disciplinamiento (incluso con represión de ser necesario) a fin de introducir las “reformas estructurales” que demandan sectores del establishment global y sus intermediarios locales, intereses muy bien disfrazados con la frase de “el cambio que la gente voto”.
Para este fin, se hace necesario ir preparando el terreno con una teoría, discurso y también doctrina que legitimen llegado el caso la aplicación de la fuerza (entre otras posibles medidas violatorias de las garantías constitucionales). Por otro lado se mezclan consideraciones propias de la geopolítica donde influyen los nuevos alineamientos que el gobierno de Milei impulsa en materia de Política Exterior, en ese sentido el mandatario libertario sostuvo: “Argentina ha decidido volver al lado de occidente, al lado del progreso, al lado de la democracia y, sobre todas las cosas, al lado de la libertad”. Estos actores estatales con los que Argentina ha decidió establecer un alineamiento automático o mejor dicho un nuevo vinculo de vasallaje, ven a su vez en este contexto una valiosa oportunidad para instalar y desplegar sin obstáculos sus propias agendas de seguridad. De esta manera fortalecen su injerencia en el país y la región en función de sus intereses, colonizando las propias instituciones, en especial aquellas relacionadas con las fuerzas armadas y las agencias de seguridad e inteligencia del país, designando quienes y cuales son nuestras amenazas y ofreciendo una “mano amiga” para su mejor monitoreo y contención. Este concepto esta muy bien resumido por la propia ministra Bullrich quien insistió en la conferencia CPAC: “la necesidad de ver a América Latina como un socio en la seguridad global de EE.UU”. De esta manera el gobierno de LLA buscaría en lo interno constituir un estado minarquista reducido a un rol de gendarme que garantice las condiciones de un nuevo ciclo de profundas reformas regresivas, y en su vinculación con el exterior hacer del país un gendarme regional de los “aliados occidentales” en especial de los EEUU en momentos que compite con China por recursos e influencia.