Otra renuncia en el gobierno de Milei, esta vez por el escandalo en el área de pesca
Se tara del director de Control y Fiscalización Pesquera, quien presentó su renuncia en medio de una controversia ligada a supuestas presiones ejercidas por Cancillería para favorecer a un empresario chino.
Otra vez una baja. Esta vez en Cancillería. En un nuevo episodio que agita el escenario gubernamental, Julián Suárez, quien hasta el día de ayer se desempeñaba como Director de Control y Fiscalización Pesquera, ha presentado su renuncia en medio de una controversia ligada a supuestas presiones ejercidas por Cancillería en favor de un empresario chino.
La renuncia de Suárez, un funcionario de tercera línea que provenía del gobierno anterior, ha desencadenado una ola de especulaciones debido a los motivos detrás de su partida. Se dice que recibió una llamada intimidatoria por parte de un alto funcionario de Cancillería, bajo la dirección de Diana Mondino, para intervenir a favor de un buque pesquero vinculado a un empresario chino.
El problema está vinculado con la pesca. La merluza negra es una especie altamente codiciada y escasa en el mercado. Con un precio de venta que puede alcanzar hasta los USD 30,000 por tonelada, su valor comercial es considerablemente elevado. En el Mar Argentino, se autoriza la pesca de alrededor de 3,700 toneladas de merluza negra por año. Por lo tanto, el hallazgo de 163 toneladas en un solo barco en un día representa una cifra significativa, equivalente a casi 5 millones de dólares en valor de venta final.
El ahora ex Director de Control y Fiscalización Pesquera ocupó su cargo durante toda la gestión de Alberto Fernández y contaba con 15 años de experiencia en el ámbito gubernamental. Ayer, presentó su renuncia de manera irrevocable ante el Subsecretario de Pesca, Juan Antonio López Cazorla.
Cabe señalar que la subsecretaría está bajo la órbita de Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía (anteriormente Agricultura), quien a su vez está dentro del organigrama del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.
La salida fue intempestiva y, según cuenta el sitio especializado Revista Puerto, es producto de “amenazas” de la Cancillería vinculadas al buque Tia An.
Según cuenta ese medio, el ministerio que conduce Diana Mondino presionó a Suárez luego de la decisión del entonces funcionario de hacer volver el barco a puerto por ejercer actividades de pesca ilegal con la captura de 142 toneladas de merluza negra.
En este contexto, Suárez denunció que recibió llamadas intimidatorias de Pablo Ferrara, funcionario de Cancillería y sobrino de Mondino que lo instó a dar de baja la orden.
Según el medio LPO , en las Fuerzas Armadas hay inquietud por las posibles consecuencias en el cambio impuesto en el Régimen Nacional de Pesca que provocó el rechazo de los gobernadores patagónicos, que consideran que entrega el Mar Argentino a flotas extranjeras.
Como adelantó este medio, el cambio dispuesto e incluido por el gobierno en la ley ómnibus es considerado por las provincias como “una entrega” de los recursos del Mar Argentino a flotas extranjeras, que barrerá con los empleos del sector.
Fuente: con información de LPO y revista puerto