Con el eslogan “pauta cero” Milei había prometido que su gobierno no destinaría fondos a la publicidad oficial durante un año. Sin embargo, esta promesa duró apenas unas semanas.
Así lo revelo un informe de la revista Noticias, a partir de enero, la pauta oficial empezó a aparecer en los medios que han sido afines a su gobierno desde el comienzo, mientras que los medios críticos, han sido excluidos de la distribución de estos recursos. La supuesta “pauta cero” no se aplica para los medios que apoyan a Milei; para ellos, el flujo de recursos ha estado completamente abierto.
Un informe de la empresa Kantar Ibope Media, especializado en mediciones de audiencia, revela los números detrás de esta estrategia.
Aunque la pauta no llega directamente desde la Presidencia, sí se distribuye a través de organismos estatales como YPF, Aerolíneas Argentinas y el Banco de la Nación a las cuales el gobierno utiliza para repartir fondos a medios aliados. En los primeros seis meses del año, YPF ha destinado más de 125 mil millones de pesos en pauta oficial, principalmente en televisión. Aerolíneas Argentinas ha contribuido con 547 millones, y el Banco Nación con 539 millones, sumando un total de 126.505 millones de pesos.
En lugar de “pauta cero”, el gasto asciende a más de 126 mil millones de pesos, a lo que se suman otros 100 mil millones de pesos en fondos reservados que, por decreto, Milei asignó a la SIDE. Estos fondos, que ya han sido utilizados en gran parte, no requieren rendición de cuentas, y existe una fuerte sospecha de que han sido destinados a cooptar periodistas y medios.
Los responsables detrás de la pauta
Guillermo Garat, vicepresidente de Relaciones Institucionales, Comunicación y Marketing de YPF, está al frente de la “gran vaca lechera” de la publicidad estatal. Garat es cercano a Santiago Caputo, asesor principal de Milei, encargado de distribuir la pauta y gestionar la relación con los medios. Ambos, junto con Rodrigo Lugones, formaron parte de la consultora Move y tienen vínculos estrechos desde la época en que trabajaban bajo la tutela de Jaime Durán Barba, el gurú ecuatoriano que asesoró a Mauricio Macri.
Caputo, según diversos empresarios de medios, es quien decide a dedo qué medios reciben publicidad oficial, y Garat se limita a ejecutar las órdenes desde YPF. En julio, el gasto publicitario del gobierno alcanzó su punto más alto, pasando de 76 mil millones en junio a 125 mil millones de pesos en un solo mes. Coincidentemente, también en julio, se promulgó el decreto presidencial que otorgaba 100 mil millones de pesos discrecionales a la SIDE, el organismo donde Caputo también ejerce gran influencia.
La estrategia de tercerización
Otra entidad estatal clave en la distribución de pauta es Aerolíneas Argentinas y el Banco Nación, que, al igual que YPF, dependen de Caputo para decidir cómo y dónde colocar la publicidad. Estas empresas, que no dependen directamente de la Presidencia, permiten al gobierno evitar cumplir con los criterios de distribución de pauta establecidos por la Corte Suprema el cual dictamina que los medios deben recibir un trato equitativo. Sin embargo, la pauta hoy se concentra en grandes medios y, curiosamente, en pequeñas publicaciones que no entrarían en los rankings de audiencia.
El papel de los intermediarios
Varios medios mencionan la presencia de consultoras como Alejandra Rafuls, quien asesoró a Caputo en el manejo de la pauta estatal, aunque asegura no tener un contrato formal con el gobierno. Rafuls tiene un largo historial de vínculos con operadores políticos, como Enrique “Coti” Nosiglia, y con Lugones, socio de Caputo y colaborador en la reestructuración de la SIDE.
Otra consultora involucrada en la distribución de pauta es Tonal, dirigida por los hermanos Jorge y Tomás Noguer. Aunque Tonal afirma que no maneja pauta de YPF, Aerolíneas o Banco Nación, varias fuentes aseguran que actúa como intermediaria entre el gobierno y los medios. En este esquema, los medios deben pagar comisiones a estas consultoras para recibir la pauta oficial.
Conclusión: el control de la opinión pública
A pesar de la promesa inicial de Milei de reducir a cero la publicidad oficial, el gobierno ha destinado grandes sumas a medios afines mientras discrimina a los críticos. El presidente ha demostrado tener una particular fijación con medios y periodistas críticos a quienes ha atacado públicamente, expresando su deseo de verlos quebrar. Las viejas mañas, como el uso de la pauta oficial para castigar a la prensa libre, siguen vigentes en la Argentina actual pese al discurso de combate a la casta y a la política. Incluso en una contradicción fenomenal el Gobierno anti estado se sirve del aparato del mismo para repartir pauta desde las empresas estatales.