“Quieren sacarlo, meterle un juicio político y eso no lo vamos a permitir”, aseguró el diputado macrista.
El escándalo de la criptomoneda $Libra que involucra al presidente Javier Milei ha generado un intenso debate político. Sin embargo, en lugar de exigir explicaciones o marcar distancia, el PRO optó por un papel de defensa incondicional, ejemplificado por el diputado Diego Santilli, quien no dudó en “tirarse arriba de la granada” para proteger al mandatario.
Mientras la oposición de Unión por la Patria impulsa un juicio político contra Milei por promover una criptomoneda que colapsó y arrastró los ahorros de miles de inversores, Santilli se apresuró a desviar el foco. En declaraciones a Radio Rivadavia, insistió: “Quieren sacarlo, meterle un juicio político y eso no lo vamos a permitir”. Más que un análisis serio del daño causado, el legislador prefirió blindar al presidente.
Santilli justificó su defensa con el argumento de que Milei “dio la cara, no se escondió, explicó y tomó las medidas que tenía que tomar”. Pero, ¿acaso pedir a la Oficina Anticorrupción una investigación –de su propio gobierno– es suficiente ante un hecho de esta magnitud? En lugar de cuestionar las responsabilidades, el PRO se muestra más preocupado por evitar cualquier resquebrajamiento en la alianza con La Libertad Avanza.
El diputado llegó al extremo de atacar a la oposición con la ya gastada retórica de la corrupción pasada: “Es llamativo que aquellos que se afanaron las rutas, las cloacas, los hospitales, los patrulleros, durante los últimos 16 años vienen a darte clases de moral y ética”. Un clásico recurso para evadir la discusión real: la promoción presidencial de una criptomoneda que resultó ser un fracaso y perjudicó a cientos.

Además, Santilli calificó de “persona de bien” a Milei por ponerse a disposición y solicitar la investigación, como si eso fuera un mérito excepcional y no una obligación básica de cualquier funcionario. La tibieza y complicidad del PRO ante un escándalo que debería encender todas las alarmas demuestran, una vez más, que el partido de Mauricio Macri ha perdido cualquier vestigio de crítica o independencia frente al gobierno de Milei.
Lejos de exigir transparencia o medidas concretas para reparar el daño, el diputado prefirió centrarse en asegurar que “no va a pasar” el juicio político. Más aún, insistió en que “lo que no debe ocurrir es que el Gobierno cambie el rumbo”, priorizando la estabilidad política de un proyecto neoliberal sobre los intereses de miles de argentinos afectados.
La defensa cerrada del PRO ante un caso de posible fraude, que involucra directamente al jefe de Estado, expone la falta de principios y la desesperación por mantenerse cercanos al poder, aunque eso signifique justificar lo injustificable. Por más que Santilli y compañía intenten maquillar la situación, el escándalo de $Libra y su impacto económico no pueden ocultarse bajo un manto de lealtad partidaria.