La emblemática fábrica de cerámicos “Cerro Negro” de Olavarría entró en crisis por la caída de la demanda en la construcción que el año pasado llegó al 30 por ciento.
La crisis en el sector de la construcción se agrava en Argentina, golpeada por un desplome cercano al 30% durante el primer año de gobierno de Javier Milei. La falta de reactivación del mercado interno y el ajuste en la obra pública profundizan el derrumbe de una industria clave para la economía. En este contexto, la emblemática fábrica de cerámicos Cerro Negro anunció el despido de 96 trabajadores en su planta de Olavarría, un nuevo golpe a la ya castigada actividad productiva.
La decisión de la empresa refleja un escenario alarmante. La parálisis de la obra pública y la caída en la demanda privada han generado un efecto en cadena devastador para toda la industria de insumos para la construcción. Semanas atrás, Canteras Piatti, también en Olavarría, anunció despidos masivos debido al freno total de la inversión estatal en infraestructura.

Cerro Negro, fundada en el siglo XIX y actualmente controlada por Sociedad Comercial del Plata, no es ajena a esta crisis. En su informe financiero de 2024, la empresa admitió una “abrupta caída de la demanda” que afectó sus volúmenes de venta, junto con un incremento en los costos que no pudieron trasladar a precios. El resultado: una pérdida de más de 48 mil millones de pesos, en contraste con la ganancia de casi 12 mil millones que obtuvo en 2023.
Sin embargo, desde la Federación Obrera Ceramista denuncian que los despidos no tienen justificación, ya que el grupo empresario que controla Cerro Negro registró ganancias superiores a 65 mil millones de pesos en otras unidades de negocio. “Tranquilamente podrían sostener el trabajo en Olavarría y en todo el país, pero mientras uno les habla con el corazón, ellos contestan con el bolsillo”, señaló el abogado de Focra, Carlos Zamboni, quien responsabilizó directamente a las políticas económicas del gobierno.
La noticia provocó una reacción inmediata del sindicato, que paralizó la planta en señal de protesta. Más tarde, el Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria, buscando frenar el conflicto. “Esperamos que no recurran a un lock-out patronal. Para ellos, estos despidos son apenas números, pero para las familias afectadas es su subsistencia”, advirtió Zamboni.
La crisis de Cerro Negro es solo una muestra del deterioro acelerado que atraviesa el sector de la construcción en Argentina. Sin medidas que incentiven la reactivación del mercado interno y con la obra pública prácticamente paralizada, el panorama para los trabajadores y las empresas del rubro no ofrece señales de alivio en el corto ni mediano plazo.