En una insólita maniobra para deslegitimar el paro general, el gobierno de Milei utilizó las estaciones de trenes para difundir un video que acusa a los sindicatos de “atentar contra la República”.
En la antesala del tercer paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el modelo económico del gobierno de Javier Milei, el oficialismo respondió con una nueva ofensiva comunicacional: difundió un video en estaciones de trenes que tilda la medida de fuerza como un “ataque a la República” y acusa a la central obrera de “extorsionar” a los trabajadores.
“El video, que apareció en las pantallas del sistema ferroviario metropolitano, afirmaba: ‘La casta sindical atenta contra millones de argentinos que quieren trabajar. Si te extorsionan o te obligan a parar, denunciá al 134’”, en una clara muestra del intento del gobierno por desacreditar la protesta sindical y fomentar la delación anónima.
El mensaje fue replicado por el vocero presidencial Manuel Adorni en sus redes sociales, quien lo acompañó con su habitual firma: “Fin”. No es la primera vez que el gobierno de La Libertad Avanza recurre a este tipo de recursos. Ya lo había hecho con carteles en el transporte público durante el tratamiento de la Ley Ómnibus y en otras jornadas de protesta.
Un paro nacional con amplio alcance
Pese al intento de deslegitimación, el paro tiene fuerte impacto en el país. La medida comenzó a las 00:00 y se extiende por 24 horas. Afecta al transporte público, el sector aeronáutico, actividades portuarias y distintos servicios públicos y privados. Es el tercer paro general contra el gobierno de Milei, que en apenas cuatro meses ya enfrentó dos movilizaciones masivas organizadas por la CGT y numerosas protestas de sindicatos y organizaciones sociales.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el impacto en la movilidad es notable:
- Trenes, subtes y premetro: completamente paralizados.
- Transporte marítimo y fluvial: sin actividad, por adhesión del Centro de Patrones.
- Vuelos: afectados por la adhesión de gremios aeronáuticos como APA, APLA y UPSA.
- Colectivos: funcionan con normalidad, ya que la UTA no se plegó al paro.
Además de los gremios de transporte, adhieren sindicatos docentes, bancarios, estatales y de la sanidad, así como organizaciones sociales y de trabajadores informales.
Una ofensiva contra el derecho a protestar
La difusión de un número de denuncia como el 134, utilizado históricamente para reportar delitos de trata o violencia laboral, ahora aparece en manos del gobierno como herramienta para desalentar la participación en medidas gremiales. Desde distintos sectores advirtieron que esta política busca criminalizar el derecho a huelga y fomentar la persecución contra los sindicatos.
Lejos de apaciguar el clima social, la ofensiva discursiva del gobierno profundiza la confrontación con el movimiento obrero, que reclama paritarias libres, aumentos de emergencia, freno a los despidos y una política económica que no recaiga sobre los sectores más vulnerables.