Violencia sin límites: Influencer libertario dijo que “le gustaría matar a alguien”

Mariano Pérez, influencer libertario a cargo del canal de YouTube Break Point, dio polémicas declaraciones en el canal de stream Carajo. Hace pocos días el periodista Roberto Navrro fue agredido en la calle tras las violentas declaraciones del presidente quien llamao a agredir al periodismo.

En un contexto de creciente tensión política y hostilidad hacia la prensa, un nuevo episodio vuelve a encender las alarmas. Mariano Pérez, influencer libertario al frente del canal oficialista Break Point y figura recurrente en espacios afines al gobierno, expresó sin reparos que le “hubiera encantado matar a alguien”, en medio de una charla transmitida en el canal de stream oficialista Carajo.

Pérez, habitual participante de las conferencias del vocero presidencial Manuel Adorni y presente en medios como TN y La Nación Más, es conocido por sus provocaciones en redes y en actos públicos. En esta ocasión, su frase se dio mientras se bromeaba sobre la influencer libertaria Marilú, quien se burló del intento de suicidio de un trabajador de la AFIP tras la disolución del organismo. En ese contexto, Pérez lanzó: “Desde que mató personalmente a un empleado de la AFIP está muy domadora”. Y agregó: “Me hubiera encantado matar a alguien pero, lamentablemente, es un título que le queda a Marilú nomás”.

La declaración se viralizó rápidamente en redes sociales, despertando un fuerte repudio. Pero más allá del impacto mediático, el hecho no es aislado. Se inscribe en una peligrosa escalada de violencia política que cuenta con el respaldo o la omisión cómplice del gobierno nacional.

No es la primera vez que el presidente Javier Milei apunta contra el periodismo con declaraciones cargadas de violencia simbólica. Hace apenas unos días, el periodista Roberto Navarro fue agredido en la vía pública, en lo que muchos vinculan directamente con el discurso agresivo del mandatario, quien ha llamado abiertamente a confrontar con la prensa.

A esto se suma la participación de Pérez en la velada de boxeo organizada por el humorista Luquita Rodríguez, donde enfrentará al periodista Manu Jove. En tono desafiante, declaró: “Tengo ocho meses para convertirme en una máquina de matar”. También aseguró que prefiere “que le peguen un tiro en la cabeza a quedar como un boludo en un estadio” y cerró con una frase inquietante: “No hay vuelta atrás, yo estoy acá hasta la muerte”.

La normalización de estas expresiones violentas y su amplificación desde medios oficialistas y cuentas cercanas al gobierno profundizan un escenario preocupante para la democracia. Lejos de ser simples exabruptos, estas declaraciones forman parte de un clima político que alienta la confrontación extrema y el silenciamiento de voces críticas.

Frente a esta situación, urge una reflexión colectiva sobre los límites del discurso público y el rol que deben asumir quienes ocupan espacios de poder y comunicación en una democracia.

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