Mientras la inflación golpea los bolsillos y los sueldos pierden contra la canasta básica, el Gobierno de Milei frenó la homologación del último acuerdo salarial del gremio más numeroso del país.
La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) y las principales cámaras empresariales del sector habían firmado el pasado 29 de abril un acuerdo salarial que establecía un incremento del 5,4% en tres tramos para los meses de abril, mayo y junio. Ese ajuste iba a llevar el salario básico a $1.123.000. Sin embargo, el Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Trabajo, se negó a homologar el acuerdo y exigió su readecuación, generando incertidumbre entre más de dos millones de trabajadores del sector.
Tras conocer los términos del acuerdo, el Gobierno convocó a las partes a una reunión y pidió modificar los porcentajes pactados. Desde FAECYS rechazaron el pedido y emitieron un comunicado ratificando la vigencia del convenio firmado. El sindicato recordó que, según una cláusula del acuerdo, no era necesario esperar la homologación para que los empresarios comenzaran a pagar el aumento.
Pese al acuerdo firmado, no todas las patronales cumplieron con el pago del aumento correspondiente. Supermercadistas y mayoristas, en particular, no lo abonaron durante el mes de abril, lo que encendió la alarma entre los delegados sindicales. La falta de cumplimiento por parte de los empleadores, sumada a la negativa del Gobierno a homologar el acuerdo, profundizó la incertidumbre y el malestar en el sector.
Una vez más, la actitud del Gobierno de Milei dejó en evidencia una política que priorizó el ajuste fiscal por sobre el bienestar de los trabajadores. Al bloquear la homologación de un acuerdo paritario legítimamente firmado, obstaculizó la mejora del poder adquisitivo de millones de empleados de comercio, en un contexto de alta inflación y creciente precarización laboral.