EE.UU. y China pactan una pausa de 90 días en su disputa comercial, con alivio inmediato en bolsas y divisas.
Los gobiernos de Estados Unidos y China alcanzaron un entendimiento este lunes para limitar, por un plazo de tres meses, los aranceles aplicados a sus respectivos productos, en un intento de reabrir el diálogo y frenar el deterioro de los intercambios bilaterales.
El anuncio, realizado luego de negociaciones en Ginebra, establece que ambos países reducirán sustancialmente sus tasas impositivas, que en los últimos años habían escalado a niveles récord. Según precisó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, los aranceles quedarán limitados a un máximo del 10%, en lugar de los picos que habían superado el 100%.
“Este paso no significa renunciar a nuestras posiciones, sino crear espacio para un comercio más justo”, afirmó Bessent, quien encabezó las conversaciones junto al representante comercial Jamieson Greer.
El acuerdo representa el primer gesto de distensión desde que el presidente Donald Trump retornó a la Casa Blanca con un discurso proteccionista renovado, que había reavivado la guerra arancelaria con China. En respuesta a las medidas estadounidenses, Pekín había restringido las ventas de tierras raras y elevado sus propios gravámenes sobre bienes importados de EE.UU., lo que bloqueó operaciones por cientos de miles de millones de dólares.
Tras conocerse el entendimiento, los mercados reaccionaron con optimismo: los índices futuros en Wall Street subieron y el dólar se apreció frente a divisas consideradas refugio, en medio de expectativas de una posible normalización en las relaciones comerciales.
