Últimas fichas de campaña: el puerta a puerta Vs la imagen de Vidal
La militancia territorial versus la videopolítica. Algo así parece ser la dicotomia que se plantea en la provincia de Buenos Aires en el último tramo de campaña que tiene como protagonistas al Frente para la Victoria y a Cambiemos, a pocos días del balotaje.
El golpe sufrido en octubre parece haber despertado a varios dirigentes del oficialismo que pensaban que "ganaban caminando" en octubre y justamente por eso, y paradójicamente, se olvidaron de salir la calle a "patear". Para que no vuelva a suceder, y ahora con la carga de tener que revertir la tendencia negativa que se generó, la orden es salir a pelear voto a voto.
No casualmente todos los jefes comunales del FpV, desde Katopodis hasta Espinoza y desde Descalzó hasta Insaurralde, salieron a pedirle a sus militantes que ganen los distritos, las plazas, las esquinas y vayan puerta a puerta a convencer a los indecisos.
Con la militancia territorial desplegada, la suma de militantes espontáneos en los barrios, las organizaciones sociales "bancando" y hasta con los gremios haciendo asambleas en los lugares de trabajo pidiendo el voto a DOS, la suerte del sciolismo parece definirse en el uno a uno. Esa relación personal que interpela al otro, y que tiene la imprevisibilidad propia que le da los tintes amateurs, es la apuesta final de los naranja para ganar la elección.
Para respaldar ese trabajo militante callejero que se dispuso en el conurbano, Scioli cambió su cierre de campaña en las últimas horas y lo llevará a La Matanza, corazón del peronismo y distrito clave para sus aspiraciones por su peso electoral.
Desde el macrismo la situación es muy distinta. Con la confianza a tope, que generó varios signos de soberbia que hicieron tropezar en los últimos días hasta al hipercoacheado Mauricio Macri, la apuesta es a no modificar el camino que los llevó hasta aquí. Están convencidos que si no mueven nada y dejan pasar las horas, el triunfo está asegurado.
Por ello en la provincia la apuesta vuelve a ser la imagen de renovación y cambio que consiguió María Eugenia Vidal. Para eso sitúan a la gobernadora electa en los carteles callejeros, en los anuncios web y hasta Mauricio Macri le cede el protagonismo de uno de los spots televisivos. De la mano de la vicejefa de gobierno porteño, y sin hacer mucho más que dar algunos reportajes televisivos, esperan llegar al cierre de campaña y al domingo.
Las fichas parecen estar jugadas. Habrá que ver si la señal de alarma captada por los referentes del FpV, alcanza para sacar la diferencia suficiente en la primera y en la tercera sección electoral que encamine una victoria de DOS, o la campaña publicitaria de Cambiemos logra imponer su mensaje y mantener esa senda triunfalista que plantea la revolución de la alegría.