La guerra entre Raúl Othacehé y Gustavo Menéndez no cejó, pese a que el barón del oeste perdió las riendas del distrito.

La pelea seguirá en el territorio y en gran medida en el Concejo Deliberante, que ante la sorpresa de muchos el ex intendente logró retener, al menos la presidencia.

Pero las últimas novedades tienen que ver con la auditoría que el nuevo oficialismo lleva adelante desde que asumió el 9 de diciembre.

La información reflejada por LaPolíticaOnline, que se presentará en un par de semanas con las “consiguientes acciones judiciales” según remarcaron, desnuda un municipio en estado calamitoso.

Los números que los responsables de la auditoría le llevaron a Menéndez destapan una deuda de casi 400 millones de pesos, sobre todo a proveedores que en muchos casos dibujaron las facturas. Proyectada, la deuda asciende a más de 800 millones.

Por este motivo, Menéndez ya decretó la emergencia económica, y hasta que no se normalicen las cuentas no se le paga nada a nadie.

La gestión de Othacehé, denuncian, no pagó los sueldos de noviembre, que deberían haberse liquidado el 5 de diciembre, antes del paso de mando. La nueva administración se hizo cargo de eso el lunes pasado, aunque dejó disconforme a un grupo de funcionarios othacehístas que ayer reclamaron en la puerta del palacio municipal.

Otra perlita. Menéndez se encontró con las bases de datos tributaria y de planta de empleados borradas. Pudo rescatarlas por la tarea de un par de empleados, que habían hecho un back up de ambas cuestiones sensibles.

Fuentes de la municipalidad denunciaron a este medio que de un parque de automotores del gobierno, de más de cien vehículos sólo funcionaban 3. Y los que no estaban desguazados, tenían arena en el tanque de nafta, picardía que les atribuyen a los funcionarios del ex intendente.

Como sucedió en otros municipios, se llevaron las computadoras, los muebles, los archivos en papel. Pero en este caso dejaron una evidencia casi morbosa, en cada una de las oficinas aparecieron máquinas trituradoras de papel.

Los mensajes encriptados continuaron ayer. A dos nuevos empleados de la Subsecretaría de Comunicación les dieron la bienvenida: a uno le robaron la camioneta y a otro le rompieron el parabrisas.

La tensión continúa ahora por los ñoquis municipales. Se detectaron, aunque aún no trascendió el número, unos cuantos contratos de cerca de 15 mil pesos a supuestos empleados que nunca trabajaron.

Ayer hubo una manifestación en la puerta del palacio municipal de trabajadores a quienes les adeudan los plus salariales que adjudicaron a último momento, varios de ellos saben que terminarán su vínculo contractual. Hubo algunos huevazos y piedras pero la situación no se desmadró.

La semana pasada, mientras se llevaba adelante la auditoría que aún continúa, hubo una amenaza de bomba por la cual debieron evacuar la municipalidad. Resultó una falsa alarma pero Menéndez le apuntó a Othacehé por la "amenaza cobarde".

La significativa renovación de jefes comunales le puso a fin al reinado de varios barones y los nuevos intendentes buscarán en estos establecer en qué estado recibieron los muncipios. Es por ello que la palabra "auditoría" se puso de moda por estos días en las intendencias, así como en las distintas dependencias provinciales y nacionales.

En concreto, una auditoría es un examen que para analizar el estado financiero a partir de los libros y registro contables, las contrataciones con entes públicos o privados, además de un relevamiento del estado de la situación de las áreas del municipio y el personal. Desde luego, la misma debe ser realizada por un tercero independiente del auditado en cuestión.

Los intendentes de Cambiamos hicieron circular desde hace tiempo la posibilidad de que la Auditoría General de la Nación sea el organismo encargado de tal fin. No obstante, tras la asumir el mandato en Quilmes, Martiniano Molina deslizó la posibilidad de encargarle la tarea a un consultor privado.

Esta posibilidad que abre el intendente del PRO le daría dividendos a agencias privadas que cobrarán el servicio con fondos de las arcas distritales. En estos días se sabrá si en Lanús (Néstor Grindetti), Tres de Febrero (Diego Valenzuela), Morón (Ramiro Tagliaferro) y Pilar (Nicolás Ducoté), todas manejadas manejadas por el macrismo, se abre la misma posibilidad de que los privados sean los que controlen los números.

Los nuevos alcaldes del conurbano no sólo son de Cambiemos. Por el Frente para la Victoria encontramos a Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Cascallares (Almirante Brown) y Juan Zabaleta (Hurlingham), quienes también terminaron con prolongados reinados y buscan establecer la gravedad de las cuentas.

En el caso específico de Merlo, el derrotado Raúl Othacehé fue denunciado en estos días por sustraer pertenencias, no pagar servicios municipales y hasta llegaron a vincularlo con la toma de terrenos, hechos que ponen al distrtito al borde de un verdadero caos. Una situación similar se vivió en Malvinas Argentinas, donde Jesús Cariglino estuvo denuncia por distintos delitos contra el patrimonio local.

En este sentido, lo que se viene en la era de las auditorías será un gran destapar de ollas que determinará con mayor claridad en qué modo afectó el manejo indebido de fondos y la corrupción a cada municipio. Asimismo, será tarea del periodismo y de la sociedad separar la paja del trigo. Ya que no serán pocos ejecutivos que magnifiquen el grado de gravedad preexistente para justificarse ante una posterior falta de capacidad a la hora de resolver los problemas y lograr avances concretos.

Jorge Nedela, intendente electo de Berisso, participó de una reunión que distintos jefes comunales mantuvieron en el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires con autoridades del Tribunal de Cuentas, encabezados por su titular, Eduardo Grinberg y, tras el mismo, manifestó que una de sus prioridades será reivindicar al trabajador municipal.

Nedela explicó cuál es la importancia de tener una acercamiento con el organismo de contralor, al sostener que “es importante tener este diálogo con el Tribunal de Cuentas, que se puso a disposición para las administraciones nuevas, y sabiendo que nos toca gobernar por primera vez es clave este respaldo, estaremos en contacto en forma constante”.

Por otro lado, el electo jefe comunal dijo que tiene en carpeta realizar un intenso control sobre los números del municipio que gobernará a partir del 10 de diciembre: “Está prevista una auditoría, debemos saber dónde estamos parados para trabajar mejor, corrigiendo lo que haya que corregir”.

Entre las prioridades que tiene, Nedela subrayó que “hay que restablecer el vínculo con los vecinos, deben ordenarse las cuentas y fijar nuevos horizontes, nos apoyaremos en el trabajador municipal, que será una pieza central en nuestro trabajo, y todos seremos servidores públicos de Berisso”.

Por último, calificó de “positivo” el hecho de que María Eugenia Vidal se haya impuesto como gobernadora en la provincia de Buenos Aires, e indicó que eso hará que las soluciones lleguen con mayor rapidez.