Fue por tapar los bustos de Juan Domingo Perón y de Evita en un concierto organizado por el gobierno provincial. Para el peronismo local tal actitud fue premeditada y recordó los momentos más significativos de la Revolución Libertadora.
Para el Partido Justicialista de Coronel Pringles el tapar los bustos de Perón y de Evita obedece a un proceso de “desperonización” que se alienta desde el la administración que dirige la gobernadora María Eugenia Vidal y que reproduce el gobierno municipal de Carlos Berterret.
La semana pasada, en la Plazoleta Eva Perón de Pringles se llevó a cabo el Festival AcercArte. Allí se presentaron las cantantes Lali Espósito y Rosana, quienes brindaron un espectáculo en esa ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires, pero los organizadores decidieron tapar los tradicionales bustos de Perón y Evita.
El presidente del bloque PJ-FpV, Silvio Romano, en declaraciones realizadas a Letra P, señaló que el show y el festiva les “pareció una linda propuesta sobre todo porque hay mucha gente que de otra manera no tiene acceso a este tipo de espectáculos”.
Sin embargo, indicó que desde el partido publicaron un comunicado “manifestando descontento y dolor” al observar que la administración local o provincial decidiera “ocultar el busto – de Eva Duarte y Juan Domingo Perón- inaugurado en octubre, y más aún cuando vimos que también se había tapado, casualmente, el cartel donde está la denominación de la plazoleta”.
“Alguien dio la orden para que fuera tapado. Lo que debería haber sido una fiesta completa se empañó con esto”, indicó y agregó: “No había necesidad de hacerlo, pero están queriendo desperonizar el país y en este caso a Pringles. Se pudieron el chip del ‘55”, lanzó comparando estos sucesos con los años en que se proscribió y prohibió el peronismo.
“Quizá pueda resultar una cuestión menor si la comparamos con otras de mayor importancia, por caso las proscripciones sufridas en el pasado. Claro que se vuelve relevante en el contexto de un ciclo democrático que lleva 34 años – el más extenso de nuestra historia sin irrupciones militares – aunque quizá debamos reconocer que estamos incursionando un periodo democrático con cierto viso autócrata en el cual la censura, tal como sucediera entre los antiguos romanos, cobra carácter de ‘oficio’”, destaca en esa línea el comunicado.
Sobre las repercusiones que tuvo la denuncia, el concejal señaló que “hay gente que dice que fue para preservar los monumentos del vandalismo, pero si querían hacerlo podrían haber designado miembros de la gente de la Guardia urbana. Evidentemente fue algo premeditado”, concluyó.