Parece que se largó la campaña en serio y se terminaron las declaraciones light para la prensa. Así lo siente y así lo hace saber Felipe Solá, uno de los aspirantes a la gobernación bonaerense por el Frente Renovador.

Con motivo de tentar a los cinco precandidatos a intendentes platenses del massismo a sumarse a su proyecto provincial, Solá desembarcó el viernes en la ciudad de las diagonales y mostró los dientes.

Entonces Marcelo Legizamon, Carlos Melzi, Javier Pacharotti, Oscar Vaudagna y Alberto Delgado escucharon a Solá cargar, previsiblamente, contra el gobernador Daniel Scioli, pero se sorprendieron al presenciar las duras críticas contra Francisco De Narvaez y Darío Giutozzi, dos de sus principales rivales de cara a las PASO.

En diálogo con la prensa, el exmandatario provincial y diputado nacional apuntó contra Scioli y aseguró: "le entregué una provincia saneada. Siempre dije que Scioli no sabe administrar la Provincia".

Pero sus críticas no terminaron ahí. Después fue el turno de De Narváez y Darío Giustozzi, a los que les enrrostró no conocer el territorio bonaerense y querer quedarse con el sillón de Dardo Rocha por ambición personal.

"Tengo experiencia en gestión, porque se lo que no hice, pero también se lo que hice. Conozco esta Provincia mucho mejor que todos ellos, tanto el Conurbano como el interior”, lanzó Felipe.

Y les recordó a sus compañeros: "no tuve gastos en publicidad, ni busqué nunca promover mi figura, sino que me preocupe por la administración de la Provincia".

Hasta ahora es el primero de los candidatos massistas que sale a cruzar fuertemente ante la prensa a sus contendientes. Veremos si sus rivales recogen el guante y la interna sube la temperatura en el tramo final.

Los precandidatos a gobernadores bonaerenses por el Frente Renovador siguen caminando la Provincia para buscar los respaldos territoriales necesarios. En ese plan están Felipe Solá, Francisco De Narvaez, Darío Giustozzi, Mónica López y algunos otros.

En ese contexto la ciudad de las diagonales se convierte en un escenario más que apetecible y por ello los distintos contendientes peregrinan hasta allí.

Primero estuvo en las tierras capitalinas Francisco De Narvaez hace unos días y hoy será el turno del ex gobernador bonaerense Felipe Solá.

La cita convocada por Solá es a las 18:45 horas en el bar irlandés Wilkenny y se espera la presencia de los cinco precandidatos por el massismo de La Plata.

Entonces Marcelo Leguizamón, Oscar Vaudagna, Javier Pacharotti, Carlos Melzi, José Arteaga y Alberto Delgado se mostrarán juntos para evitar los roces entre los espacios y demostrar que el objetivo está puesto en que Sergio Massa sea Presidente.

Delgado es la flamante incorporación del FR local, ya que el ex alakista decidió sumarse a las huestes del massismo en el último tiempo y lanzarse a competir por la intendencia.

Lo que mueve, también, a los 5 aspirantes al sillón platense es la falta de un faro en las PASO que les marque el rumbo para la victoria en octubre.

Las duras internas que se viven en el massismo para la gobernación, sin que haya uno o dos elegidos, tiene a todos los candidatos planchados y sin despegar en las encuestas.

En ese marco los platenses verán que respuesta reciben de Solá y tratarán de colar sus armados territoriales en un proyecto que pueda asegurarle lugares en la superestructura provincial.

La interna salvaje por conquistar la precandidatura rumbo a la gobernación bonaerense está abriendo grietas en el Frente Renovador en sus flancos más débiles. La última bomba la activó en Esteban Echeverría un supuesto acuerdo secreto entre el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el diputado nacional Dario Giustozzi para repartirse el espacio a costa de la unidad del massismo.

Durante la última sesión especial del Concejo local, Pablo Losada, líder del bloque massista, presentó una nota informando que traspasaba el mando a su par, Néstor Pulichino. Hasta allí, el enroque no hubiera provocado mayor novedad de no ser porque una parte del Frente Renovador local saltó a denunciar un acuerdo secreto entre Posse y Giustozzi en momentos en los que sobrevuelan todo tipo de rumores sobre la migración de ambos dirigentes hacia otros espacios.

“Losada, en un acto de salida por la situación política en la que se encuentra Posse, decide renunciar pero deciden a un nuevo presidente sin que esté todo el bloque presente”, cuestionó a viva voz la concejal massista Carla Bartucci. Junto a Roberto Devoto y Sergio Peñaloza, dispararon contra Losada y Pulichino por haber "impuesto un presidente que no reconozco y no pude ni esbozar mi opinión respecto a la designación".

Para Pulichino, a la decisión se le dio una trascendencia inadecuada "porque se llevó a cabo un acto democrático, propio del espacio político". En diálogo con medios locales, explicó que Losada había presentado su renuncia a la titularidad del bloque y la inminencia de la sesión hacía necesario elegir un reemplazo pese a la ausencia de tres de los miembros del grupo.

"Que la votación en un grupo de ocho, la lleven adelante cinco, es algo democrático", sugirió Pulichino. Y acusó a sus compañeros de bancada de querer "lastimar al FR y a Sergio Massa" con su actitud.

Según los detractores del enroque, la movida esconde un acuerdo entre Posse y Giustozzi ante la posibilidad que el primero de ellos termine por cruzarse del FR al macrismo en busca de su precandidatura a la gobernación bonaerense, oportunidad que no encuentra en el campo de Massa. Mientras que a Pulichino, por su parte, le resulta clave como primer paso hacia la instalación de su candidatura.

"En un año en el que se elige intendente, el candidato natural del Frente Renovador local es Néstor Pulichino, quien encabezó la lista que le ganó a la del intendente Fernando Gray.

"Estoy convencido de que Néstor tiene que conducir políticamente el bloque en este año electoral y eso le propuse a mis compañeros”, explicó Losada, aunque no todos quedaron satisfechos con su argumento.

La interna a gobernador del Frente Renovador es una olla a presión a punto de estallar. Y todos señalan a Sergio Massa como responsable directo. A la salida de Gustavo Posse -quien ya preparó sus petates para mudarse al PRO- podría sumarse el egreso de Mónica López. Ni hablar de Darío Giustozzi, otro que está enfurecido.

El que no aguantó más y salió a hablar fue el diputado nacional Alberto Roberti. El marido de la precandidata blonda manifestó, a través de Twitter, su disgusto por la forma en que el tigrense está manejando las PASO.

"Es difícil competir, pero muy perverso es hacerlo con candidatos nuevos todas las semanas", escribió el martes pasado el sindicalista petrolero y arrobó a @SergioMassa para que no queden dudas de a quién dirigía el enojo.

El tuit se refiere al diputado Francisco De Narváez y al inminente desembarco de Martín Insaurralde. El lomense anunciaría el 18 si se pasa a la vereda de enfrente, misma fecha en la que se anuncia la autodenominada marcha de los fiscales.

Aunque, al toque Roberti intentó bajar el tono público de su declaración con un nuevo tuit:

"Igualmente pienso que Sergio es el mejor candidato a presidente pese a las circunstancias que él mismo genera", aclaró.

Este último mensaje lo diferencia indirectamente del radical Posse. Antes de partir al PRO, el alcalde de San Isidro dijo que Mauricio Macri era un mejor presidenciable para la oposición que el líder del Frente Renovador. Sin embargo, las declaraciones de Roberti desataron un rumor fuerte que indicaba que Mónica mantenía un puente con el partido aurinegro.

Fuentes del entorno de la pareja, consultadas por Primereando, aseguraron que si bien el enojo existe, la posibilidad de que se muden al PRO "son sólo trascendidos" y "no es tan así".

Para graficar lo que está sucediendo, indicaron que "la sangre corre, pero no llega al río". Es decir que, al menos por ahora, se trataría de discusiones normales dentro de una estructura de matriz peronista.

El problema para Massa es que incluso si López no termina de irse, la interna es un hervidero por donde se la mire. Al punto que Darío Giustozzi, un massista de la primera hora, también dio señales de que podría dar el portazo.

En este momento, de todos los precandidatos 'renovadores', el único que no para de hacer campaña y se muestra feliz con las PASO es el que se anotó último: Francisco De Narváez. Aunque el 'Colorado' no deja de ser un recién llegado.

Hasta no hace mucho Mariano Cascallares parecía tener allanado su camino para ser el candidato natural del Frente para la Victoria (FpV) en Almirante Brown. Desde su entorno creían que sería él quien tenga que disputar con el massismo la intendencia de uno de los territorios fuertes en la tercera sección electoral de los hombres del ex intendente de Tigre.

Cascallares hacía la plancha y consideraba que por haber enfrentado la rebelión de Darío Guistozzi y su gente, con el salto que dieron al Frente Renovador en 2013, tenía su lugar garantizado.

Sin embargo las vueltas de la política todo lo pueden y lo que era algo que seguro, ahora tambalea. Por eso ya está buscando el mejor espacio en el que pueda refugiarse más firme dentro del FpV para relanzarse.

Quien fuera el candidato natural ahora padece por el retorno de San Pedro y su gente al FpV (¿abandonaron a Giustozzi?) y su posicionamiento en la interna municipal para el 2015.

Sciolista de buena cepa, Cascallares sufre en silencio y aunque mastica bronca por el regreso de los ex massistas, se alista para una interna.

Como si fuera poco, otro que le camina el terreno con ganas de ser candidato es José Lepere, un hombre de Wado de Pedro que también está dispuesto a llegar a unas PASO en Almirante Brown.

Lepere, hombre de confianza Wado en el municipio y actual funcionario del Senado ya busca los apoyos necesarios para sustentar su aventura electoral.

No es un dato menor que de Pedro es uno de los dirigentes favoritos de la Presidenta, por lo que se espera que se trasladen muchas fichas a su candidato distrital.

Cascallares, quien actualmente es presidente del Instituto de Previsión Social (IPS) bonaerense, la segunda caja previsional del país, busca sortear esa presión a dos bandas que recibe y seguir con sus planes locales.

Por ahora Lepere parece subir su perfil y San Pedro ser un duro obstáculo. El futuro del FpV de Almirante Brown todavía es una incógnita.

Para acallar rumores sobre la lealtad de Dario Giustozzi al massismo, el diputado del Frente Renovador encabezó una tertulia el viernes pasado en Adrogué donde afirmó que se mantiene junto a Sergio Massa y su proyecto opositor. De la cena participaron legisladores nacionales, provinciales e, incluso, algunos referentes municipales y de base, aunque no todos se fueron convencidos con las promesas del líder de la bancada en el Congreso Nacional.

Si bien las versiones acerca de un posible pase de Giustozzi al kirchnerismo dan vueltas desde hace semanas, el reciente alejamiento del concejal massista Mariano San Pedro, mano derecha del ex intendente de Almirante Brown, pareció dar cuerpo a la hipótesis. Además de encabezar la lista de legisladores nacionales de Massa en la Tercera Sección electoral, es también uno de los principales referentes territoriales de Giustozzi en su bastión, Almirante Brown.

En la cena, según trascendió, Giustozzi admitió que la salida de San Pedro fue un revés inesperado pero descartó que sea el principio de un exilio programado luego que otros dos dirigentes locales de menor peso siguieran los pasos del concejal de regreso al kirchnerismo. "Operaciones", las calificaron los más allegados a Giustozzi.

La aparición de afiches en el distrito promoviendo la campaña presidencial de Florencio Randazzo despertó más de una suspicacia. Randazzo y Giustozzi se conocen desde hace tiempo e, incluso, el ex intendente formó parte del equipo del ministro de Interior y Transporte cuando era el brazo político de Felipe Solá en la gobernación.

Algunos massistas no descartan que Giustozzi esté jugando a dos puntas y haya abierto el juego de su tropa al kirchnerista de Chivilcoy garantizándole un espacio de poder a Randazzo en el distrito a cambio de conservar el control político de su bastión.

La razón del supuesto despecho de Giustozzi —siempre según esa hipótesis, claro— no sería otra cuestión más que la última conquista de su jefe político: el "Colorado" Francisco de Narváez, uno más que se suma al pelotón de referentes que sueñan con La Plata. Para el hombre que supo ser la cuña del tigrense en el conurbano Sur en 2013 y que ya venía soportando los coqueteos de Massa con Martín Insaurralde y la declaración de intenciones del propio Solá, este nuevo desliz de su jefe político habría sido demasiado.

No obstante, en el convite del pasado viernes, testigos contaron que Giustozzi reafirmó su alineamiento con el Frente Renovador. Y perjuraron que no teme enfrentar al "Colorado" en ninguna interna porque las encuestas lo favorecen.

Es lo que se lee de la agenda de campaña que el actual Ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, tiene, en la que se destaca la visita a Intendentes del sur del conurbano, en el marco de la promoción de su precandidatura presidencial.

Pero los anuncios y las recorridas tienen, además, el propósito de visibilizar su gestión dentro del gobierno nacional, en aquellos distritos en los que el kirchnerismo es tradicionalmente fuerte en las elecciones.

Es por eso que, a principios de la semana anterior Randazzo visitó Berazategui, para publicitar obras ferroviarias, junto al jefe comunal local, Patricio Mussi.

“Patricio Mussi es uno de los grandes intendentes que tiene la Provincia”, decía el Ministro del Interior y Transporte, y aprovechaba para respaldar su pre-candidatura a Gobernador, por el Frente para la Victoria: “él tiene con qué ser Gobernador”.

Ambos dirigentes estuvieron en la obra del próximo paso bajo nivel de la localidad berazateguense de Hudson.

Y allí adelantó que desde su cartera nacional existe “un ambicioso plan de pasos bajo nivel que están vinculados a mejorar la frecuencia de los trenes, la seguridad vial y también la de los peatones, con trenes nuevos. Hemos recibido más de 300 coches 0KM, vías nuevas, señalamientos y sistemas de información al pasajero”.

Por su parte, Mussi destacó que “es la segunda vez que Florencio Randazzo viene a ver cómo continúa la obra. Y remarcó que "Es muy importante porque las políticas del gobierno nacional terminan en la felicidad de un argentino, y ese argentino puede ser un berazateguense”.

Hacia el jueves, Randazzo visitó La Plata realizando más anuncios de obras ferroviarias, esta vez junto al intendente Pablo Bruera.

Luego de detallar que “la línea Roca estará recibiendo, en los próximos días, 300 coches 0KM", el Ministro del Interior y Transporte se refirió al avance en una obra tabú para los distritos del sur: La electrificación del Roca.

La obra, que se encuentra paralizada hace treinta años, y que ha sido objeto de anuncios de todos los gobiernos democráticos fue incluida dentro de la agenda del Ministro.

"El tramo que va de Wilde a Berazategui ha sido adjudicado y ya tiene un plazo de avance de obra, mañana firmaremos la adjudicación de los dos últimos tramos, que van desde Berazategui a Villa Elisa y luego de Villa Elisa a la ciudad de La Plata. Creemos que a fin de año vamos a tener terminada la obra de electrificación por lo menos hasta Berazategui”, aseguró.

Cabe recordar que la semana pasada se confirmó el acuerdo con el giustozzismo en Almirante Brown, en el que Randazzo se vería beneficiado con mayor presencia en un distrito gestionado por el massismo.

Randazzo continúa recorriendo ciudades, traccionando acuerdos y anunciando obras ferroviarias, que le sirven como sustento para difundir su candidatura, y para que su gestión no pierda presencia en los distritos que, en casi todos los períodos electorales, le han respondido favorablemente.

La interna entre los candidatos a Gobernador del Frente Renovador (FR) vive su momento más álgido. Con al menos cinco aspirantes al cargo, todas las miradas se posan sobre Sergio Massa para que defina su postura al respecto.

Entre los que presionan más fuerte por el beneplácito del ex intendente de Tigre se encuentra su principal sostén en las elecciones de 2013, Darío Giustozzi. Es que Giustozzi fue el primero en lanzar su postulación provincial y por la relavancia de su apoyo en las elecciones pasadas esperaba un guiño del hombre fuerte del espacio.

Sin embargo Massa parece decidido a hacer la plancha y dejar que cada uno haga su juego. Al menos todo indica que va a esperar unos meses más y luego tomará una decisión de ser necesario.

El viernes el que oficializó sus intenciones de volver a la gobernación bonaerense fue Felipe Solá. Con un acto en el Teatro Güemes de Mar del Plata, el diputado confirmó que se suma a la lista de precandidatos a suceder a Daniel Scioli dentro del FR.

Sergio Massa, que asistió al evento, tampoco se jugó por Felipe: "Tenemos cinco y todos son grandes candidatos, y no soy yo con el dedo el que tiene que elegir el candidato, es la gente con el voto", indicó Sergio Massa.

En el acto de Solá, en un intento de mostrar unidad, estuvo presente Francisco De Narváez, nueva incorporación del FR y otro que puso primera en su carrera por llegar al sillón de Scioli.

Claro que la indefinición de Massa no es gratuita. Ya son varios los que comenzaron a irritarse por la "libertad" de acción y empezaron a bajar sus apoyos. Aunque recién lo hacen desde las bases y no en lo superestructural.

En ese sentido, se sospecha que la sangría de dirigentes que sufrió Darío Giustozzi la semana pasada en su municipio podría ser una jugada del propio diputado nacional para hacerle pagar al tigrense por su falta de agradecimiento.

Encima, y para embarrar todavía más la cancha, la semana pasada Martín Insaurralde le pidió 15 días a un grupo de intendentes del espacio para definir si se sumará a la carrera. por la gobernación.

El desafío para Massa, entonces, será ordenar la interna y conseguir que deje la menor cantidad de heridos posibles. Una interna feroz sin control ni dirección le puede costar, incluso, su futuro electoral.

El diputado bonaerense del Frente Renovador, Mariano San Pedro, difundió un extenso comunicado en el que informó que "junto a un grupo de compañeros y compañeras arribamos a la decisión de separarnos de las filas" del massismo.

El legislador provincial, que hasta ahora acompañó el derrotero político del diputado nacional y exjefe comunal de Almirante Brown, Darío Giustozzi, explicó que cuando dio el salto al partido de Sergio Massa, en 2013, fue porque "priorizamos mantener nuestro espacio local unido, con el fin de no debilitar al gobierno municipal".

Asimismo aclaró que en su grupo siempre se sintieron parte del "proyecto político que inauguró Néstor Kirchner en 2003". Es por ello que San Pedro se incorporará a la bancada del Frente Para la Victoria.

En concreto, la movida hará que el oficialismo de la Cámara de Diputados bonaerense quede compuesta por 43 miembros. En tanto que el Frente Renovador pasará a tener 21, menos de la mitad que la primera fuerza.

San Pedro sostuvo que “nuestra decisión no tiene que ver con un posicionamiento político o de estrategia electoral, sino que tenemos una visión de lo que significó este proceso que comenzó Néstor Kirchner”, y precisó que el Frente Renovador "no nos representa, están mimetizados con los Macri, las Carrió, los Morales”.

En ese sentido, el hijo del intendente de Bragado, Aldo San Pedro, aseguró que “muchos que hoy integran el massismo sienten lo mismo que yo y no hablan” y agregó en declaraciones a Télam que “a mí me pasó y estuve hasta ahora sin realizar declaraciones públicas”.

Los problemas para Sergio Massa aumentan si se tiene en cuenta que la desbandada también se le genera por el flanco derecho. Se trata de la inminente salida del jefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse. El camaleón radical no se sintió a gusto con la cantidad de competidores que le sumaron a la interna por la gobernación y comenzó a preparar su desembarco en las filas del PRO.

La decisión de San Martín también toca directamente a Giustozzi. El exalcalde lo tuvo como su segundo al mando de Almirante Brown. Cuando el tigrense decidió salir del FPV para convertirse en acérrimo opositor, el jefe comunal del sur del conurbano le dio de inmediato su apoyo. A tal punto que le armó la lista a diputados por la Tercera Sección electoral y puso a su hombre de confianza como candidato a la cabeza.

Giustozzi atraviesa una situación más que delicada dentro del Frente Renovador. Llegó como el principal ladero de Massa y era el dirigente señalado para ocupar el cargo a Gobernador en estos comicios. Sin embargo, poco a poco quedó relegado y ahora compite con un sinnúmeros de precandidatos de distintos colores.

La situación del diputado nacional del FR, tampoco es buena a nivel municipal. Preocupado por cómo le irá en su distrito de origen, habría tejido una alianza con el Ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, con quien mantiene una buena relación.

"El oficialismo propone para la Corte a un discípulo de (Eugenio) Zaffaroni, que significa más garantismo para quienes han violado derechos de otros ciudadanos", apuntó De Narváez.

Retomó así su principal bandera discursiva: el combate contra la inseguridad, siempre presentado como un tema de simple resolución en sus discursos promotores de la mano dura.

Así, el autor del fallido "Mapa de la inseguridad", que finalmente no consiguió resultados visibles, a pesar de su altísimo marketing en la campaña legislativa del 2009, volvió a apostar fuerte de cara a las elecciones para la gobernación bonaerense.

Además, el ex dueño de Casa Tía, nuevamente hizo gala de su ambición e imbatible billetera: alquiló el piso 15 de la Torre de las Naciones, dos debajo del propio de Sergio Massa. De Narváez, que vendió Tía al Grupo Exxel en casi 700 millones de dólares a mitad de los noventa, mudó sus oficinas del barrio porteño de Las Cañitas a Tigre.

Por otro lado, el diputado empezó una ronda de visitas con intendentes del Frente Renovador bien cercanos a Massa, como José Eseverri (Olavarría), Joaquín de la Torre (San Miguel) y Gabriel Katopodis (San Martín).

Esa política audaz lo enfrenta con uno de los dirigentes massistas que más se opuso a su desembarco: el jefe de bloque de diputados y ex intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, quien está directamente enfurecido con el ascenso de De Narváez.

Es que si bien Giustozzi era el pre-candidato a gobernador más cercano que tenía Massa, el ex intendente no termina de despegar en las encuestas. Una tendencia que obligó a Massa a explorar otras posibles candidaturas, para acompañar su propia aventura presidencial, como la de De Narváez y el lomense Martín Insaurralde.

Pero ante el enfriamiento del pase de Insaurralde al massismo, De Narváez se consolida como pre-candidato con mejores chances en las encuestas.

El alejamiento del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, encaminado desde el Frente Renovador hacia el PRO, también potencia las chances del Colorado.