Siguen los decretazos y el Frente Renovador dice que Macri quiere cerrar el Congreso

La presidenta del bloque Diputados del Frente Renovador, Graciela Camaño, estimó que la intención del Poder Ejecutivo es la de manejarse con decretos de necesidad y urgencia.

La presidente del bloque Diputados del Frente Renovador, Graciela Camaño, estimó que el Gobierno nacional evitará enviar proyectos de ley al Congreso durante el año e intentará "manejarse" con decretos de necesidad y urgencia (DNU).

"El Gobierno va a querer cerrar el Congreso y manejarse con DNU. Hasta que nos pongamos todos locos y hagamos una sesión especial para bajarlos. Va a ser un año difícil, no tienen voluntad de resolver los temas legislativos sino de especular", manifestó Camaño.

"La gobernabilidad es responsabilidad de todos, empezando por quien gobierna. El Gobierno tiene que dejar la construcción del relato, de victimizarse, que es un pobre gobierno que sufre a una oposición irresponsable", añadió la diputada en declaraciones publicadas por un matutino porteño.

Asimismo, la legisladora aseguró que el Frente Renovador tendrá en los próximos meses una estrategia definida en cuanto a las candidaturas para las elecciones legislativas del presente año y las presidenciales del 2019.

"A fines de marzo vamos a lanzar las candidaturas, y decidiremos si Sergio (Massa) se presenta. No descarto a nadie, vamos a hacer lo mejor para ser alternativa en 2019", señaló.

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Cambiemos: de la debilidad al autoritarismo

El camino de Cambiemos estuvo signado por el temor explícito a la falta de gobernabilidad. La historia de las alternativas no peronistas que derivaron en fracasos estrepitosos y la figura del helicóptero de Fernando De la Rua, sobrevolaron la campaña de una coalición que trataba de evitar de todas formas ser llamada Alianza.

La memoria reciente del "que se vayan todos", las experiencias pasadas no peronistas (siempre con el radicalismo como una de sus patas) y la imagen latente del empuje de los gobernadores pejotistas le daban un marco de verosimilitud a la posibilidad. Por ello el tema se transformó en un eje de campaña que el macrismo tuvo que contestar sistemáticamente.

Consumadas las elecciones y con los amarillos asumiendo la triada de gobiernos (Nación, Ciudad y Provincia) comenzó el operativo de la nueva gestión para demostrar capacidad de liderazgo e iniciativa política. Pero sobre todo lo que intenta poner sobre la mesa en las primeras semanas Cambiemos, es una imagen de autoridad que ahuyente la idea de debilidad instalada sobre su escaso margen para la toma de decisiones.

A pesar de haber llegado a la presidencia con una coalición electoral que incluye tres patas, tener minoría legislativa, y haber obtenido una victoria por menos de tres puntos en un balotaje más que reñido, Macri apuró sus pasos para dar cambios drásticos en una especie de shock de medidas que dejó patas para arriba muchas de las políticas públicas. Nada de gradualismos, ni de consensos, ni de discusión parlamentaria.

Una inusitada serie de decretos nombró jueces, derogó la ley de medios, ordenó revisar el empleo estatal, eliminó dependencias y sacó funcionarios y cambió el orden económico, entre otras cosas, fue la herramienta legal elegida para plantar bandera.

En el intento de Macri por remarcar que no es De la Rua, también avanzó sobre el manejo de la calle y las condiciones laborales. Y no dudó en reprimir protestas de trabajadores para demostrar que no le temblará el pulso para imponer nuevas condiciones (condicionamientos más bien) sobre la protesta social. Además impulsó despidos masivos para obtener un estado más pequeño que se adecue al proyecto económico liberal y propicien una situación más ventajosa para los empleadores para negociar las paritarias que vienen.

La frutilla del postre llegó con la detención de Milagro Sala. Es que la cárcel para una dirigente social en el marco de una protesta parece ser la muestra más palpable de una confusión bastante profunda en el macrismo, desde su asunción, entre autoridad y autoritarismo. El discurso del dialogo y el consenso quedó archivado ni bien terminaron las elecciones. En el afán de mostrar que no tendrá problemas de gobernabilidad el perfil del gobierno amarillo presenta rasgos más bien despóticos.

A pesar del cerco que le da el acompañamiento mediático a las medidas controvertidas, incluso al ajuste y la represión, Macri comienza a quemar un capital político importante en su camino. Sucede que en poco más de un mes cosechó criticas de todo el arco político y gremial por los nombramientos en la Corte, por la derogación de leyes en base a decretos, por los despidos masivos, por la devaluación, por la represión a la protesta social y por la falta de dialogo para tomar medidas de fondo.

En su intento por no ser una presidencia endeble, el macrismo parece comenzar a generar una especie de profecía autocumplida. En lugar de realizar una apuesta a abrir el juego y legitimarse con el resto de las fuerzas políticas para tomar decisiones complejas, se aísla (hasta de sus aliados de Cambiemos que comienzan a diferenciarse), resuelve por Decreto y apuesta a la represión para ganar el control de la calle suplantando política por palos. Todas iniciativas que generan un desgaste muy importante e indicios que pueden serle sumamente contraproducentes en un futuro cercano.

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Cambiemos Style: Vidal tambiÃĐn a los decretazos

La medida, en línea con las decisiones nacionales, fue tomada “ante la imperiosa necesidad de comenzar a solucionar problemas urgentes en las escuelas, los hospitales, las rutas, obras hidráulicas", dijo el secretario de Comunicación, Federico Suárez, a través de un comunicado.

“El kirchnerismo no acompañó la aprobación del Presupuesto de la Provincia, en ese contexto el paquete de leyes no era el Presupuesto y el endeudamiento, sino que también incluía la declaración de emergencia en seguridad, la emergencia en infraestructura y la emergencia en el servicio penitenciario”, agregó.

“Vamos a seguir insistiendo debatir en consenso e iremos resolviendo las urgencias con las herramientas que tengamos, recibimos una Provincia quebrada”, dijo por su parte el ministro de Gobierno, Federico Salvai, en referencia a los dos DNU que firmó la gobernadora Vidal para declarar la emergencia en Seguridad y en el SPB el primero; y en Infraestructura el segundo.

Salvai explicó además que se prorrogará el presupuesto 2015 transitoriamente.

El ministro responsabilizó al bloque de diputados del Frente para la Victoria (FpV) por “frenar un paquete muy importante de medidas, que van más allá del endeudamiento, como las leyes de emergencia en seguridad, infraestructura y Servicio Penitenciario” y afirmó que “están utilizando de rehén a 16 millones de habitantes, aplicando formas mezquinas de hacer política que la gente ya rechazó en las urnas”.

“Además de los decretos que declaran la emergencia y la prórroga del presupuesto 2015; acudiremos también al gobierno nacional. Queremos transmitir tranquilidad a los empleados de la Provincia, que van a cobrar en tiempo y forma”, dijo Salvai.

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El radicalismo bonaerense criticÃģ a Macri por las designaciones en la Suprema Corte

"La manera, aunque sea legal, deja mucho que desear en términos de legitimidad republicana y política" aseguró el diputado nacional, que se metió en la polémica por los decretos del nuevo presidente.

A través de su cuenta en la red social Twitter, Alfonsín aclaró que la medida es "legal" pero la consideró contraria a los valores republicanos.

"¿Actos como estas designaciones en la Corte son los que aconsejan valores republicanos esenciales o más bien los contrarían?", se preguntó el diputado.

Utilizando el artículo 99 de la Constitución, inciso 19, donde se prevé el nombramiento de los ministros de la Corte para el caso en que el Congreso de la Nación esté en receso, el presidente Mauricio Macri nombró a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti como magistrados "en comisión" para la Corte Suprema.

"Nada tiene que ver la calidad de las personas designadas, a las que, desde todo punto de vista, considero intachables", concluyó.

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