Miles de estudiantes, docentes, la comunidad educativa en general y la sociedad entera, protagonizó ayer una multitudinaria marcha en defensa del sistema público de educación universitaria.
Después de meses de no recibir respuesta por parte del gobierno nacional a los pedidos de apertura de paritaria, de reducción en el presupuesto por suba de tarifas de servicios públicos, por la no aplicación de la ley del boleto estudiantil y declaraciones que encendieron alarmas de la comunidad universitaria, se realizó una movilización del sector que no se manifestaba con tanta contundencia desde hace más de 14 años.
El sistema universitario argentino es modelo para toda América Latina, por ser público, garantizar el acceso y el egreso del estudiante y por su alta calidad educativa.
El antropológo Alejandro Grimson en una nota que escribió hoy para el diario Página 12, donde resume datos a tener presentes a la hora de saber por qué se defiende con tanta firmeza a la universidad pública en la Argentina.
Desde la vuelta a la democracia hasta esta parte se crearon universidades públicas en todas las provincias del país, y en los últimos años hubo un crecimiento del 28% del crecimiento de la matrícula estudiantil y un aumento del 68% de egresados anuales.
Los estudiantes en su mayoría estudian y trabajan y en los últimos años las posibilidades del acceso se ha incrementado de tal manera que en la familias hay una primera generación de universitarios.
Las banderas históricas defendidas por la comunidad universitaria están vinculadas al ingreso irrestricto, la autonomía, la gratuidad y el co-gobierno.
Cuando asumió el actual presidente de la nación Mauricio Macri, algunas declaraciones pusieron en alerta a docentes, estudiantes y la comunidad en general. El mandatario critico la creación de universidades, una de las políticas educativas sobresalientes de la gestión anterior.
Luego, el presupuesto de las universidades se vio afectados por el proceso inflacionario, el aumento indiscriminado de tarifas de servicios públicos, y los reclamos gremiales que no encontraron respuesta.
En el mismo sentido, autoridades de alta jerarquía dentro del Ministerio de Educación empezaron a hablar de “crecimiento excesivo”, “calidad relajada”, un “sistema pervertido”, “discrecionalidad en el manejo recursos”, “se han creado carreras a troche y moche”, “hubo fiesta. hay que apagar la música, arremangarse y ponerse a trabajar”, todas frases para describir el sistema universitario que genera admiración a la sociedad argentina y en el mundo, como refleja la cantidad de estudiantes extranjeros que vienen al país para terminar sus estudios.
Ante estas declaraciones, la comunicad educativa en general, comenzó realizar clases abiertas, asambleas y fue tomando cuerpo la organización y participación docente y estudiantes.
Los gremios ante un realidad en la que no estaba amenazado el sistema universitario público, hace años que no articulaba acciones de conjunto.
Sin embargo, el alerta que despierta la real posibilidad del vaciamiento de las universidades públicas unieron a toda la sociedad que protagonizó un jornada histórica en defensa del derecho a la educación superior.
Imágenes de la marcha.