Cansados de las mentiras del Gobierno, los yerbateros tomaron la sede del Instituto de la Yerba Mate

A pesar de mantener fuertes enfrentamientos con la Policía trabajadores rurales misioneros ocuparon el principal local Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) en Posadas, Misiones, en reclamo de mejoras en los precios del producto. “Primereando” dialogó con uno de sus dirigentes. El triste rol del Momo Vanegas.

La toma de la sede del Instituto de la Yerba Mate sucedió hoy a las 9.30 AM, cuando pequeños productores y trabajadores rurales decidieron ingresar a la sede del INYM para exigir promesas incumplidas. Una delegación de yerbateros se reunirá mañana en el Congreso con diferentes diputados y buscarán un encuentro con el ministro de Agroindustrias.

Hace una semana, los trabajadores yerbateros regalaron 30 kilos de yerba en Plaza de Mayo para visibilizar la crisis del sector. Reciben 3 pesos por cada kilo de hoja verde de la yerba que en las góndolas se vende a 60, aproximadamente.

En diálogo con Primereando, el dirigente yerbatero Cacho Ozeñuk, indicó que la medida de fuerza adoptada responde a que “nunca se respetó lo prometido hace una año cuando Mauricio Macri había decidido aportar 1500 millones de pesos para financiar la cosecha de yerba mate y garantizar que los productores reciban el precio acordado”.

Entre las exigencias de los trabajadores, que se encuentran ocupando la sede del INYM, se pide al organismo herramientas para que se cumpla el precio oficial de 5,10 pesos por kilo de hoja verde.

La indignación de los yerbateros creció luego que el subsecretario del ministerio de Agricultura de la Nación, Ricardo Negri y el Momo Venegas, de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), comunicaron que esos 1.500 millones que les habían prometido de subsidio tendrían otro camino.

En ese sentido Ozeñuk relató que mantuvo una reunión con el Momo Venega, “quien nos trató de carapintadas y desestabilizadores al gobierno” de Cambiemos.

Además, Ozeñuk reclama que se llame a una nueva elección del INYM y “que se vayan” los diez funcionarios que ocupan cargos en ese organismo nacional.

“Esta lucha va a quedar en la historia”, reflexionó Ozeñuk y luego informó: “nosotros trabajamos el 82% de la producción de yerba mate de la Provincia, una de las mayores del mundo”, concluyo el dirigente.

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“TomÃĄ mate”: AnÃĄlisis del conflicto yerbatero

Según un análisis de CEPA este sector, caracterizado por una oferta primaria atomizada y comercialización final oligopolizada el conflicto se centra en las dificultades de los pequeños productores de recibir el precio fijado por el laudo del Ministerio de Agroindustria.

Dicho precio, fijado en octubre de 2016, ya se encontraba en aquel momento por debajo del costo determinado por el INYM, habiendo generado varios conflictos en el transcurso del año pasado por el reclamo de los productores acerca de la inviabilidad de la actividad. Dicho laudo aumentó los precios aproximadamente 10% pero insuficientes respecto de los aumentos de costos (productos químicos importados, salarios y transporte/gasoil).

A pesar del diagnóstico del INYM haciendo hincapié en un supuesto exceso de producción, se observa que no ha habido incremento de ingreso de hoja verde a secadero ni aumento en lo referido a salida a molino sino una sensible caída en las exportaciones.

El crecimiento de la cosecha de yerba mate fue apenas 1,2% superior al del año 2015, mientras que la variación de 2016 en relación a 2015 en lo referido a yerba Mate a salida de Molino ha sido de 0,79%.

Adicionalmente, las falencias en la fiscalización permite que se muela el palo, lo que genera un aumento del palo en paquete, lo que aumenta la rentabilidad de la industria a costa del precio del pequeño productor.

A pesar del “aumento de competitividad precio de la yerba” vía tipo de cambio y quita de retenciones, no hubo un despegue de las exportaciones del complejo yerbatero sino todo lo contrario. La caída fue de 10 millones de kg, es decir, una retracción del 27% en 2016. Adicionalmente y tal como se mencionó anteriormente, dada la alta concentración en la comercialización, en definitiva el beneficio derivado de la devaluación alcanzó solo a un pequeño sector.

Resulta llamativo el diagnóstico de exceso de producción ya que si bien el precio impuesto a los pequeños productores ha caído por debajo del laudado, los precios en góndola van en aumentado. Se observa entonces que el impacto de la caída de las exportaciones pretende hacerse pesar sobre el precio que “de hecho” se paga a los pequeños productores.

Por otro lado, el precio en góndola, como resultado de la devaluación de diciembre último, mostró una evolución por encima de la de los precios al productor. Mientras el precio de la hoja verde puesta en secadero aumentó en el período septiembre de 2016 a marzo de 2017 en el orden del 6,25% y la canchada en 6,49%, los precios en góndola, según el relevamiento de CEPA-Indep, crecieron 12,15%, es decir, casi el doble. Si se considera el período noviembre de 2015 a marzo de 2017, el aumento de precios de hoja verde puesta en secadero fue de 19,44% y la canchada en 21,60%, mientras que los precios en góndola, e incrementaron 32,33%.

Incluso con el kilo de hoja verde a $5,10, no caben dudas que en los primeros tramos de la cadena de producción el atraso en el precio continúa siendo insostenible, a sabiendas que en el eslabón comercial es dónde se dan los mayores márgenes de utilidad en la cadena yerbatera. Habiendo neutralizado Cambiemos la tarea de precio de referencia de “precios cuidados”, otro elemento importante de este nuevo laudo es el efecto traslado en la cadena de distribución y comercialización cuyo desenlace es siempre el incremento del precio final de la yerba mate en góndola con fuerte impacto económico por tratarse de un producto de consumo masivo.

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