Así lo aseguró el Índice de Estabilidad Social (IES), publicado por RF Consultores durante diciembre último. La inseguridad, inflación, los bajos salarios y el desempleo son las principales preocupaciones de los habitantes de la provincia de Buenos Aires.
A un año y algunos días de gestión Cambiemos a nivel nacional y provincial, un trabajo realizado por la consultora RF Consultores durante el mes pasado reveló que 7 de cada 10 bonaerenses llegaron al flamante año con frustración y bronca.
Los principales motivos de la bronca y la frustración de los vecinos de la Provincia es la inseguridad con un 27%, seguido por la inflación con 21 puntos. En tercer lugar, con el 18 % se encuentran los bajos salarios y como cuarta categoría el desempleo con 12 puntos porcentuales.
No es noticia, ni novedad que la crisis económica y su capacidad de subsistencia están impactando de forma negativa en el estado de ánimo de los habitantes de la provincia de Buenos Aires.
Las conclusiones se desprenden del índice que elabora la consultora RF Consultores todos los meses sobre la situación social en el conurbano bonaerense. Allí el IES subió 2 puntos entre noviembre y diciembre pasando, alcanzando los 49 puntos en una escala de 0 a 100, donde el puntaje más bajo representa mayor estabilidad y bienestar y el puntaje más alto expresa mayor inestabilidad y malestar.
Los efectos de la inflación, la pérdida de poder adquisitivo y el stress que genera la inestabilidad laboral, consolidan a los temas económicos que agobian al 51% de los encuestados.
Durante noviembre de 2017, el 53% de las personas entrevistadas expresaron que la situación económica en su hogar era negativa, mientras que en diciembre ese número ascendió a 59%.
A la par, la preocupación por la inflación aumentó considerablemente, pasando de 14% en noviembre a 21% en diciembre. La crisis económica repercute en el bolsillo y empuja a más bonaerenses a tomar decisiones no deseadas como reemplazar alimentos o pedir dinero prestado para llegar a fin de mes.
La crisis obligó a muchos vecinos del conurbano a buscar nuevas fuentes de ingreso y por ello la mitad expresó que en el mes último debió realizar trabajos adicionales fuera de su horario laboral, para afrontar deudas o para poder llegar a las fiestas de fin de año.
Este número se incrementó considerablemente, pasando de 42% en noviembre al 50% en diciembre. La otra estrategia utilizada para paliar el impacto negativo de la situación económica fue pedir dinero prestado a terceros. En diciembre poco más de la mitad de los consultados reconoció haber solicitado dinero prestado durante los últimos 30 días (55%)
Los problemas en la economía familiar también generan cambios en la alimentación. El 78% de los encuestados se vio forzado a reemplazar algún alimento o directamente tuvo que eliminarlo de su compra debido a su costo. Este valor ascendió 6 puntos porcentuales respecto de la medición de noviembre.
El 48% de los consultados indicaron que ya no puede esperar más a que la economía mejore. Ese porcentaje se incrementó 9 puntos porcentuales desde el mes anterior, afectando principalmente a quienes tienen menores ingresos y son más críticos con el gobierno provincial.
Otro de los datos sobresalientes del estudio es que siete de cada diez personas consultadas llega a fin de año con bronca o frustración. El porcentaje que afirma sentir “bronca” pasó de 34% en noviembre a 41% en diciembre.
El mal desempeño de la economía incide negativamente en los niveles de aprobación del gobierno nacional y del gobierno de la provincia. Tanto la evaluación de la gestión del gobierno de Mauricio Macri como la de la gobernadora María Eugenia Vidal, cayeron 6 puntos porcentuales respecto de la medición de noviembre.
En diciembre de 2017, el 65% evaluó negativamente la gestión del gobierno nacional y el 41% evaluó negativamente la gestión del gobierno provincial.
Los más golpeados por la crisis económica son quienes tienen entre 30 y 49 años, es decir, quienes están en la etapa de trabajo más productiva; al igual que quienes cuentan con menores ingresos.
A su vez, los vecinos de la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires manifiestan estar más apretados económicamente, en comparación con los de la primera sección electoral.