Así lo expresó el ex ministro de Salud de la Nación al respecto de la preocupación del gobierno y de sus aliados por cobrar la atención médica a los extranjeros no residentes. Datos y números acerca de la utilización de los servicios médicos por parte de ciudadanos de las naciones vecinas. La instalación de este tema en la agenda mediática para no informar acerca de otros asuntos de envergadura.
En declaraciones ofrecidas a Página 12, el ex encargado de la cartera de Salud de la Nación, Gínes Gonzáles García, expresó: “Sospecho que es una bomba de humo”, para luego explicar: “Argentina tiene una larga tradición en la atención pública en salud. Es algo que está desde el preámbulo de la Constitución y está en muchos artículos de distintas leyes, una de ellas es la Ley de Migración de 2004, que obliga, por ser un derecho humano esencial, a atender a cualquier persona que esté en nuestra patria”, Por otro lado, Gonzáles García aclaró que la atención médica de emergencias está asegurada en todos los países limítrofes, pero reconoció que “la Argentina es muy generosa y atiende hasta patologías crónicas”.
El ex ministro de Salud consideró que no está mal que se exija un convenio de reciprocidad entre los Estados y sentó su posición: “A las personas no hay que cobrarles, deben ser los gobiernos los que le paguen a esos personas”. Por último, Ginés puso como ejemplo un acuerdo alcanzado durante su gestión entre el Estado argentino y el chileno para que el país trasandino pagara un canon por los ciudadanos de ese país que cruzaban la frontera para ser atendidos en Esquel, Chubut.
Las cifras que da el propio diario La Nación son lapidarias y confirman que un proyecto de esa naturaleza en manos de Cambiemos esconce un decidido enfoque xenófobo: “En medio de la polémica en torno al cobro de reintegro para los extranjeros que se atiendan en el hospital Pedro Uro, en la Quica y cerca de la frontera con Bolivia, la directora del centro de salud dio a conocer a qué cantidad de pacientes recurrió a la centro de salud durante el 2017 y cuántos provenían del país vecino.
Según los números que informó Fernanda Elias, a cargo del hospital donde trabajan 300 personas y cuenta con 80 camas, el año pasado atendieron a través de la guardia a 28.084 personas. De ese total, 26.001 fueron personas con documento argentino, 1848 de Bolivia y los 235 restantes de otros países. Por consultorios externos, fueron atendidos 19.864 personas, 18.269 argentinos y 1595 bolivianos. Elias también graficó la situación al hablar de la cantidad de nacimientos que tuvo el hospital durante el 2017. “El año pasado nacieron 509 bebes, de esos 110 son hijos de bolivianos que vinieron a tener familia a La Quiaca. No son residentes, cruzan el puente y vienen a tener familia de este lado por los beneficios sociales que tienen como la asignación universal por hijo o los planes sociales”.
Pero a la titular del Hospital se le salió la cadena. Al mismo diario dijo que el número de argentinos puede ser “engañoso”, porque muchos “tienen documento argentino pero son hijos de bolivianos que nacieron en la Argentina pero residen en Bolivia”.
Se trata de argentinos, pero hay más: “la Encuesta de Protección y Seguridad Social (Enapross), cuyos resultados fueron publicados en un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), detectó que ‘casi 6 de cada 10 migrantes sudamericanos, sobre todo aquellos arribados durante los últimos 20 años, dispone y utiliza solamente la cobertura para la atención de la salud que brindan los hospitales públicos y los Centros de Atención Primaria’. Sin embargo, el informe destaca que ‘de todas maneras, dada la escasa prevalencia de la población migrante sudamericana sobre la población total, en realidad el impacto que ella ejerce sobre los servicios que prestan los hospitales públicos y los CAPS resulta escaso’”. Y esa información la consigna La Nación, un medio que nadie puede sospechar de pro bolivianos, pro inmigrantes de América Latina.
Según el Censo 2010, último realizado en el país, en la Argentina viven 1.800.000 residentes no nativos. En 2013, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un estudio que proyectó esa cifra a 2.000.000. Es decir, sólo el 4,6% de la población que vive en la Argentina es extranjera.
La inmigración que más creció en los últimos años proviene de países latinoamericanos, principalmente de Paraguay, Bolivia y Perú, que en conjunto representan el 75% de la migración latinoamericana. En cuanto a las radicaciones permanentes resueltas en 2015, según información de Migraciones, en total hubo 133.554, de las cuales 58.225 fueron para ciudadanos paraguayos; 31.996, para bolivianos; y 16.074, para peruanos. En tanto se resolvieron 8496 radicaciones permanentes para colombianos, que es una de las nacionalidades que tuvo mayor aumento en este punto en los últimos diez años. Las radicaciones no equivalen a una ciudadanía, pero otorgan ciertos derechos a la persona y le permiten, entre otras cosas, trabajar en el país.
El informe de la ONU, según refleja el sitio web de la Dirección Nacional de Migraciones, sostiene también que en el mundo, 232 millones de habitantes son migrantes, lo que representa el 3,2% de las personas. Oceanía es la región que recibe más inmigrantes (20,7%), seguido por América del Norte (14,9%) y Europa (9,8%).
En términos absolutos, Estados Unidos recibe la mayor cantidad de inmigrantes: casi 46 millones de personas; seguido por Rusia (11 millones), Alemania (10 millones) y Arabia Saudita (9 millones). Después de la Argentina (puesto 29), los países latinoamericanos con mayor cantidad de extranjeros son Venezuela (puesto 38 del ranking mundial, 1,1 millón de inmigrantes), México (43°, 1 millón de inmigrantes) y Brasil (59°, 600 mil inmigrantes).