Crece el rechazo del movimiento obrero a la reforma flexibilizadora de Macri y al ajuste de Vidal
Tras la rotunda posición de las dos CTA y la Corriente Federal de Trabajadores, la CGT también rechazó en términos generales el proyecto de la Casa Rosada. Sindicatos bonaerenses decidieron movilizarse a Gobernación el próximo 23 de noviembre y desde la carpa de los trabajadores de PepsiCo llamaron a una marcha “unitaria” en todo el país.
El titular de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), el bancario Sergio Palazzo, dijo hoy que “el Consejo Directivo de la CGT hace bien en rechazar esta reforma”, porque “es tremendamente negativa, le pegan en la espina al derecho laboral”.
Al igual que las CTA lideradas por Hugo Yasky y Pablo Micheli, la corriente que conduce Palazzo manifestó desde un primer momento su oposición total y absoluta al proyecto de Mauricio Macri que destruye derechos conquistados por los trabajadores.
“Es mucho más que una serie de modificaciones a las leyes laborales. Estamos frente a un verdadero intento de fijar las bases para un cambio de paradigma en las relaciones laborales que, en el largo plazo, constituye una profundización de la ofensiva ininterrumpida del capital sobre el trabajo iniciada en nuestro país a mediados de los años ’70”, subrayó el coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos.
Mientras tanto, los triunviros de la CGT, Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña dijeron ayer no estar de acuerdo con la reforma de Macri, “sobre todo en las modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo, que son cambios fundamentales como lo es el cambio de la filosofía del derecho laboral argentino, que es un derecho consolidado como un derecho tutelar que protege al trabajador y trata de nivelar las asimetrías que existen con el empresario”.
No obstante, reconocieron que el diálogo con el Gobierno no está cerrado y que la negativa del consejo directivo no incluye algunos ítems conversados con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, como el blanqueo laboral, capacitación permanente y agencia de salud.
En tanto, los gremios bonaerenses nucleados en ATE, CTA y ATSA decidieron movilizarse el próximo 23 de noviembre a la Gobernación provincial para manifestar su rechazo a la reforma laboral de Macri y al ajuste de María Eugenia Vidal.
Por su parte, convocados por los trabajadores de PepsiCo, se reunieron delegados, dirigentes sindicales y referentes de la izquierda en la carpa montada frente al Congreso de la Nación para discutir medidas de acción contra la reforma.
Exigieron a la CGT que “abandone la tregua que sostiene con el Gobierno, que no negocie nada contra los intereses de los trabajadores y que convoque a un paro y plan de lucha contra el Gobierno y las patronales que insisten en implementar total o parcialmente esta reforma que nos conduciría al siglo XIX”.
Al mismo tiempo, se debatió sobre la necesidad de “hacer un llamado a las CTA y a todos los que se oponen a la reforma, para salir a enfrentarla de forma urgente mediante una gran movilización unitaria”.