Fue tan fuerte la patada que Gabriel Mariotto le propinó al tablero político que las fichas todavía vuelan por los aires. Esta es la situación que atraviesa el senador provincial y precandidato para la intendencia de La Plata, Emilio López Muntaner.
Comprometido e identificado con el proyecto nacional, el cambio de rumbo que tomó el vicepresidente obliga al "Taka" a decidir cómo continuará su camino. O se despega de la posición de su padrino político, o tiñe de naranja su traje de kirchnerista puro.
Por el momento las cosas se mantienen en suspenso y hay un prudente silencio de parte de los dirigentes mariottistas para con la prensa. Es que la pregunta que todavía no tiene respuesta es qué pasará con las internas locales ahora que el lomense blanqueó que quiere a Daniel Scioli en el sillón de Rivadavia.
En el caso específico de La Plata, la capital de la rosca provincial, las primarias del Frente Para la Victoria cuentan con contendientes de todos los colores de la paleta que permite el kirchnerismo. Y cada expresión tiene su nombre o varios.
Así las cosas, si el extitular de la AFSCA va de lleno con el Gobernador eso podría implicar que también le dé la venia al platense que llegue de la mano de Daniel Osvaldo. El asunto se pone todavía más interesante -o complicado- porque DOS no blanquea su apoyo.
Aunque resulte extraño, el Gobernador evita postular quién es su contendiente para la ciudad de las diagonales. Por el momento, al que mejor le calza el sayo es al actual jefe comunal, Pablo Bruera.
Pero el intendente tampoco termina de reclamar el lugar y por ahora juega a dos puntas. Se muestra en un acto con el motonauta y a los dos días se sube a las tablas con el otro presidenciable del FPV, nada menos que con el ministro Florencio Randazzo.
En cuanto a la situación del "Taka", en principio su lugar como precandidato de Mariotto podría continuar en firme. Después de todo, las listas todavía no se cerraron. Es cierto que hasta este momento, ser considerado un candidato naranja implica -al menos en lo simbólico- perder chapa entre los que se definen, además de kirchneristas, pertenecientes al proyecto nacional y popular.
Asimismo, todavía no transcurrió el tiempo suficiente para definir si el sincericidio del lomense fue un verdadero cambio de rumbo, o más bien una jugada osada para llamar la atención de lo que sucede detrás de bambalinas. En ese caso, su decisión no se trata de un cambio de posicionamiento político sino, más bien, de táctica.
Si esa fuera la situación, López Muntaner, y tantos otros, podrían ser candidatos de Scioli sin necesidad de bajar las consignas del proyecto. Como escribió Mariotto en su carta: "Quiero que un compañero ocupe el despacho presidencial, quiero que otros compañeros ocupen los despachos de las gobernaciones". Habrá que ver si se cumplen sus deseos y quiénes son esos compañeros.