El contexto político de Francisco de Narváez es ambiguo. Por un lado, el portazo de Darío Giustozzi le significó la baja de su principal competidor en las internas del Frente Renovador, pero por otro lado destapó la gran crisis del espacio que se suma a su sostenida caída en las encuestas.
En una movida osada, el diputado millonario propuso hoy una gran interna de la oposición para la gobernación bonaerense y un eventual gobierno de coalición.
“Proponemos un amplio debate y en la provincia de Buenos Aires debe haber una gran interna de todos los candidatos a gobernador. Porque es en la Provincia donde el kirchnerismo se juega su continuidad y si allí tiene una derrota contundente, entonces será como dijo Máximo: sanseacabó”, señaló esta mañana De Narváez en declaraciones radiales.
Aunque de dudosa aceptación por el resto de las fuerzas políticas, la especulación del “Colorado” es clara. Aun ganando las PASO en el Frente Renovador, quedaría muy debilitado como referente de un espacio político que parece estar yendo a pique. Con su propuesta, de ganar en dicha interna antikirchnerista ampliada, se erigiría como el único candidato para enfrentar al referente del Frente para la Victoria en el distrito clave del país.
“Si gana el kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires es muy probable que Scioli vaya al gobierno y Cristina al poder”, advirtió De Narváez. Además estimó que “el 65 por ciento de los bonaerenses no quiere que el kirchnerismo continúe en el poder. Pero además de ganarle hay que gobernar y entonces yo propongo un gobierno de coalición en la Provincia, con un gabinete integrado por hombres y mujeres de las distintas fuerzas políticas”, explicó De Narváez.
Resta esperar la reacción de los otros espacios, además de la del propio Sergio Massa que nunca fue propenso a esas coaliciones.