Fue un anunció esperado. En el marco de la inauguración de las obras sanitarias en su pago chico, el intendente de Merlo afirmó hoy junto al gobernador que “con Daniel tendremos un presidente que conoce en plenitud las necesidades de nuestro pueblo y está en condiciones de resolverlas”.

Días atrás ya había mantenido un encuentro con el Gobernador, Fernando Espinoza y Alejandro Granados en la quinta La Colonial, de Merlo. Entonces se cruzaron elogios en un acto de entrega de patrulleros. “Te extrañaba, Raúl”, se animó a decirle el precandidato presidencial arriba del escenario.

Y ayer, jueves, se dio la confirmación tras el telón de su regreso al kirchnerismo, en la reunión de ayer de Raúl Othacehé junto al secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" De Pedro, y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.

Hoy fue el turno de la foto. El contexto fue la inauguración de la ampliación de las salas de maternidad y neonatología del hospital Chutro. Allí la provincia invirtió unos 5 millones de pesos que llegaron a partir de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Además de Daniel Scioli, estuvieron presentes los intendentes Alberto Descalzo y Fernando Espinoza.

"Nosostros también te extrañábamos Daniel", abrió el jefe comunal de Merlo, en lo que fue una actividad llena de gestos que pueden dar indicios sobre el futuro cercano de varios de los presentes.

Othacehé también tuvo guiños importantes con el intendente de La Matanza y precandidato a la gobernación con el visto bueno de Daniel Scioli. "El Vasco" le levantó la mano a Espinoza en público, lo felicitó y dejó avizorar un futuro respaldo en su carrera por el sillón de Dardo Rocha.

Espinoza podría ser el candidato pejotista ideal para los barones del conurbano, que cumpla la función de reordenar a los que regresan y de sumear voluntades con varios de los que estaban enconlumnados en el FpV.

Entre los espectadores se pudieron distinguir gestos de cariño en el reencuentro entre los funcionarios de Ituzaingó y los de Merlo, que vuelven a participar del mismo espacio político con el retorno de Othacehé.

En el acto también anunciaron obras de repavimentación de dos rutas para el distrito y un trabajo conjunto bajo la conducción de CFK. En definitiva, "El Vasco" está de vuelta.

Hasta hace unas horas, dirigentes del Frente para la Victoria trataban de gestionar todo lo que estuviera a su alcance para conseguir que un Kirchner, Alicia más precisamente, encabece una de las fórmulas que compitan en la Provincia.

La idea que circulaba hace poco más de un mes, y que dio a conocer en exclusiva PRIMEREANDO, era que la ministra encabece el binomio de gobierno bonaerense, secundada por el actual Jefe de Gabinete Anibal Fernandez, hoy en plena campaña para suceder a Daniel Scioli

Pese a los esfuerzos y a las tratativas realizadas para tener en un plano de privilegio el apellido que más votos puede traccionar en tierras bonaerenses, se terminó de sepultar el sueño.

Sucede que Alicia no nació en territorio bonaerense y tampoco tiene residencia por estos lares, por lo que se hizo imposible encaminar los papales para que pueda terciar en la disputa por el Sillón de Dardo Rocha.

Altas fuentes del oficialismo consultadas mencionaron que con las puertas cerradas en tierras bonaerenses, el futuro de Alicia Kirchner podría estar vinculado a una postulación en Santa Cruz a un alto cargo ejecutivo. Aunque todavía faltan superar algunos filtros para la oficialización de ese anuncio.

Eduardo Enrique de Pedro, conocido por todos como "Wado", es actualmente el principal armador electoral de la provincia de Buenos Aires del kirchnerismo duro. A ello se abocó desde que la Presidenta lo nombró Secretario General de la Presidencia, en reemplazo de Oscar Parrilli el pasado 26 de febrero. Pero el joven camporista no es solo uno más del redil, sino que encabeza un recambio generacional y político respecto de los tradicionales operadores políticos.

Efectivamente, Javier Fernández y Juan Carlos “Chueco” Mazzón, dos históricos operadores judiciales y políticos, han sido desplazados por la Presidenta. Lo mismo que los ex funcionarios de Inteligencia, como Francisco “Paco” Larcher.

El cambio apunta a un perfil más cristinista, y algo menos pragmático sobre la ingeniería electoral, lo cual implica por caso privilegiar al camporismo en detrimento de otras opciones que a priori serían más competitivas. En tal sentido debe entenderse el alejamiento del “Chueco” Mazzón por solicitud de Cristina Fernández. El veterano armador del peronismo presumiblemente se pasaría al riñón sciolista.

De todas formas, hay que tener en cuenta que “Wado” es el más sciolista de La Cámpora, por así decirlo. Mantiene buena relación con el gobernador, pero desde luego, su vínculo privilegiado es con Máximo Kirchner y con la propia Cristina, con quienes mantiene línea directa, lo cual lo destaca por sobre el resto de los integrantes del gabinete.

Sus dos manos derechas son su tío, el diputado bonaerense Alberto España, y uno de sus hermanos de crianza, Gerónimo Uztarroz, que trabajan con él en el armado electoral. España, de hecho, es uno de los principales impulsores, junto con De Vido, de la candidatura a gobernador del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.

En pocas semanas, Wado salió en la foto con los intendentes repatriados del massismo, que por ahora son cuatro, pero podrían ser más en las próximas horas. De Pedro amasa la vuelta, los contiene y negocia las condiciones del regreso al FpV.

El intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, consideró hoy que “hay posibilidades” de que el Frente para la Victoria (FpV) gane las elecciones presidenciales en primera vuelta y expresó su apoyo a la precandidatura del gobernador bonaerense Daniel Scioli.

“Hay posibilidades de ganar en primera vuelta”, dijo Curto en una entrevista con radio América, en la que definió su apoyo a Daniel Scioli “porque apoyó el proyecto permanentemente”.

Agregó que en los comicios presidenciales “el representante de los poderosos es Mauricio Macri”, y no el precandidato a presidente por el Frente Renovador, Sergio Massa.

Respecto del ex intendente de Tigre, dijo que “no representa a los poderosos”, sino que los poderosos "lo usaron”.

Curto destacó las políticas sociales que impulsó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante su gobierno, continuando con las iniciadas por su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, a partir de que fue electo presidente en 2003, y señaló que ahora la mandataria “tiene que integrar las listas” del FpV.

Luego de irse del Frente Renovador, bajase de la carrera por la gobernación de la provincia de Buenos Aires en la interna del PRO y lanzarse a la búsqueda de un nuevo mandato como intendente en San Isidro, Gustavo Posse, se mostró en dos ocasiones con el precandidatos a presidente del Frente para la Victoria, Daniel Scioli. Así las cosas y a menos de un mes del cierre de alianzas de cara a las PASO, crecen los rumores sobre un acuerdo electoral: ¿irá con boleta corta vecinal o será un aliado al sciolismo?

En tan sólo 15 días, el sanisidrense obtuvo dos fotografías con el precandidato presidencial del Frente para la Victoria Daniel Scioli. Una fue el último lunes, en los festejos por el 25 de mayo, cuando el intendente se mostró junto al gobernador de la provincia de Buenos Aires en el Hipódromo de San Isidro con el pretexto del “Gran premio 25 de mayo”.

Por su parte, hace unos días, Posse y Scioli participaron juntos de la inauguración de la Policía Local de San Isidro y hablaron del “trabajo conjunto”. “Sé que Gustavo siempre ha tenido un compromiso para mejorar la seguridad ciudadana”, destacó el motonauta en la primera parte de su discurso. “Esto se encuentra fuera de todas las especulaciones políticas, lo primero es que la gente viva mejor”, aclaró.

En tanto, unos instantes antes, el intendente de San Isidro había agradecido “la presencia” del mandatario bonaerense en su municipio. “Tomo como un acierto haber llegado a este punto intermedio, que haya policía local en distintos lugares. Marca que hay un camino bueno y que nos va a dar mejores condiciones de vida”, analizó.

A esta altura ya es conocida la capacidad de Posse de acercarse a los espacios políticos que triunfan en las elecciones. Así, mantuvo el distrito desde 1999 hasta el día de hoy, luego de la herencia de su padre Melchor Posse. En tanto, militór la transversalidad kirchnerista; luego se sumó a la Liga de Intendentes del Frente Renovador que en el 2013 derrotó al Gobierno en la Provincia. Para estas elecciones, se postuló a la gobernación bonaerense dentro del Frente Renovador hasta que decidió alejarse alegando que “hoy tiene que haber un ordenador en la oposición, un ordenador que fije una lógica y ese es Macri”.

Aliado al macrismo, quiso disputarle la interna a la candidata del jefe de gobierno porteño María Eugenia Vidal, algo que el PRO le negó. Aislado delas principales fuerzas de oposición, Posse retiró su precandidatura a gobernador y volvió a recluirse en San Isidro, para retener el municipio. Tarea esta que no le será sencilla debido al peso que tienen los precandidaturas a intendentes de San Isidro de la oposición: Guillermo Montenegro por el macrismo, Sebastián Galmarini por el Frente Renovador y Santiago Cafiero por el oficialismo. ¿Será por ello que ahora Posse busca un padrino que le garantice más votos de los que tiene como referente del distrito?

La sangría constante de dirigentes del massismo da la sensación de que el fenómeno se produce de manera generalizada. Sin embargo, la realidad del espacio de Sergio Massa es algo diferente si se hace foco en el sur del conurbano.

Vale recordar que, con excepción de Darío Giustozzi (Almirante Brown), el resto de los intendentes que dieron el portazo son de municipios del norte y el oeste: Gustavo Posse (San Isidro), Sandro Guzmán (Escobar), Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Humberto Zúccaro (Pilar), la inminente salida de Raúl Othaché (Merlo), sumada a los rumores sobre Gabriel Katopodis (San Martín).

Como se ve, las principales fugas se produjeron en la Primera sección, la más fuerte en términos de poder que tiene el Frente Renovador.

Estas salidas se explican en gran parte porque los jefes comunales no están dispuestos a arriesgar su continuidad al mando de los municipios. Es por ello que, ante la primera señal de debilidad de Sergio Massa, comenzaron el operativo retorno hacia el Frente para la Victoria, o el desembarco en el PRO, aunque en menor medida y con éxito dudoso.

En cambio, la situación de los dirigentes del massismo de la Tercera es distinta. La mayoría de los candidatos renovadores no gobiernan, sino que son opositores en sus respectivos distritos, es decir que tienen menos para perder. Y en caso de pasar al oficialismo, deberían competir en una PASO con el intendente de turno, algo nada sencillo.

La otra alternativa sería dar el salto al PRO. El inconveniente es que, si bien es cierto que la intención de voto de Mauricio Macri ha crecido considerablemente en la Provincia, la estructura macrista expone su mayor debilidad en la Tercera. Ni en La Matanza, ni los municipios del sur, el partido aurinegro goza del armado necesario como para garantizar una buena elección. Hay excepciones, desde luego.

Por ejemplo, en Lanús, el macrismo puede hacer una buena elección a partir de la construcción de Néstor Grindetti. Pero, lo último que quiere el ministro de Hacienda es competencia interna. Es por ello que ante los rumores de que el concejal Nicolás Russo podía desembarcar en el PRO, el precandidato salió con los tapones de punta a frenar cualquier intento.

Otro que podía dar el salto es el periodista Walter Queijero. Por eso Massa dispuso en Quilmes un operativo de contención importante para evitar que el concejal mediático se fugara al macrismo, con quienes siempre mantuvo diálogo. Si a eso se le suma la presentación del chef Martiniano Molina, que llegó de la mano de Jorge Macri, el cambio de bando parece más distante.

Sin embargo, en la Tercera no todo es color de rosas. Alcanza con repasar las ausencias del último plenario que se llevó a cabo en Ezeiza.

Bajo la consigna “Massa presidente” se encolumna el principal sector de dirigentes del FR de la zona y que contiene, además, a los principales armadores de la Mesa electoral. Entre ellos se encuentra el senador provincial José Luis Pallares, quien creció mucho en el espacio con la ida de Giustozzi. Es uno de los que le cierra la puerta a un posible acuerdo entre Massa y Macri y que fomenta la necesidad de bregar por la “unidad”. Pero hay límites.

Tanto Russo como Queijeiro, son ajenos a este núcleo. Lo mismo sucede, con el concejal de Lomas, Ramiro Trezza, y otro pequeño número de dirigentes que no tiene lugar en ese sector. Un operador del plenario más grande denomina de manera socarrona a este grupo como “la Tercera trucha”.

Más allá del mote, lo cierto es que existe una división clara entre los dirigentes massistas de la Tercera. Y en general, esta grieta tiene su correlato en las internas municipales, aunque cada distrito es un mundo aparte y es difícil compararlos.

Para complicar más las cosas, la foto que a groso modo intenta capturar esta nota, se vuelve borrosa porque el Frente Renovador sufre vibraciones constantes. Eso se debe a que la candidatura nacional de Sergio Massa ha perdido solvencia, lo que pone en jaque todo el tiempo el armado de las bases, y viceversa.

Asegurar que no habrá fugas en la Tercera sección es por demás arriesgado en el escenario actual del massismo. Pero a la vez, las condiciones están dadas para que en esta sección el sangrado se detenga.

En momentos donde la lealtad para muchos dejó de ser una virtud y, garrocha en mano, una veintena de intendentes están dando el salto hacia el Frente para la Victoria o hacia el PRO, Daniel Scioli ayer se reunió en privado con sus hombres de la primera hora y les reafirmó su respaldo de cara a las PASO del 9 de agosto, más allá de las decisiones de los jefes comunales de sus distritos.

Los principales bendecidos por DOS son Mariano Cascallares, referente naranja de Almirante Brown y Gustavo Menendez, pata sciolista de Merlo.

Ambos dirigentes son jóvenes, estuvieron al lado del gobernador desde que lanzó su precandidatura presidencial y ahora ven como los intendentes de sus municipios vuelven al Frente para la Victoria, algo que podría atentar contra su carrera política.

Ante el temor de que les pidan que declinen sus aspiraciones, Cascallares y Menendez tuvieron su cónclave con el gobernador. La respuesta fue contundente: Scioli les garantizó que pondrá a su disposición todo lo que tenga a su alcance para sostener sus precandidaturas y para lograr que en agosto compitan mano a mano con los jefes comunales por la intendencia.

Cascallares, hombre cercano a Karina Rabolini, disputará con la bendición naranaja Almirante Brown, un municipio de 404 mil electores, mientras que Menendez hará lo propio en Merlo, distrito de 366 mil electores.

Ambos tendrán sus campañas sostenidos por la estructura del IPS que hoy comanda el propio Cascallares y contarán en las próximas semanas con varias actividades con la presencia del gobernador que les dará visibilidad y los dejará como los elegidos por DOS.

El precandidato a gobernador por el Frente Renovador, Francisco De Narváez entró ayer al despacho del director de Agencia Nova y, sin que mediara palabra, lo atacó brutalmente hasta dejarlo inconsciente.

Luego del violento episodio el empresario colombiano admitió haber golpeado al periodista y sostuvo que "no debí reaccionar como reaccioné".

En diálogo con Radio La Red, explicó que "esto pasó en 2013. Este señor que se hace pasar por periodista es un extorsionador que hizo una nota agraviante e indigna".

"Quería conversar en el despacho de La PLata yo le dije que no se meta con mi familia, me pareció una noticia repugnante que no tiene nada que ver con mi vida con Agustina".

En ese sentido señaló que "no debí reaccionar, pero cuando vi a un tipo que me dice algo así con una altanería semejante me indigné. La violencia nunca es admisible, tampoco en este caso. Por eso quiero pedir disculpas y decri que este no es el camino".

En cuanto a su candidatura, sostuvo que "no me bajo. Soy candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Frente Renovador".

Por su parte el periodista Mario Casalongue además de la denuncia ante la policía difundió imágenes de su rostro ensangrentado y un video en el que detalló la agresión.

Con la salida del Frente Renovador del intendente de Merlo, Raúl Othacehé, ya son seis los intendentes que abandonaron a Massa en pocas semanas. Sus destinos funcionan como un termómetro de la correlación de fuerzas políticas: cuatro fueron al FpV y dos al PRO.

El Frente Renovador nació con base territorial en los intendentes. Sin embargo, en el último año, y de manera muy pronunciada en las últimas semanas, el espacio de Sergio Massa sufrió una crisis de la que difícilmente se reponga.

La sangría de los intendentes da una pauta de la correlación de las fuerzas políticas a pocos meses de las PASO. Por ahora, un 67% de los mandatarios optaron por acercarse con distinto énfasis al oficialismo, en especial al sector de Daniel Scioli; contra un 33% que merodea el PRO.

Raúl Othacehé, intendente de Merlo, ya acordó su regreso al Frente para la Victoria y mañana formalizaría su salida del massismo en una nueva aparición junto a Daniel Scioli.

Othacehé sigue los pasos de los intendentes de Pilar y Escobar, Humberto Zúccaro, y Sandro Guzmán. Darío Giustozzi, hombre fuerte de Almirante Brown, también merodea el kirchnerismo junto al actual intendente Daniel Bolettieri.

Por otro lado, Gustavo Posse (San Isidro) y Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas) están volviendo al PRO de Mauricio Macri y buscarían la reelección en sus municipios.

Otros nombres en danza son los del intendente Luis Acuña de Hurlingham, tironeado por el Frente para la Victoria y el PRO. También Gabriel Katopodis de San Martín y José Eseverri de Olavarría son codiciados, aunque todavía se mantienen el FR.

Así, si bien Macri optó por mostrarse como adversario claro del massismo, esa estrategia lo está perjudicando indirectamente. Porque si bien consiguió que el Frente Renovador se debilitara en su base territorial, los fugados tienden a acercarse al FpV antes que al PRO.

Así, la caída de Massa termina siendo perjudicial para Macri, quien aspiraba a llegar a una segunda vuelta contra Daniel Scioli, y en esa instancia capitalizar los votos de Massa.

Por ahora, de los seis intendentes que abandonaron a Massa, cuatro fueron para el FpV y sólo dos para Macri. Además, el armado de Macri en provincia, con María Eugenia Vidal como precandidata, no termina de remontar en las encuestas.

Dentro del conurbano, zona que representa alrededor del 70% del padrón bonaerense , hay veinte municipios gobernados por el FpV, seis por el FR y tres por el PRO. Aunque de los seis que le quedan al massismo, hay versiones, operaciones y rumores de nuevas fugas.

"El de Mauricio Macri es un proyecto serio y organizado", con esas palabras el radical Leandro Costa selló su salida del Frente Renovador y fijó su incorporación al partido de Mauricio Macri.

Fuentes del PRO confirmaron a la Agencia Nacional de Noticias, Télam, que Costa -hijo del senador bonaerense Roberto Costa,

también incorporado al PRO en marzo pasado – "hace dos semanas ya había negociado su pase", y que incluso ya se fotografió

con Mauricio Macri.

En declaraciones al diario El Día de Escobar, Leandro Costa consideró que "el de Mauricio Macri es un proyecto serio y

organizado, la verdadera opción de vencer al kirchnerismo”, y que su fuga del Frente Renovador “no tiene que ver con cuestiones especulativas”.

En marzo pasado, Massa y Guzmán profundizaron su enfrentamiento y el tigrense confirmó a Costa como candidato para ocupar la intendencia del distrito.

Al día siguiente, Télam anticipó el abandono del massismo por parte de Guzmán, quien esa misma tarde se reunía con el jefe de

Gabinete, Aníbal Fernández, y el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" de Pedro.

Ya sin Costa ni Guzmán, por ahora el massismo se queda sin postulante en Escobar, algo similar a lo que le ocurre en Merlo:

al irse al FpV el intendente Raúl Othacehé, el FR no tiene referentes locales.