Menendez ordena al FpV para derrotar a Othacehé
El retorno de Raúl Othacehé al Frente para la Victoria cambió rotundamente el panorama en Merlo. Es que antes de la vuelta del Barón del conurbano bonaerense al oficialismo, Gustavo Menendez se proyectaba como el candidato que iba a aglutinar a la totalidad del FpV de cara a las PASO. Ahora deberá competir en esa instancia con el alcalde.
Esta nueva realidad adelantará unos meses (de octubre a agosto) la pelea de fondo local entre los dos pesos pesados del distrito. Sucede que, de todas maneras, el kirchnerismo comienza a ordenarse detrás del "Tano" Menendez para enfrentar unido al "Vasco" Othacehé.
Hasta ahora Nuevo Encuentro, el MUP y Kolina han adherido a la postulación de Menendez y negocian los lugares en la lista. Se espera que en los próximos días La Cámpora haga lo propio. También podrían sumarse otros espacios cercanos.
Othacehé, que salió despedido del Frente Renovador por la caída abrupta en las encuestas de Sergio Massa que amenazaba con hundirlo junto al ex intendente de Tigre, hace 25 años que gobierna el populoso distrito del oeste y parece encontrarse frente a su elección más compleja. Es que por primera vez tiene una batalla en la que podría caer derrotado.
Desde el entorno de Menendez se muestran confiados por el respaldo político que consiguieron en La Plata. El sciolismo prometió (y cumplió) sostener su candidatura, más allá de lo que pase con el intendente, y presentarlo como el referente naranja en el distrito. Incluso afirman que DOS desconoció las presiones para bajarlo que ejercieron desde la municipalidad, cuando se negociaba la vuelta de Othacehé al FpV.
Las sondeos que maneja el "Tano" le son más que auspiciosos. Es que los números que le acercaron lo colocan encabezando la intención de voto de manera uniforme en toda la extensión de Merlo, por lo que esperan lograr un cambio de mando luego de un cuarto de siglo en el municipio.
Creen que los cambios de camiseta del "Vasco" le restaron credibilidad y confianza. Además de que el hecho de no haberse sumado a la mayoría de las políticas de inclusión del gobierno nacional en los últimos años le pasarán factura en las urnas el próximo 9 de agosto.
El resto de la política de Merlo parece haber quedado afuera de la discusión. Ni el PRO, ni el massismo tienen algún referente que pueda terciar en el mano a mano que definirá el futuro local en agosto.