En una década, Solá pasó de la reforma de Arslanián al Código Penal de Massa
Cuando era un gobernador kirchnerista, entre 2003 y 2007, Felipe Solá puso como Ministro de Seguridad de la provincia, en 2004, a León Arslanián, bajo cuya gestión se creó en 2005 el 911, un servicio telefónico de denuncia y la Policía Buenos Aires 2, un cuerpo de seguridad separado de la tradicional Policía Bonaerense.
El intento de reforma “progresista” quedó a mitad de camino, pero aun así tuvo algunos logros, con bajas en los índices delictuales, como los homicidios y los secuestros extorsivos. Lo insólito es que ahora Solá apunta a la dirección contraria, ya que repite los argumentos de Sergio Massa que defenestran al nuevo Código Civil y Penal unificado, que tuvo como uno de sus redactores al propio Arslanián.
Ya el año pasado, Massa había desatado la polémica al llegar a plantear un plebiscito para definir la reforma jurídica, lo cual además de demagógico es inconstitucional. Por entonces, Arslanián decía: “Por intereses a veces mezquinos, por obtener votos a cualquier precio”, se busca “confundir y tratar de arriar a la gente como ganado, eludiendo incluso un debate razonable y metódico”.
Este año, el frente Renovador arremetió con el “Código Penal Justo”, que se reduce a una burda prolongación de las penas para cada delito, receta que ha sido demostrada ineficaz a nivel mundial, y ciertamente local. Nuevamente son las palabras de quien fuera el ministro de Seguridad de Solá, León Arslanián, las que aclaran el panorama: hay “quienes ven la ley penal como talismán con poderes mágicos”.
Sin embargo, Solá apuesta a la salida fácil de reclamar mayor dureza con el crimen, al afirmar que “la reforma del Código Penal está basado en Zaffaroni, que dice que la cárcel no sirve”; simplificando de manera absurda a un especialista de renombre internacional en la problemática.