"Es una forma de reparar a las víctimas que aparecieron siempre en esas páginas como delincuentes subversivos, delincuentes en contra del pueblo argentino", señaló el fiscal, José Nebbia, ayer, en declaraciones formuladas a Radio Nacional Bahía Blanca.
El fiscal, perteneciente a la Unidad de Derechos Humanos de Bahía Blanca aseguró que la determinación es "a modo de garantizar el derecho a réplica de las víctimas".
La solicitud del fiscal de la causa, realizada en el alegato del juicio contra 23 imputados por delitos de lesa humanidad pretende que el Tribunal contemple, en el veredicto, que la sentencia sea publicada en el diario "La Nueva Provincia", propiedad del empresario de medios Vicente Massot, que integra la lista de imputados.
"Es una forma de reparar a las víctimas que aparecieron siempre en esas páginas como los delincuentes subversivos, delincuentes en contra del pueblo argentino, obligando a que se publique en sus páginas por primera vez la verdad, que sería la sentencia con los condenados y las víctimas de éstas causas", señaló Nebbia a Radio Nacional Bahía Blanca.
Massot y los 22 imputados están en la mira de los fiscales, que ya solicitaron la pena de prisión perpetua para 18 de los implicados, en el juicio que se realiza en Bahía Blanca por crímenes de lesa humanidad cometidos en jurisdicción de la Armada.
El pedido recayó sobre diez represores de la Armada, cinco del Ejército y tres de la Prefectura Naval.
La fiscalía los acusa por los delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidios cometidos en perjuicio de 66 víctimas, entre ellos los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Angel Loyola, secuestrados y asesinados en 1976 tras un conflicto gremial en La Nueva Provincia, diario en el que trabajaban.
Durante el alegato, los fiscales manifestaron que se pudo ver cómo el diario "manipulaba, escondía, encubría, tergiversaba, deformaba y falseaba los hechos en Bahía Blanca".
Y analizaron que "esas conductas, lejos de ser el ejercicio legítimo del derecho a la libertad de expresión, fueron conductas perfectamente proyectadas junto con los altos mandos militares que eran esenciales e indispensables al plan criminal".