Cambiemos penetró zona sur, la fortaleza del FpV
El Frente para la Victoria experimentó derrotas en algunos distritos de la Tercera Sección (que abarca a los municipios del sur del conurbano y La Matanza) que derivaron en el desembarco del macrismo en una región clave de la Provincia para el oficialismo.
Las bajas más sentidas son las de Quilmes y Lanús. En tierras del "Barba" Gutiérrez era esperable que el chef Martiniano Molina cocinara al intendente. Pero la ajustada victoria de Néstor Grindetti sobre Julián Álvarez agravó el cuadro sureño. A esto se suman otros triunfos en municipios más chicos: Beriso (Jorge Nedela), Magdalena (Gonzalo Peluso), San Vicente (Mauricio Gómez) y Brandsen (el radical Daniel Cappeletti).
En total, Cambiemos pasa de no gobernar ningún municipio en la Tercera a tener seis de las diecinueve intendencias de la Tercera. La gran muralla K se agrietó este domingo y permitió el avance de la fuerza que Mauricio Macri inició en la Ciudad.
Más allá de estas victorias aurinegras, la fortaleza territorial sigue vigente, ya que el resto de los barones ganó en sus distritos. Por ejemplo, Juan Patricio Mussi (Berazategui) fue el intendente K más votado de la Provincia. También fueron buenas las performances de Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Julio Pereyra (Varela). Además hay que sumar el triunfo de Verónica Magario (La Matanza), la delfín de Fernando Espinoza. También triunfó Mariano Cascallaers (Almirante Brown), le sacó el lugar a Darío Giustozzi, el jefe comunal retornado del massismo.
Asimismo, en los números generales de la Tercera, el PRO pasó de no presentar listas ni en 2011, ni en 2013, a que el candidato presidencial, Mauricio Macri, sacara el 27,55%, y la gobernadora electa, María Eugenia Vidal, lograra el 33,67%. La victoria de Cambiemos en el resto de las secciones se complementó con un reñido segundo lugar en un terreno muy complicado que era muy complicado para el macrismo en la previa. Por otro lado, las diferencias a favor de Vidal, sumadas a las de Scioli sobre Aníbal Fernández, instalaron sospechas hacia el interior del FpV sobre quiénes fomentaron el corte de boleta, algo que no debía pasar.
Historia reciente y presente de la Tercera:
Si bien en 2013 el Frente Renovador se impuso en las elecciones legislativas en varios de los distritos de la Sección, los jefes comunales del sur se mantuvieron unidos dentro del FpV. A excepción de Darío Giustozzi (Brown), en la Tercera se alinearon detrás de Fernando Espinoza, actual jefe de La Matanza y presidente del PJ Bonaerense.
Ya en marzo de este año, el anuncio de la no-salida de Martín Insaurralde (Lomas) hacia el FR fortaleció todavía más a los intendentes de la zona. Y terminaron de consolidarse con la posterior vuelta de Giustozzi. Los barones del sur le ganaron la pulseada al tigrense, que empezó a retroceder en el resto del conurbano y la Provincia. Todo hacía indicar que el FpV triunfaría en Buenos Aires y de hecho en agosto los pronósticos no fallaron. Sin embargo, lo que nadie previó en en este pelea fue que haya un crecimiento de una alternativa por fuera del peronismo, que fue lo que finalmente sucedió anoche. En definitiva, la alianza Cambiemos terminó por sacar un provecho mayor de lo esperado de esta pelea entre los sellos del peronismo. No sólo acumularon intendentes vitales en la sección, donde antes no tenían ninguno, sino que además los vencedores contarán con la ayuda de la Gobernadora para consolidar las gestiones.
La incógnita será cómo responderán ante este escenario adverso los barones de la Tercera. Si volverán a actuar de manera relativamente orgánica, como lo hicieron ante el massismo, o si cada uno buscará su mejor suerte de manera individual. Al PJ se le presenta un escenario que era inesperado para esta sección.