"Nunca me van a ver en una boleta de (Mauricio) Macri", dijo el intendente reelecto, Joaquín de La Torre, en mayo pasado cuando los rumores de que abandonaría el FR para irse al PRO eran más fuertes que nunca. Y si bien su nombre no estará en la papeleta de Cambiemos del balotaje presidencial, el próximo 22 de noviembre, fuentes confiables del distrito le aseguraron a PRIMEREANDO que el jefe comunal pondrá a su gente a fiscalizar para el ingeniero.
De este modo y contra lo que había dicho, De la Torre anticipa un acuerdo con el PRO para gestionar el municipio. Su vínculo con el macrismo es por vía del alcalde electo de Morón, Ramiro Tagliaferro, quien a su vez es el marido de la próxima gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Dicho esto, la jugada del jefe comunal tiene sus riesgos. Un vínculo muy estrecho con el PRO podría dejarlo sin margen para negociar con el PJ.
En la vereda de enfrente, el peronismo encolumnado en el Frente para la Victoria local también atraviesa una situación delicada. Todavía no se recuperan del golpe que significó la derrota, aunque los trapitos al sol permanecen en casa hasta que pase la segunda vuelta presidencial. Para ello, los sectores que participaron de la interna de agosto pasado firmaron un acuerdo para militar juntos la campaña por Daniel Scioli en el distrito. Allí el que busca tomar las riendas es Franco La Porta. El exprecandidato a intendente ganó las PASO y no pudo coronar en octubre, pero ya está pensando en el 2017.
Así las cosas, el clima es tenso. En esas reuniones saltó la bronca entre las distintas facciones y acusaron de "traición" al exprecandidato y jefe del bloque de concejales, Bruno Baschetti. En las Primarias los cuatro precandidatos habían sacado diez puntos más que De La Torre, y creen que la derrota tiene responsables internos.
El pase de facturas también lo incluyó al "Chino" Tapia. El exfutbolista creyó que su reconocimiento público le alcanzaría para ganar en agosto, y tras un distante tercer puesto se retiró de la cancha sin tirarle un solo centro al ganador. Es más algunos lo apuntan como un doble agente con nexos con De la Torre.
Distinto fue el accionar de Alfonso Coll Areco, quien sí encolumnó detrás del entonces ganador y hasta fue su principal vocero en el tramo final de la campaña por las generales.
Esta disputa se trasladará en diciembre al bloque de concejales del HCD. Baschetti, dirigente de Peronismo Militante, quedará en minoría cuando asuman los nuevos ediles y buscarán desplazarlo como cabeza de bloque. Su lugar sería ocupada por Javier Coronel, primer candidato de la lista entrante. Lo que todavía no se sabe es si Baschetti aceptará o romperá filas, lo que podría partir al bloque kirchnerista.
Con el jefe comunal cada vez más amarillo y el FpV en medio de una fuerte disputa, el peronismo de San Miguel deberá reconfigurarse y definir rumbo. Sin embargo, el devenir de ambos bandos será difuso hasta conocer el resultado del 22.