Carrió convocó para mañana a la comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara baja para tratar el acuerdo de cooperación que firmó el gobierno argentino con el de Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas. A la par, el presidente provisional del Senado se mostró en disidencia con la declaración conjunta entre Argentina y Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas, y la posibilidad de recuperar los vuelos."Es como si fuera a Santiago del Estero y me ponga un sello un país extranjero", ejemplificó
La canciller Malcorra, es la ejecutora de esa política que va contramano de la historia y de los pronunciamientos de América Latina. Para ello acaba de plantear una administración conjunta de la Islas con el Reino Unido, la primera puntada de una conducta que podría configurarse como “traición a la patria”, publicó hoy el sitio Infocielo.
Ayer, la Coalición Cívica –ARI había rechazado la política exterior del macrismo y había reafirmado que “el objetivo de la política de Estado de nuestro país no se alcanzará por medio de un esquema de cooperación en el que el gobierno británico solo entiende la negociación como una imposición de sus condiciones”.
La reunión fue citada para el miércoles, a las 12, en la Sala 1 del segundo piso del Anexo A y en el temario se incluyó un proyecto de la jefa de la Coalición Cívica-ARI para "reafirmar la legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas". Según se informó en la convocatoria se prevé tratar "las decisiones que ha adoptado el Poder Ejecutivo nacional referidas a la relación bilateral con el Reino Unido".
Asimismo, los legisladores también analizarán un proyecto de declaración que destaca "el rol insoslayable" del Congreso "en la adopción de medidas de política exterior".
La reunión servirá para debatir seis proyectos presentados en los últimos días para cuestionar el acuerdo que la canciller Susana Malcorra firmó con el vicecanciller británico, Alan Duncan, en el marco del reciente Foro de Inversiones y Negocios, que se llevó a cabo en esta capital.
A horas de anoche, Pinedo salió a repudiar el acuerdo con Londres y el senador por Cambiemos puntualizó: "No quiero viajar (a Malvinas) para que los ingleses me sellen el pasaporte, no me gusta que me hagan eso para ir a tierra que considero argentina… No me gusta, es como si fuera a Santiago del Estero y me ponga un sello un país extranjero".
Además señaló que el Ejecutivo suscribió "un comunicado que ni siquiera es un acuerdo, no es un tratado. El comunicado que se hizo trata varios temas y cada uno de esos temas requiere un acuerdo específico para que se pueda operar".
Pinedo también señaló que "la negociación de soberanía por Malvinas es indispensable, definitivamente hablar hay que hablar con los ingleses". "Si tuviera que ir como parte de la solución definitivamente iría" al archipiélago, concluyó.
Por su parte, los senadores nacionales del PJ-FpV Juan Manuel Abal Medina y Ruperto Godoy expresaron su preocupación y rechazo "al Comunicado conjunto firmado entre la Canciller argentina, Susana Malcorra, y el Ministro de Estado para Europa y las Américas de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Commonwealth británica, Alan Duncan", mediante la presentación de un proyecto de declaración ante el Senado.
"La noticia de la declaración conjunta que firmaron Argentina y Gran Bretaña es muy preocupante porque puede implicar un retroceso de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas. Es necesario que Malcorra explique en profundidad lo que significa cada uno de los puntos del compromiso que asumió", manifestó Abal Medina, a través de un comunicado.
Todo indica que Malcorra parece haber dejado completamente de lado la disputa por la soberanía de las islas Malvinas para centrarse en lo que eventualmente se convertirá en la administración conjunta del archipiélago, explorando y explotando cooperativamente las riquezas allí existentes.
Tras indicar que “en un espíritu positivo, ambas partes acordaron establecer un diálogo para mejorar la cooperación en todos los asuntos del Atlántico Sur de interés recíproco”, el comunicado indica que ambas partes buscan “adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.
Así, se incluye “comercio, pesca, navegación e hidrocarburos” y, en lo que respecta a vuelos entre el continente y las islas, “el establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección”, cuyos detalles serán definidos próximamente.
Vale advertir: la política macrista apunta no a discutir la soberanía de las islas, como vienen haciendo los gobiernos argentinos desde hace más de un siglo y medio, sino a “remover todos los obstáculos” que se interponen en una eventual administración conjunta, lo que implica un cambio de 180 grados en la política exterior de nuestro país.
Y justamente el estatus de “administración conjunta” es uno de los caminos técnico diplomáticos que viene utilizando el Reino Unido para dinamitar el legítimo reclamo argentino sobre las Islas Malvinas y áreas del Atlántico Sur, ya que detrás de él se esconde la admisión de los “la legitimidad de los derechos” de Londres sobre un territorio que ocupó en forma ilegal.