Arde Cancillería y empiezan a rodar cabezas

Tras los fuertes rumores de la renuncia de la ministra de Relaciones Exteriores, se conoció hoy la expulsión del Vicecanciller radical Carlos Foradori. Asumirá en su lugar Pedro Villagra Delgado. Versiones, internas y disputas por millón.
La Canciller Susana Malcorra echó hoy al Vicecanciller Carlos Foradori, quien mantuvo una fuerte interna con la ministra de exteriores de la Nación. Desde el palacio San Martín los trascendidos son muchos, pero se sabe que lo remplazará otro radical que no pertenece al grupo de Ernesto Saenz, Pedro Villagra Delgado.
Fuentes allegadas a Primereando indicaron que el echado Villagra Delgado tiene como destino la Organización de Estados Americanos (OEA).
Las internas desatadas por Malcorra no son pocas y sobrepasan el ámbito de la Cancillería. Sus disputas llegan hasta la Casa Rosada. Allí mantiene una fuerte disputa con el Secretario de Asuntos estratégicos, Fulvio Pompeo.
Luego del papelón internacional por la posición de Argentina antes de las elecciones en Estados Unidos, Malcorra logró que el presidente Mauricio Macri hablara por quince minutos con el próximo mandatario de Estados Unidos, Donald Trump. Llamadita que, momentáneamente, sacó de apuros a la Canciller.
Desde el mes pasado, Malcorra está atravesando por varios momentos complicado, ya que el pasado 5 de octubre se conoció el fin de su campaña hacia la secretaría general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a manos del ex primer ministro de Portugal, António Guterres.
Los pases de facturas por el efecto Trump dentro de Cambiemos se hicieron sentir desde que el mundo conoció que el magnate estadounidense asumirá el comando de la Casa Blanca el 20 de enero próximo y hasta el mismo Jefe de Gabinete de Macri, Marco Peña, fue duramente criticado por “apoyar de más” a la derrotada Hillary Clinton.
Otros inconvenientes de menor impacto, pero que movieron el estante de Malcorra, fueron los gastos por 1.309.000 pesos en pasajes y viáticos en distintos viajes para conseguir la secretaría general de la ONU, el estado de abandono que presenta el edificio de la Cancillería y la pérdida de muchas de sus funciones ministeriales.