El escándalo narco de Pilar también salpica a Elisa Carrió
La candidata a diputada nacional de Cambiemos hace silencio sobre el tema no sólo por las vinculaciones del intendente macrista Nicolás Ducoté, sino porque dos de sus principales referentes en el distrito están muy involucrados. Se trata de Marcela Campagnoli y su esposo Guillermo Iglesias, director de Obras Públicas.
Tras la detención del empresario Mateo Corvo Dolcet, acusado de lavado de dinero de una organización narco internacional, y el impacto que causaron las primeras informaciones a fines de septiembre, el tema entró en un sospechoso cono de silencio.
Dolcet, que impulsaba un megaemprendimiento inmobiliario en Pilar apoyado por el intendente Nicolás Ducoté, era el presunto enlace argentino de quienes operaban con los carteles de Medellín, Cali y el Norte del Valle. El escándalo estalló tras un allanamiento en el porteño Café de los Angelitos, en el que se hallaron lingotes de oro y armas.
Pero resulta que no sólo Ducoté está involucrado, sino que el caso también salpicaría a Elisa Carrió, según reveló un informe televisivo del periodista Rolando Graña.
“Sucede que Mateo Corvo Dolcet tiene terminales con buena parte de los candidatos para las próximas elecciones”, señaló Graña y mencionó, entre ellos, a Marcela Campagnoli, cuarta candidata a diputada nacional por Cambiemos, a la propia Carrió, y al candidato a senador nacional por Cumplir, Florencio Randazzo.
Campagnoli es una de las principales referentes de Carrió en la provincia de Buenos Aires. Su esposo, Guillermo Iglesias, es nada menos que el actual director de Obras Públicas de Ducoté, quien también estaría involucrado en el megaemprendimiento de 400 millones de dólares de Dolcet.