Astillero Río Santiago: unos 3.500 puestos de trabajo en riesgo por la compra de buques en el extranjero

Los obreros de Ensenada sostienen que esos navíos podrían fabricarse localmente a costos más bajos. Sin embargo, el Gobierno nacional elige comprárselos a países como Israel o España. La gobernadora María Eugenia Vidal tampoco firma las cartas de crédito necesarias para proseguir con los trabajos en los talleres, agravando la situación de la empresa estatal.

El Astillero Río Santiago, ubicado en la ciudad de Ensenada, es uno de los más importantes de América Latina, pero vuelve a estar en peligro como en la década del ’90, cuando fue desmantelado en medio del neoliberalismo menemista.

Ahora, con las políticas regresivas del presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal, los 3.500 trabajadores de la empresa estatal temen un nuevo proceso de vaciamiento.

Tal es así que se reestableció la “Comisión de Familiares de Astillero Río Santiago”, que durante el menemismo tuvo un papel protagónico en la lucha contra los intentos de privatización.

Los trabajadores exigen, por un lado, que el Gobierno de Mauricio Macri no compre más buques en el exterior, ya que podrían fabricarse en Ensenada. También piden que el Banco Provincia otorgue las cartas de crédito para poder activar un contrato que ya está firmado con la empresa nacional Abadía del Mar para la construcción de buques y remolcadores.

“Este Gobierno nacional se endeudó con 400 millones de euros para traer buques del exterior, como buques militares en desuso que trajeron desde Israel y otro de España. Si se siguen comprando buques afuera y no se construyen en Argentina, que a su vez se podrían hacer mucho más baratos, nosotros estamos sin razón de ser en el astillero”, explicó hoy el delegado Martín Esquerra a Radio Futura de La Plata.

Por su parte, Francisco Banegas, secretario general de ATE Ensenada, señaló días atrás que “para seguir produciendo barcos y defender los puestos de trabajo son fundamentales las cartas de crédito y para eso necesitamos que la gobernadora tome la decisión política de destrabar ese tema, porque de lo contrario se corta la cadena de producción”.

“El Astillero no se reactiva definitivamente porque la gobernadora no escucha nuestros reclamos y eso genera incertidumbre en los trabajadores y desvirtúa los tiempos de trabajo porque no tenemos lo necesario”, añadió Banegas al diario Contexto.

La semana pasada trabajadores, familiares y vecinos de Ensenada realizaron una manifestación frente a las oficinas de la empresa estatal y ahora evalúan cómo darle continuidad a la lucha en defensa de los puestos laborales.

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